Las rodillas le sostienen el rostro y rozan el pecho. Los brazos hacen prieto el abrazo. Las pupilas giran buscando inútilmente un escondrijo. Han visto el macizo de juncos que se inclina una y otra vez hasta el suelo en petición de piedad. ¿Para qué? se pregunta, si no ve donde ir.
La luz titila ...titila
¿Cómo puede algo tan simple como ese juego de luces y de sombras, provocar tal terror?
Cuándo se suma al sonido del agua que se avienta suicida contra los cuerpos, provocando su estremecimiento;
Cuándo el gemir del viento se introduce como enemigo y en giros concéntricos invade el caracol del oído, para llegar rebotando al pensamiento, al centro mismo del cerebro;
Cuándo miras pasar ante ti aquello que debiera estar atado; cuando las fuerzas desorbitadas son capaces de arrancarte de la vertical.
Cuando eso sucede, los pies se niegan a moverse para llevarte a un lugar seguro, un lugar donde no veas aparecer por las rendijas, esa invasión lenta y silenciosa del agua, que te anuncia que no hay lugar a la esperanza.
Crees que ahora conoces la dimensión del terror, pero entonces...
La luz titila ...titila
¿Cómo puede algo tan simple como ese juego de luces y de sombras, provocar tal terror?
Cuándo se suma al sonido del agua que se avienta suicida contra los cuerpos, provocando su estremecimiento;
Cuándo el gemir del viento se introduce como enemigo y en giros concéntricos invade el caracol del oído, para llegar rebotando al pensamiento, al centro mismo del cerebro;
Cuándo miras pasar ante ti aquello que debiera estar atado; cuando las fuerzas desorbitadas son capaces de arrancarte de la vertical.
Cuando eso sucede, los pies se niegan a moverse para llevarte a un lugar seguro, un lugar donde no veas aparecer por las rendijas, esa invasión lenta y silenciosa del agua, que te anuncia que no hay lugar a la esperanza.
Crees que ahora conoces la dimensión del terror, pero entonces...
Llega el silencio
En esa calma apabullante, sobrenatural, innombrable, no hay chirridos, retumbos ni graznidos. Nada.
En esa calma apabullante, sobrenatural, innombrable, no hay chirridos, retumbos ni graznidos. Nada.
Hasta la luz se fuga para esconderse, no sabes donde.
En la agonía final de la luz, ves que el macizo de juncos ya no existe,
En la agonía final de la luz, ves que el macizo de juncos ya no existe,
ni siquiera su petición de piedad al doblarse, fue atendida.
Ahora sabes lo terrible que es estar en el vórtice.
Ahora sabes lo terrible que es estar en el vórtice.
21 comentarios:
No encuentro palabras Lety, hay experiencias que nos superan y demuestran la pequeñez y fragilidad del ser humano. Escribes muy bien, siempre es un gusto venir, abrazo.
Y algunos episodios de la vida personal también son así: sin que uno pueda siquiera mover un dedo acaban con casi todo. Qué miedo dá la impermanencia de todo.
Un besito, Lety :)
**Lindo texto***
... asi es, cuando el universo conspira contra uno, dios juega a los dados con nosotros.
Saludos
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
Ah, qué decir... soberbia prosa poética, dagas y caracolas.
Me encanta, y me hace pensar que como Don Fernando, pero en tu estilo, nos regalas una estampa del alma.
Simplemente me fascina, y verme acompaniada en la tempestad que creí sólo arreciaba en mi interior, reconforta tanto. sigo junto a ti, frente al fuego. Mis caracolas preparadas para escuchar...
La noche del jueves la cola de un tornado nos pasó muy cerca y observando la fuerza del viento y la danza alocada del agua, sentí la misma sensación que me produce leer, en esta mañana de sol, su texto de infinita riqueza . La belleza de la prosa tiene la misma precisión de esos relojes suizos que salen muy, pero muy caros. Abrazos.
Cuando era pequeña me asustaban las sombras de los cortinados en la oscuridad de la noche. Si el viento crujía en las ventanas estas formas adquirían una voracidad gigantesca y el corazón se estremecía dentro mío. Hoy día no son sombras de cortinados sino fantasmas de pasados que asaltan nuestro alma y provocan la misma desesperación que antaño esas formas juguetonas. Y vos, querida Lety, con tu claridad para expresarr los sentimientos, lográs auyentar esos fantasmas en cada lectura que te hago.
Besos grandes y fuertes, después del tornado.
vaya te zampaste casi todo mi blog....
muchas gracias!!!
te repito que despides mucha fuerza, mucha luz...un beso
wow! solo alguien que es buena para expresar las sensaciones puede escribir algo así, mis felicitaciones Lety!.
Un abrazo
uf¡¡¡estuve ahí en la mitad de ese miedo que congela, de esa tempestad abyecta..y en tu letra siempre VIVA encontre el puente ..el que nos salva el corazón...un abrazote Michelle
Es la primera vez que entro a tu blog...realmente escribes con tanto sentimiento y fuerza que llegas a lo más profundo del alma.
Besos
La ventaja de estar al final del remolino es que la salida está a un paso.
Suerte, que ya viene la calma.
Qué bonito has escrito, Lety. Aprecio tu evolución, tu madurez, tu fuerza descriptiva. Múltiples tareas me tenían alejada, pero estoy feliz de haberme dado una vuelta por el campo fértil de tus palabras.
Un gran beso y saludos de Pablito:
Olie
17 abril/06
Al fin de vuelta, estuve unos días fuera de casa pero ya me puedo dedicar nuevamente a uno de mis pasatiempos favoritos como es el poder leerte querida amiga.
El texto me encantó, intenso, lleno de emociones primitivas, eres una muy buena escritora de suspenso ;).
Las tempestades me encantan, tienen esa cosa que despierta un instinto animal de refugiarse y de admiración ante tal espectáculo, lo lindo es el sol, la tranquilidad y la frescura que viene después.
Un abrazo grande para ti linda Lety.
Cuando la humanidad radica en un sentir que solamente uno tiene en dados momentos, vaya que si es cosa de hacer introspección...
Me llevaste de la mano Lety, casi sentía era yo.
Un abrazo!
Es precisamente los minutos de calma que sientes al caminar pegado al precipicio...el justo instante donde te sientes único..
Linda señora y paisana...me encantó..fué lleno de vida...alma..
Cuidese bien.
Me ha impresionado el ahogo sumido en el silencio inmenso de la profundidad. Y los juncos lejos, sin dejar esperanza de retorno.
Si el instinto de supervivencia fuera tan inmediato como el de las bestias, estaríamos a salvo.
Hermoso texto, tan lleno de emociones intensas...mnkanta mucho leerte!
saludos desde esta ahora calurosa Puebla
Habia visto tu seudonimo en algunos blog y siempre me decia..."voy".
No se por que demore tanto en llegar.
Tu prosa es muy hermosa mas aun en un hecho como este.
Un abrazo enorme para ti.
Regresare.
Menta
Lety, me vas a odiar pero te dejé una tarea en mi blog para un rato de ocio, ¡ya ni llorar ehhh!
Querida Tia Espiritu Bello:
Ya estoy de regreso y me encuentor con este bellisimo y duro escrito. No pude evitar temblar. Será el momento... recibe un abrazo y un calido beso en la frente!
Pasaba a verte.
Te dejo un abarzo bien fuerte.
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