domingo, julio 23, 2006

Ignacio Javier, Javier-Ignacio XXIII

Recordar la fiesta de tu bautizo me llevó a otra fiesta muy diferente y sin embargo íntimamente relacionada contigo:

La fiesta de bodas de Nacho y Sonia. Ese día tu papá, de esa singular manera en que confluían en él, los aconteceres poco ortodoxos, recibió permiso para salir de la cárcel por unas horas, para casarse.

La fiesta fue entre amigos, pero decir amigos en el caso de esta familia, sabes que es sumar mucho, más de trescientos invitados compartieron su alegría. La valentía de tu madre al celebrar sus esponsales en esas circunstancias, es algo que valoro en todo lo que vale.

En una de mis visitas a tu papá en la cárcel, me preguntó él:

—Leticia ¿Qué te parece Sonia, crees que podríamos hacerla juntos?— Ay Nacho le respondí, no se por qué lo dudas.

Yo lo sabía.

Es cierto que tu mamá no pertenece a ninguna familia oaxaqueña de rancio abolengo, pero nosotros tampoco.
Es verdad también que hay una distancia grande entre lo conocidos que pueden ser tus abuelos, que viven en ese pequeño pueblo de la costa Oaxaqueña que a ti, nunca te ha gustado, y este clan, tan metido en el corazón de tantos.
Es verdad también que jovencitas de sociedad le hacían ojos bonitos a tu padre, pero nadie como tu madre, de manera constante, le acompañó en su reclusión.

Por eso se lo dije a Nacho, ninguna consideración de otro tipo podía pesar, ante el valor de lo que ella le mostraba.
Se dice que en la cárcel y en la cama se conoce a los amigos, yo creo que en la desgracia, se conoce el amor del compañero.
Sonia y él eran novios cuando tu papá cayó en la cárcel y ella no lo abandonó por eso.

Le visitaba con frecuencia, casi todas las veces que fui a verlo, lo encontré con ella. Además con toda dignidad, a pesar de que él se lo rogaba, se negó a realizarle visita conyugal, se dio su lugar en todo momento.
Aún ahora no me explico, como logró que su sencillo y digno padre campesino, otorgara el permiso para esa boda. Ni la riqueza ni el status social podían convencer a nadie de la valía de un galán encerrado.

Todo esto se lo dije a Nacho. No se si mis palabras contribuyeron a decidirlo a dar el paso y pedirle a ella que se casara con él. Pero me gusta pensar, que de algo sirvieron.

También hay que reconocer, que algo especial debe haber tenido tu padre para despertar sentimientos tan profundos ¿lo cree usted Don Javier ?
Nombrarte así me ha hecho pensar en las razones de tu padre al elegirte el nombre, a él muchos le llamaban cariñosamente Don Nachito y se me ocurre que el diminutivo no siempre debe haber sido de su agrado. Tu nombre en cambio, no los admite, y pienso que esto no es casualidad.

23 comentarios:

La Valentina dijo...

Mi Lety:

Cuanta historia para contarse...cuanta vida para vivirse...
Tus relatos, las generaciones jovenes de tu familia lo agradeceran.
Y nosotros tus lectores, nos recreamos.

Un abrazo Lety, se que algún dia te lo daré en persona.

fgiucich dijo...

Es muy cierto que el verdadero amor se impone ante cualquier circunstancia de la vida. Abrazos.

Laura dijo...

Querida Lety:
es la tercera vez que intento dejarte un comentario porque el mundo de las blogósfera no me lo permite.
Tu historia de verdadero amor me conmueve como tu consejo hacia Ignacio acerca de casarse o no. Fue un consejo elocuente, como sólo tu sabes serlo pero con muy pocas palabras.
Besos miles

Anónimo dijo...

Hola, sabia hermanita. ¡Cuánto tenemos que aprender de ti!

Un beso fuerte y mi cariño

Hannah

Indianguman dijo...

Qué increíble. supera al realismo mágico

apasionante!

ka! dijo...

Es precisamente cuando los nombres se dan para ser "Dones" o simplemente no caer en el (si me lo permiten) eufemísmo del Diminutivo..

Tu servidor tiene un nombre que no tiene el "Don" y Karolito suena muy patético...siempre he sido y seré Karol para lo amigos..ka! para quién de veras está muy cerca (como ud.)

La historia, la historia sigue impactandome cada vez más..

J.S. Zolliker dijo...

Espiritu Bello:
Qué bueno que has seguido escribiendo pese a las inclemencias. Qué bueno que de Oaxaca sigues hablando, que no permites el mundo olvide esa tierra de tantas vidas y tantas historias como las que nos regalas. Amor y realismo, mágia y recuerdos, imaginación y belleza, todo en apenas unos párrafos... Recibe un abrazo cariñoso y mis mejores deseos.

Lety Ricardez dijo...

Hola querida Peggy:
De ese abrazo como ansias, y ya anticipo las tardes de feliz charla en la terraza, esperemos que suceda,

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Ay Don Fernando, lo que es triste en verdad, es cuando a pesar de tenerlo, el amor no basta para la vida,

Lety Ricardez dijo...

Laura queridísima, ya sabes, como hermana mayor me gustaba pensar que me hacía caso, pero ya ves...

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Hannah la grande, tu dices eso y yo me ruborizo, si de algo sé, será intuitivo, un verdadero regalo, nada merecido,

Lety Ricardez dijo...

Ay IndianGuman, y eso que faltan historias tremendas, claro que no contaré todas, pero algunas más, si, y también tengo idea de como concluirlo

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Pues el Don suena bonito Ka, pero la verdad creo que ese vocativo se gana, y vaya trabajo y años para conseguirlo, algún, dia, algun día...

Lety Ricardez dijo...

Hola querido José, hoy le dediqué un post a una verdadera maestra, Raquel Olvera, en el otro blog, ojalá que lo leyeras, te dejo mi abrazo siempre cariñoso

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¿verdad que nada comunes?
y si muy dolorosas Alma Enamorada, tu que entiendes de estas cosas del amor verdadero, habrás de entender también por qué no se mantiene la llama.

Anónimo dijo...

Lety...cada vez que te leo, puedo sentir, palpar cada momento, tienes una narrativa inigualable, ojalá alguien como tu escribiera parte de mi vida...sería algo digno de leerse!!
Te felicito de corazón
Saludos de la mojada Puebla!!

Anónimo dijo...

Por un momento me imagine en ese momento, con tus visitas a la carcel, encontrandote a tu futura cuñada y ese padre consintiendo una boda asi.
Cada dia me tienes mas enganchada a tu blog, no dejes de escribir, eres genial.
Mil besos.

Anónimo dijo...

Hola hermanita, si no te apuras, tendrás que aguardar hasta septiembre, porque el 1º de agosto desaparezco todo un mes para un merecido descanso estival, ¡¡¡que tengo que cargar pilas!!!

Un beso grande

Hannah

Lety Ricardez dijo...

Queridísima Hannah, grata noticia saber que te regalas ese tiempo; una sana costumbre que todos deberíamos tener,

Yo he sido desordenada en ese sentido, jamás he tenido una fecha específica para el descanso, esto de jugar a ser empresario tiene sus bemoles, jejeje,

Yo creo que concluiremos con esta historia antes de tu descanso, porque el fin creo que está listo, y siempre habrá manera de seguir intercalando historias, mientras viva, así lo dije cuando empecé y parece que así será,


uchos besos hermana mayor

Anónimo dijo...

querida Lety..¿como estas?, ¿como te sientes con estos relatos que conmueven el alma? ¿cuando tu puño libera estas letras que pasa con tu hermoso corazón?....Te dejo un abrazo
desde el Testigo

Lilian dijo...

Querida Lety, como siempre con palabras tan simples relatas una historia atrapante, Nachito, estará siempre agradecido, por contarle y hacer notar el amor que tenían sus padres.
Estaré esperando la próxima entrada ;)
Abrazos!!!

alejandra dijo...

lety,
es impresionante la historia de tu hermano y tu sobrino, a veces me sorprendo pensandolos en medio del trafico o haciendo la comida, y sonrio y te mando mis mas sincero agradecimiento por tus palabras qu eme acompañan siempre... te abrazo desde el lluvioso df =)=D

Ce pequeño dijo...

Voy llegando de un bautizo en Veracruz, y yo fui el padrino.

Ya nada me sorprende, ni el hecho de que pese a mi agnosticismo, en este año me hayan pedido, junto con mi esposa católica, bautizar a dos sobrinos: César y Gael.

He leído la historia de Ignacio Javier con cierta calma y tampoco dejo de maravillarme de cómo las anécdotas en realidad son fotografías donde uno sale y el otro las ve y las recrea.

Esta historia que se bifurca, que crece y se multiplica, le hacía falta por fuerza la esencia de sus raíces, y mira Lety, ahora ya sabemos de dónde surgió la planta.

En serio te agradezco tus visitas, tus amables comentarios, tu presencia, me siento honrado de ver cómo tus lecturas van imbricándose una tras otra.

Ojalá y no te desespere mi grosero silencio.

El riesgo cuando escribo es esto que ahora lees, esta palabrería, como dice una amiga peruana, créeme, no es mi intención molestar.

Te dejo un fuerte abrazo y un saludo, nuevamente te doy las gracias.

noname dijo...

Me confieso, me perdí la mitad de la historia, me averguenzo :(
No me ha sido fácil en le último tiempo escribir, después me fui de vacaciones y luego me enfermé, pero ya estoy de vuelta y espero volver a retomar la costumbre de leer y escribir periódicamente.
Durante mi ausencia pensé harto en ti y en lo mal agradecida que he sido en ni siquiera escribirte una línea, espero que no estés muy sentida por eso.
Un beso grande para ti mi linda Lety.

Lety Ricardez dijo...

Michelle queridísima, no hay palabras suficientes para expresar el consuelo que su lectura y opinión depositan en mi corazón,

Me dan la fuerza y el valor para continuar este anecdotario que deseo que mi sobrino reciba así, con el corazón dispuesto cuando llegue el momento de entregárselo,

El tiene la dirección de mi blog, así que a veces sueño con que lo lea de manera providencial y vaya asimilándolo,

A tí, mejor dicho a los cinco, les dejo todo mi amor

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Querida Opphelia, que Nacho y Javier pasen a ser para tí una presencia en un momento de tu día es un regalo maravilloso, un regalo que no tiene medida, me haces sentir que he podido dibujarlos para tí,

Te quiero hermosa joven

Lety Ricardez dijo...

Hola Ce, nunca debes preocuparte por tu silencio, y mucho menos por tus palabras, tus consejos, tu opinión y la de todos los amigos que aquí nos reunimos, son deseados y agradecidos,

Cuando mis palabras provocan que ustedes compartan conmigo sus vivencias, no me cambio por nadie, soy la mujer más feliz del mundo,

Así que ven cuando quieras, que yo estaré feliz, bien sea en silencio o con tu valiosa opinión,

Te dejo mi abrazo agradecido

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Nunca estaría sentida contigo Pepi, te aprecio demasiado para eso, yo también estoy pasando ahora por el fantasma de una enfermedad, ojalá sea sólo una nube sobre mi cielo,

Pero las nubes se esconden con la alegría de saber que estás mejor, vuelve cuando puedas, Te quiero mucho

Araceli Gallardo Peña dijo...

Te digo, la vida de tu hermano estuvo tan llena de aventuras, debe haber sido un ser extraordinariamente dadivoso, siempre estaba dándose y por eso siempre recibía.

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog