Mi máxima preocupación mientras estuvo en el quirófano, era saber si la bala había lastimado su espina dorsal. No podía imaginar a Nacho sentado sin remedio por el resto de su vida, ni creía que él pudiera sobrellevar esa situación.
Cuando salió nuestro primo el médico a informarme sus terribles noticias, pero a la pregunta específica me respondió que no existía riesgo de parálisis, di rienda suelta a mi optimismo y le aseguré a Cotoño que Nacho se salvaría.
Así me daba en el corazón y así se lo hice sentir a mis papás cuando fui al Aranjuez para avisarles hasta las nueve de la mañana del otro día. Quise evitarles otra vez, esas terribles horas que viví a la puerta del quirófano y después la espera de la vuelta a la conciencia de Nacho, en la sala de terapia intensiva.
Que triste fue verlo en esa unidad de cuidados intensivos. Cuándo despertó, estaba convertido en un niño, el dolor le hacía hacer pucheros, la barba le temblaba incontrolable, en cuanto me vio me dijo: dime la verdad, ¿me voy a morir Leticia? ¿me voy a morir?
Yo le dije que no, que NO y este grito salió de lo profundo. No se por qué lo sabía, no sé, pero sabía.
Fue el enfermo ideal nunca se quejó. Sus dolores deben haber sido tremendos, pero sus ansias de vivir eran más grandes.
La historia de amor entre Sonia y él, no la conozco con exactitud, estuve muchos días acompañándolo y no me di cuenta de lo que sucedía, claro que sus aires de conquistador debe haberlos ejercido a solas con ella, pero en la realidad, así soy de miope en algunos asuntos. Suceden ante mis ojos y no me percato. Los detalles que conozco te los cuento después, también el cómo y dónde se casaron, porque merece historia aparte, pero por el momento te diré algo que para cuándo leas esto es seguro que sabes, porque una plaza del Seguro Social no se deja fácilmente y menos ahora que tu papá se ha ido; en aquellos días, como hoy, tu mamá trabajaba en Pediatría del IMSS y no aceptaba cubrir suplencias en otras salas, pero Dios, en esos días la impulsó para aceptar una suplencia de quince días en la Sala de Adultos. y ahí llegó para enfrentarse a su destino, tan es así que después supe que solicitó alargar su tiempo en la sala de adultos, hasta que tu padre salió del Sanatorio.
Nacho a partir de que pudo hablar empezó a rondarla, ¿que fue lo que le dijo para convencerla? No creo que un galán, con herida de bala, resultara muy confiable. No obstante se salió con la suya y poco tiempo después salían regularmente. Yo la conocí cuando me lo lleve a la casa para que convaleciera con nosotros y ella iba a visitarlo todos los días para hacerle curaciones
Hablé de los pucheros de tu papá y de su aspecto de niño durante la enfermedad y eso me lleva a evocar a Nacho niño.
Yo le llevo diez años y nunca presté mucha atención a mi hermanito, mi compañero de juegos preferido era tu tío Raúl, más cercano a mí en edad y en intereses.
De Nacho recuerdo una fotografía donde juega a las canicas en el polvo de la calle, un mameluco blanco, de piqué muy bombacho y sobre todo un copete ingobernable. Era igual al del pájaro loco, el de los cuentos de Disney. No recuerdo todo lo que quisiera de cuanto hacía o decía, pero creo que se dio prisa en transitar por su infancia galopando. Tenía prisa de crecer, para compartir experiencias con sus hermanos grandes.
Esa fue la raíz del problema y no juzgo, simplemente la expongo. Mi madre aceptó que prácticamente sus hermanos mayores lo adoptaran, lo dejó participar con ellos en lo que ella sabía de sus andanzas, así que compartieron con él sus nada respetables aventuras y creció así, sin saber muy bien quien era, niño precoz, o adulto niño.
Así me daba en el corazón y así se lo hice sentir a mis papás cuando fui al Aranjuez para avisarles hasta las nueve de la mañana del otro día. Quise evitarles otra vez, esas terribles horas que viví a la puerta del quirófano y después la espera de la vuelta a la conciencia de Nacho, en la sala de terapia intensiva.
Que triste fue verlo en esa unidad de cuidados intensivos. Cuándo despertó, estaba convertido en un niño, el dolor le hacía hacer pucheros, la barba le temblaba incontrolable, en cuanto me vio me dijo: dime la verdad, ¿me voy a morir Leticia? ¿me voy a morir?
Yo le dije que no, que NO y este grito salió de lo profundo. No se por qué lo sabía, no sé, pero sabía.
Fue el enfermo ideal nunca se quejó. Sus dolores deben haber sido tremendos, pero sus ansias de vivir eran más grandes.
La historia de amor entre Sonia y él, no la conozco con exactitud, estuve muchos días acompañándolo y no me di cuenta de lo que sucedía, claro que sus aires de conquistador debe haberlos ejercido a solas con ella, pero en la realidad, así soy de miope en algunos asuntos. Suceden ante mis ojos y no me percato. Los detalles que conozco te los cuento después, también el cómo y dónde se casaron, porque merece historia aparte, pero por el momento te diré algo que para cuándo leas esto es seguro que sabes, porque una plaza del Seguro Social no se deja fácilmente y menos ahora que tu papá se ha ido; en aquellos días, como hoy, tu mamá trabajaba en Pediatría del IMSS y no aceptaba cubrir suplencias en otras salas, pero Dios, en esos días la impulsó para aceptar una suplencia de quince días en la Sala de Adultos. y ahí llegó para enfrentarse a su destino, tan es así que después supe que solicitó alargar su tiempo en la sala de adultos, hasta que tu padre salió del Sanatorio.
Nacho a partir de que pudo hablar empezó a rondarla, ¿que fue lo que le dijo para convencerla? No creo que un galán, con herida de bala, resultara muy confiable. No obstante se salió con la suya y poco tiempo después salían regularmente. Yo la conocí cuando me lo lleve a la casa para que convaleciera con nosotros y ella iba a visitarlo todos los días para hacerle curaciones
Hablé de los pucheros de tu papá y de su aspecto de niño durante la enfermedad y eso me lleva a evocar a Nacho niño.
Yo le llevo diez años y nunca presté mucha atención a mi hermanito, mi compañero de juegos preferido era tu tío Raúl, más cercano a mí en edad y en intereses.
De Nacho recuerdo una fotografía donde juega a las canicas en el polvo de la calle, un mameluco blanco, de piqué muy bombacho y sobre todo un copete ingobernable. Era igual al del pájaro loco, el de los cuentos de Disney. No recuerdo todo lo que quisiera de cuanto hacía o decía, pero creo que se dio prisa en transitar por su infancia galopando. Tenía prisa de crecer, para compartir experiencias con sus hermanos grandes.
Esa fue la raíz del problema y no juzgo, simplemente la expongo. Mi madre aceptó que prácticamente sus hermanos mayores lo adoptaran, lo dejó participar con ellos en lo que ella sabía de sus andanzas, así que compartieron con él sus nada respetables aventuras y creció así, sin saber muy bien quien era, niño precoz, o adulto niño.
22 comentarios:
Señora Leticia:
Mi màs profundo reconocimeinto a usted y a su obra..a nuestros años y a nuestro estado que nos une..
Le estoy preparando algo, le pido unos dìas de paciencia..
Saludos.
Todos los dias paso por tu morada para haber si has escrito algo nuevo.
Me has emocionado con el capitulo de hoy.
Mil besos.
Hola Ka amigo mío:
Es increíble como nos acercamos a tus veinticuatro y yo a mis casi sesenta, puedo ser natural contigo y siento tu aprecio. Estaré feliz de conocer eso que me preparas, me encantan las sorpresas, soy como una niña para eso, contaré los días
Mientras tanto, te dejo mi abrazo
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Hola querida Abril:
Que linda eres, gracias por gustar de esta tu nueva amiga. Casi siempre los sentimientos son mutuos y este es uno de ellos.
Me voy contenta a tu casa y te dejo aquí mil y un besos ¡te gané, te gané!
Tia espiritu bello: solo puedo decir: Excelente!
Querido José, ¡Qué gusto tan grande volver a tener tu compañia! habías dejado un hueco enorme.
Te quiero mucho
Tienes que publicar todo ésto, Lety :)
Está hecho con un ritmo y un estilo precioso.
Muchos abrazos.
PD: En el verano, en algún momento planeo irte a visitar, ojalá tenga suerte en encontrarte.
Noemí
Lety:
coincido con Noemi y me parece que esto es material publicable. No sólo por la escritura tan cuidada e interesante sino porque nadie debería tener un talento, hacer con él este tipo de obras y privar a la humanidad de ella.
Besos grandes
Lety
Gracias por tus letras, coincido con los dos comentarios anteriores, tu escritura es clara, entretenida y como lo he dicho antes refleja mucho talento.
saludos
Erika
Tras cada capítulo me quedan las ganas de haberlo conocido. Ud. lo ha descripto con pinceladas tan precisas que me parece verlo, como el episodio de la cánicas o en la terapia intensiva haciéndole la corte a Sonia. Si, coincido con Ud. que haber crecido tan de golpe le hizo quemar etapas a pasos acelerados. Abrazos.
querida Lety, estamos execelente¡¡¡¡ gracias por la preocupación y te dejamos abrazo de a cinco
Querida Noemí:
Soy una despistada, fui a tu casa y te hablé de diciembre, cuando tú dices verano.
Aquí estaré no pienso salir para nada y será un enorme placer tenerte aquí
Publicar esto, Ay Dios mío si ni siquiera me atrevo a entregárselo a mi sobrino todavía, pero tus palabras son miel para mis oídos
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Ay Laura, que te digo generosa?
Además ya lo comparto con ustedes mis amigos y algunos habrá que nos siguen en silencio, porque lo que si creo que mis palabras trascienden es el amor acerca de quien escribo
Te dejo mi cariño
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Hola Erika,tus vueltas por esta tu casa, son tan agradables como tus palabras, jeje, es increible como nos vamos aproximando a través de la distancia.
Te dejo mi cariñoso saludo
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Mi querido Don Fernando, Nacho y su amiguito unidos por las canicas. Me hizo usted pensar en la terapia intensiva, creo que la enamoró cuando salió de ahí porque esos primeros tres días fueron terribles, su hígado había estallado en tres pedazos, es un órgano que no se cose, sólo lo acomodaron con algo así como un gel. Recuerdo que al día siguiente se incorporó porque tuvo un vómito verde y espantoso, creí que se estaba muriendo y di de gritos. Cotoño vino y cuando vió me dijo: Éste en verdad es un caballo, ya la hicimos Lety, su hígado ya empezó a funcionar...
Ay nunca acabaría si quisiera escribir todo
Le dejo besos Don Fernando
Querida Michelle:
Estoy feliz de saberlo, sigo yendo contigo porque cada post tuyo es un regalo de sabiduría.
Besos hermosa familia
Querida Lety, paso a saludar, a retribuir la calidez, las visitas y las hermosas palabras que nos regalas.
Sigue pendiente por temas prácticos el envio de la novela hasta sus manos, pero no crea que lo he olvidado...asi es que le ruego paciencia...
He comenzado a leer Entre Caracoles y espero enviarle pronto algunas palabras al respecto...
Con afecto y cariño
Alex.
No sed preocupe por nada Alex Daniel, su libro llegará el día que deba llegar y no antes. Se que no lo olvidará, como tampoco olvido el de poemas de niños que está por imprimirse y le enviaré a sus hermosas hadas.
Agradeceré mucho sus palabras respecto a EntreCaracoles,
Les abarco en un abrazo para los cinco ¡¡qué afortunado es usted, al disfrutar de tales tesoros!!
Hola Lety!!! Siempre me haces viajar al pasado con tus relatos! Niño-precoz o adulto-niño?¿ Me gustó eso, yo siempre me sentí grande, creo que me salté una etapa importante de mi vida. Muchos besos Lety!
Y va la trama desenvolviéndose poco a poco para nuestra impaciencia curiosa.
Ya Ignacio es un conocido, Nacho un sentimiento, Sonia termina de abrir la puerta...
Y todos a merced de Lety. Nosotros lectores, también
...como siempre que descripción tan cálida...ese "no" que te salio de lo profundo...debió ser magia pues cuando algo sale de ahí adquiere facultad de cambiar el devenir de las cosas...
un besote enorme
Hola Lety:
Estoy de regreso. Siguiendo la historia de Nacho. Que buena atención médica tuvo. Que ganas de vivir para soportar el dolor, la inmovilidad. Que entusiasmo y vitalidad...
Hola Tyare´¿será más frecuente de lo que pienso eso de los tiempos perdidos, las etapas saltadas?
De eso les conté en EntreCaracoles, ya sabes hasta la fecha me sigo preguntando cuando es ayer, cuando es mañana...
Te dejo un gran abrazo
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Hola Dilaca, ojalá sea cierto y sigas hasta el final, trataré de ser ligera, mientras tanto te aviso que ya subí el nuevo y te dejo mi abrazo cariñoso
¿Que puedo decirte más que gracias Alma Enamorada?
Nos seguimos viendo y conociendo, tú por aca, yo por allá, siempre con afecto
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Dices bien Antoñita, ese NO, no fue mío, salió desde el inconsciente, y fue certeza que se cumplió bendito sea Dios, dió tiempo a que Javier mi sobrino naciera, pero no mucho más,
Te dejo mi abrazo afectuoso
Hola Eleonaí, ya te extrañaba, gracias por venir y sobre todo por leer con ese interés que lo haces.
Me voy contigoy con cada uno de ustedes, te dejo aquí un fuerte abrazo
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