Nuestro Padre Dios, a quien a veces llamamos fortuna, o buena suerte, permitió que Sergio el doctor tuviera plasma cuando Nacho llegó tan grave a su consultorio, ya que en ese pueblito que es Pochutla, hubiera sido imposible conseguir sangre de su tipo, para transfundirle en ese momento. Ni siquiera recurriendo a su flamante unidad hospitalaria, de cinco camas por ese entonces.
Asi que tener plasma fue parte del milagro, porque sin plasma nada hubiera podido hacerse.
Aún así, mientras el goteo caía lento y seguro, era difícil adivinar si Nacho saldría de la inconsciencia, por lo que Sergio decidió, así me lo dijo, que era bueno, que por lo menos se fuera completo y se dedicó a unir nervio a nervio y cada vena y arteria, por minúsculas que fueran, reparó así, concienzudamente, la mano limpiamente cercenada.
Apenas había terminado de suturar la mano, cuando en medio del shock, Nacho se incorpora y con la mano buena, trata de alcanzar algo lejano, con los ojos abiertos como platos, además habla y le dice:
Aún así, mientras el goteo caía lento y seguro, era difícil adivinar si Nacho saldría de la inconsciencia, por lo que Sergio decidió, así me lo dijo, que era bueno, que por lo menos se fuera completo y se dedicó a unir nervio a nervio y cada vena y arteria, por minúsculas que fueran, reparó así, concienzudamente, la mano limpiamente cercenada.
Apenas había terminado de suturar la mano, cuando en medio del shock, Nacho se incorpora y con la mano buena, trata de alcanzar algo lejano, con los ojos abiertos como platos, además habla y le dice:
—Veo a Dios...—
—y hay Ángeles...—
Después continúa preguntándose a sí mismo:
—¿son Ángeles?—
Me comentaba Sergio:
—Ya te habrás imaginado mi espanto, Jorge afuera, aporreándome la puerta y amenazando con matarme si no salvaba a su hermanito y Nacho, empezando a adentrarse al Paraíso—.
Lo que yo creo en lo personal, es que Dios tuvo misericordia de Sergio, pero además mostró Su Infinito Amor por Ignacio, porque a partir de ese momento, dice Sergio que empezó a recuperar sus signos vitales y con ellos, la vida y la conciencia. ¿Empiezas a entender por qué te digo que la vida de tu papá fue especial?
Me comentaba Sergio:
—Ya te habrás imaginado mi espanto, Jorge afuera, aporreándome la puerta y amenazando con matarme si no salvaba a su hermanito y Nacho, empezando a adentrarse al Paraíso—.
Lo que yo creo en lo personal, es que Dios tuvo misericordia de Sergio, pero además mostró Su Infinito Amor por Ignacio, porque a partir de ese momento, dice Sergio que empezó a recuperar sus signos vitales y con ellos, la vida y la conciencia. ¿Empiezas a entender por qué te digo que la vida de tu papá fue especial?