viernes, febrero 03, 2006

Laura, MujerCaracol, escribe

Querida Lety:

Terminar la lectura de tu relato me ha dejado el sabor amargo que tiene toda despedida. Extrañaré cada día la espera ansiosa de las diferentes entregas de esta historia.
No soy muy buena para expresar lo que me ha dejado esta lectura. La profundidad de cada una de las reflexiones de esas “mujeres-niñas”, sus dolores, sus dudas y la belleza que encerraban son cosas que causan una sensación intrasmisible en el alma y, para las cuales, las palabras huelgan.
Trataré, de todas maneras, de mostrar qué ha significado para mí, “Entre Caracoles”. Pero como mis sentimientos - vos bien sabés- son imágenes, recurriré a ellas para que me sea mas sencillo.

Playas vírgenes, solitarias y blancas
sembradas de caracoles,
uno junto a otro, desperdigados en la arena,
a la espera de un niño con un balde en la mano
ansioso por recogerlos cual valioso botín.
Caracoles pequeños y laberínticos,
frágiles y musicales,
capaces de encerrar en su pequeñez el bravío sonido del mar.
Tus mujeres-niñas son esos caracoles:
pequeñas, intrincadas,
frágiles por fuera y fuertes por dentro,
cofres humanos de recuerdos y sentires,
donde habita la inmensidad del mar calmo
y la bravura de su tempestad.
Mujeres-caracoles como flores en la playa
cuyo perfume de rosas y jazmines tiñen la historia.
Mujeres que, como el rumor del mar en las caracolas,
nos hablan sólo si acercamos nuestro oído a su corazón.

Espero haber sido justa con tus mujeres y contigo. Gracias Lety por darles vida. Gracias a ellas por dejarse vivir. Gracias por permitirnos mirarnos en ellas como en el espejo de nuestra alma.Con mi cariño de siempre,
***
Laura nuestra gentil amiga, me ha permitido compartir con ustedes sus impresiones acerca de este viaje que juntos emprendimos, acerca de estas voces que son de todos, de esta conjunción de caracoles que nosotros somos.
Lanzo pues su voz, dueña de esa orfébrica sutileza que es su sello personal y va mi gratitud tras ella.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida hermanita, poco me queda a mí que añadir a lo que tan magistralmente a volcado Laura. Decirte que "Entrecaracoles" me acompañó en mi periplo europeo y fue el libro de mesita de hotel en esos días. Me acompañó y deleito, me ayudó a descansar y me abrió al conocimiento del alma humana de un modo exquisito. ¡Gracias de corazón por haberme agraciado con su envío! Te deseo que muy pronto puedas publicarlo porque merece nacer en formato de libro.

Un abrazo y beso tiernos y fraternos.

Hannah

AMY dijo...

Escribir sin leer, es como tratar de vivir sin el aliento que cada día Dios nos regala; es como vivir sin su alimento divino. La escritura y la lectura son inseparables, por ello aquel buen lector, siempre será un buen pensador, y si se lo propone, un excelente escritor. Por tanto querida Lety, tú te has sentido plena leyendo esas cartas que te han enviado, y sé bien ellas ahora habrán enriquecido tus palabras, la cuales siempre han mostrado ese ser humano que, sin yo haber conocido, sé bien es hermoso, lleno de ternura, y sobre todo regocijada en el amor hacia lo suyo y los suyos. Qué hermosa foto donde te encuentras con tu esposo. ¿Son ustedes cierto?
Y ahora, vuelve a plasmar en tu blog esas palabras con las que siempre nos has deleitado, pues estoy segura, que muchos otros, al igual que yo, las extrañamos.

Que Dios te bendiga.

Laura dijo...

Lety:
cómo agradecer semejante honor?
Besos mil y no tengo palabras para agradecerte tus elogios.

con mi cariño de siempre.

Anónimo dijo...

Que bueno que sus escritos conmuevan así a las mujeres.

Felicidades a toditititas.

Lety Ricardez dijo...

Querida Hannah, soy la primera en agradecer y valorar las bellísimas palabras de Laura, pero sus palabras no te exhoneran ¡ándale no seas malita, mándame tu cartita al correo, si no quieres no la comparto, pero quiero me digas las cosas con tu voz.
Si me oye Tristan me regaña, dice que no debo hacer eso, pero estas cartas son mi tesoro. Con ellas he aprendido mucho.

Besitos compungidos

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Prometo no demorar en escribir querida Amy, sólo tengo que darle espacio a la carta de mi hijo Tristán y a una respuesta mía, que fue para él en su momento pero que es ahora para todos ustedes. En verdad que para mí, cada una de las cartas que he recibido, es tan valiosa o más que mis textos, por eso les he dedicado este espacio.
Y si querida amiga, esa fotografía es de mi gordo y mía, ahora que estuvimos en Chignahuapan Pue. por la presentación del libro de Raquel Olvera, mi maestra.
Te dejo miles de besos

Lety Ricardez dijo...

Queridísima Laura, no se trata más que de justicia, la de las palabras elogiosas eres tú, yo sólo estoy inundada de gratitud, por tu compañia durante tu viaje a Europa, por tu constancia en mis improvisadas letras, siendo tú una persona tan preparada y por tu generosidad para conmigo.
Que Dios te bendiga y me siga regalando tu presencia

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Querida Noemí, la verdad, la presencia de José, Don Fernando, Silencio, Enigma, Jean Georges, por sólo nombrar algunos de los señores a quienes tanto he aprendido a querer, me salvan de pensar que estos textos sólo gusten a las mujeres, porque entonces mereceríamos sólo la mitad de tus felicitaciones.
Mi anhelo es escribir para los seres, no para géneros, tal como lo haces tú, en esa casa tan bella y creativa, que no me cansaré de visitar nunca. Muchos besos para tí amiga querida

fgiucich dijo...

Laura ha dejado su huella impresa como aquellos caracoles que, habiendo perdido parte de su caparazón, lo vuelven a recuperar mirando hacia adelante. Sé que le debo una carta, pero no me olvido. Abrazos.

Lety Ricardez dijo...

¿Verdad que si Don Fernando?
De ese cofre de palabras que Laura posee, ha extraído los más bellos caracoles para sellar con ellos la arena de esa playa que juntos hemos recorrido.

Su carta, su esperada carta, yo tampoco la olvido.

Le dejo muchos besos en la frente por traerla a colación.

Unknown dijo...

creo que lo mismo nos pasó a todos los lectores, terminar de leer tu novela... ¿ya ahora qué? escribe otra ¿no?

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, hermanita; no me será fácil, pero tendrás "mi voz" si pacientas un ratito. ¿Sí?

En cuanto a "compartir" lo que pueda decirte, las cartas son de quien las recibe, ¿cómo podría yo impedirlo? No, tu libertad te llevará a tomar la opción que tu corazón elija.

Un tierno abrazo y mi cariño.

Hannah

Anónimo dijo...

Lety:
Te dejo otro saludito.

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog