Asomada al espejo, la otra acostumbraba ser, una niña de ojos dormidos, acunados bajo la curva de las pestañas. Un día, sin saber cómo ni cuándo, se fue la niña y una mujer tomó su lugar. Sé que soy yo. Lo admito pero no me gusta. No me parece justo venir a ver ahora a esta mujer entrada en años y en carnes, sin que antes hubiera pasado por el espejo, la joven mujer que también tuve que haber sido.
Mi niñez se estiró tanto que no sentí llegar a la joven mujer. ¿Será porque llené cuadernos por castigo? “…No quiero ser mayor; no quiero ser mayor…” escribía, y algo pasó mientras hacía mis planas, porque crecí sin darme cuenta, aunque no te puedo decir si así lo quise. “Se dice el santo pero no el milagro” diría la dama del pasado. Yo callo. Guardo las cosas.
Ya lo hacía entonces, y lo hago ahora que las otras me hablan desde dentro. Me piden que les permita ser. Que les devuelva el tiempo perdido. Y cómo si la de la pérdida fui yo, que no sentí llegar la edad de hacer lo que quisiera, ni fui lo suficientemente mayor para mandarme sola.
Para llenar el vacío, cuelgo mi columpio del tiempo y ahí vamos, arriba y hacia atrás, abajo y otra vez adelante. Con la mirada puesta en un ángulo distinto, podemos alcanzar ahora el ayer, después el hoy.
Mi niñez se estiró tanto que no sentí llegar a la joven mujer. ¿Será porque llené cuadernos por castigo? “…No quiero ser mayor; no quiero ser mayor…” escribía, y algo pasó mientras hacía mis planas, porque crecí sin darme cuenta, aunque no te puedo decir si así lo quise. “Se dice el santo pero no el milagro” diría la dama del pasado. Yo callo. Guardo las cosas.
Ya lo hacía entonces, y lo hago ahora que las otras me hablan desde dentro. Me piden que les permita ser. Que les devuelva el tiempo perdido. Y cómo si la de la pérdida fui yo, que no sentí llegar la edad de hacer lo que quisiera, ni fui lo suficientemente mayor para mandarme sola.
Para llenar el vacío, cuelgo mi columpio del tiempo y ahí vamos, arriba y hacia atrás, abajo y otra vez adelante. Con la mirada puesta en un ángulo distinto, podemos alcanzar ahora el ayer, después el hoy.
*
El concepto del tiempo siempre me resultó confuso, el hoy y el ayer se me revolvían. Ahora me precio de ello, ni siquiera uso reloj y vivo en un mundo mágico donde las noches son iguales a los días, para leer y escribir todas las horas son buenas.
13 comentarios:
Es que el ayer existe en el hoy. Pregúntale a Tristán, él es ducho en eso del tiempo.
Besos, Lety.
Lo que será:
Ya necesito ver al Tristán y a todos ustedes también, para conversar de todo eso. No se me olvida esa escapadita que te diste a la playa sin pasar por Oaxaca. ¡Me la debes!
Sí, dormirse en la curva de las pestañas, ¿Dormirse en la cumbias de las pestañas? ¿Dormirse en las cunas de las pestañas?
Ya me despertaste el músculo de poetizar, chin. Luego porque me dicén que abuzo de mis "recursos literarios"
Ja
abuzo
de:
ah, buzo!
A todos:
Pues cuando a mi maestra se le mueve el musculo de poetizar, mueve al mundo y hay que ponerse buzos para ir a las profundidades y observar algo grande.
Te quiero Raquel y estoy triste porque no estaré físicamente con ustedes en la presentación, pero les mando todas mis buenas vibras para todos.
Pues un día, y por cierto amerito que me enviaran al diablo, le dije a alguien que sentía que el tiempo se había separado de mis culpas, ya no eran cronológicas, sino que estaban todas juntas, entonces uno tiene tiempo para organizar el mundo, pero si lo quitas esta todo, tu niñez, juventud y época actual, juntas atormentandote, por eso creo que a veces el tiempo tiene que correr y dejarnos sentir de alguna manera que las cosas que pasarón ya no están. solo se recuerdan
Saludos
Silencio:
Pues es lo bello de esto, que podemos hacer omnipresentes todos nuestros momentos de alegría, traelos con nosotros, lo terrible es acumular las culpas, pero si se requiere darles una revisadita para no tropezar siempre con la misma piedra. Podemos equivocarnos y también lastimar, no lo niego, pero no siempre de la misma forma ¿no crées?
Un saludo afectuoso para tí.
Bueno, no, Lo-que-será se equivoca. Yo con Cronos no me llevo. Me cae re mal. Luego me saca los ojos. Yo no soy ducho en eso del tiempo. El tiempo es ducho en eso de tratar conmigo. "Me arrasa, quema y luego ignora", diría Miguel Bosé... ja, qué onda con mi cita, me sale lo fresa, me sale lo pop. Chale :S
¡Qué va! si precisamente los que perdemos el tiempo y me refiero a que se nos esconda y se nos trastoque, no a perderlo en frente de la televisión, somos los afortunados, unos colgamos columpios del tiempo para buscarlo, y otros como tú lo convierten en "periahdam".
...Sou un caso, antes de cerrar mi comentario me fui a buscar a tu blog como se escribía, pero ya vista rápida no me sirvió, corrígeme.
¡Cómo que no vienes! Ya reuní a todo un contingente con la promesa de que estarías en la presentación. ¡Ahora qué les voy a decir! Lety: ¡¡ven!!
:(
Tristán: Miguel Bosé me encanta :)
Lo que será:
¡Ay si supieras lo triste que estoy por no ir! pero me operan el día 25 y tengo que ahorrar para ese enorme gasto. ¡Y mira que tengo tantas cosas que contarles! Pero espero que Dios me permita estar en la presentación en Oaxaca, la programaremos para unos dos meses después, porque en Agosto es la mía ¿vienes?
Casi casi... Es "periadham"... Un beso, jefa. Ora mismo me meto en tu administrador y le hago los cambios necesarios a tu template. ;)
jaja, aquí también usé tu profile. Ya ves? Ora me hago bolas por andar metiéndome a corregir el tuyo.
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