martes, julio 11, 2006

Javier Ignacio Ignacio-Javier XX

Mi querido Javier hace mucho tiempo que no adelanto una línea en este nuestro pequeño anecdotario, tu papa cumplió hace unos días dos años de estar lejos de nosotros y tú tienes tres años y medio.

Me decidí a retomarlo por una razón especial. Para dejar asentada una frase que se está volviendo célebre en la familia y que es esta: “ya sabes la última de Javier” y nos lanzamos a contarnos, las ocurrencias que tienes.

Quiera Dios que con esto no te echemos a perder como sucedió con tu papá, y aquí si que estaría contribuyendo yo, porque eres tan listo que no se te escapa nunca de quien se está hablando, pero además de que eres listo, nosotros no nos distinguimos por nuestra discreción y hablamos delante de ti.

No voy a convertir este en anecdotario de Javier, pero al escribir algunas de las “ultimas” de Javier, siento que también lo escribo para Nacho, que de alguna manera él va a enterarse de tus andanzas y a gozar con ellas, con esa esperanza las escribo, sin que esto quiera decir que son todas, sólo las que recuerdo en este momento. Así que estas historias son para ti Nacho, acerca de tu Javier:

Hace unos días Javier fue al centro con Anita la Secretaria de mi mamá y como no tenía vehículo ella decidió subirlo en el democrático camión.

Lógicamente no había lugares. Anita que es bajita trató de estirarse cuanto pudo para detenerse de la barra del techo del camión y le pidió a Javier que se detuviera de su vestido.

El chiquitín, al ver a un señor sentado que le miraba, ni tardo ni perezoso, le habla muy serio: Señor, ¿no me puede dar su lugar? porque yo soy chiquito y me puedo caer.

Claro que si niño -contestó el señor, cediendo gustosamente su asiento en espera de ver que se sentara.

Lejos de hacerlo, voltea a ver a Anita muy serio y le ordena: Siéntate Ana y cárgame, porque tú también te puedes caer.

El señor se moría de risa al ver que un niño tan pequeño lo había timado quitándole el asiento, para dárselo a la que él creyó su nana, y de paso, también quedó sentado.
¿No te parece mucho para sus, poco más de tres años?

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18 comentarios:

noname dijo...

Por aqui ando desordenando el ambiente, me siento un poco culpable de dejar a mis amigos blogeros de lado en el último tiempo y no es que quiera excusarme, pero en realidad el tiempo se me ha vuelto escaso tratando de recuperar lo perdido durante mi tiempo "ausente".
Por ahora un beso y prometo que comentaré el post :).

fgiucich dijo...

Y aquí cabe aquello que de tal palo, tal astilla. Abrazos.

Lety Ricardez dijo...

Pepi queridísima, reencontrar tus palabras es una alegría enorme que suple cualquier ausencia.

No te preocupes por comentar o no comentar, lo único verdaderamente importante es el afecto, saber que estás bien y que estás "en activo"

Te dejo mi enorme cariño


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Querido Don Fernando:

Usted me lee la mente, cuando escribí esta pequeña narrativa, hace ya muchos años, imagínese mi sobrino tiene ahora trece años, recuerdo haber pensado eso, porque aquello de "de tal palo tal astilla, o si del vecino se pega, mucho más de con quien se vive" eran dichos frecuentes de mi madrina.

Le dejo mi respetuoso beso en la frente con el afecto de siempre

Anónimo dijo...

Los niños tienen mas sentido común que tu y yo juntas Lety :)

Un besote.

J.S. Zolliker dijo...

Vaya Javier!
No cabe duda que los niños son sorprendentes. Como dice Noemi, tienen mucho sentido común, que en estos tiempos, parece el menos común de los sentidos en los adultos ;) Un abrazo!

Lety Ricardez dijo...

NOemí queridísima, pues yo creo que este niño en especial acumuló el sentido común propio y el de su padre, sus puntadas eran de fábula, ahora que ya tiene trece años, ha cambiado un poco y se toma muy en serio, la vida y a si mismo, y ¡que bueno!

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Hola querido José:

¿Pero te imaginas a ese pedacito de tres años, mandón, seguro de si mismo y manipulando al señor?

Ay cuando me acuerdo, sonrío aunque esté sola,

y sí, rogemos porque aparezca en estos días e extraviado sentido común, en nuestras vidas,

Anónimo dijo...

Ja,ja,ja...que niño mas listo!!!
A quien salio???
Perdon por la ausencia en que no he podido comentar, te leo, he estado con un collarin y no podia pasar mucho tiempo en el pc, pero te sigo, guapa.
Mil besos.

La-Roc dijo...

Me he reído... que ocurrente y muy sabio el nene...


Un abrazo ...

Araceli Gallardo Peña dijo...

¡Ay que lindura de chamaco!
Tengo un sobrino que se avienta buenas puntadas también, luego contaré algunas en mi blog. :D
Saludines para tu sobrino
y muchos abrazos para ti.

Lilian dijo...

jaja cómo me reí con la salida que tuvo ese niño, en su inocencia, pero tan práctico y ocurrente.
Besos Lety y que termines bien el día!

La Valentina dijo...

Querida Lety:

Este anecdotario es ya un libro; que bien que seas la vocera de la familia, es legado para todos los tiempos...

Se te quiere

alejandra dijo...

claro que es mucho! es re avanzado ese niño! me fascina igual que el padre, están rodeados de magia y de luz!

Y qué buen giro le diste a tu relato!! te digo que eres de las buenas lety!

te abrazo con amor =)

ka! dijo...

Me traes pues damota pegado al asiento...imagino a la "Nana" con el vestido..el camión...el niñito mandón...tierra...

Señora..saludos a nuestra tierra..ahora q nuestras 7 se juntan..abrazos.

Laura dijo...

Hay niños con almas de grandes y grandes con almita de niños, pero la mejor combinación es aquella en la que se comparten ambas cosas. Javier es un niño grande, y gran niño.

Besos miles

Anónimo dijo...

Que maravilloso chico, que ingenio!!
JAvier es un chico increiblemente audaz...
saludisimos

Indianguman dijo...

jajajaja, genial ese pequenito, que asertivo!
quien lo hereda no lo hurta

Besos

Damián Shúah dijo...

Saludándote.

Dicen que hijo de tigre nace rayado.

Abrazos

Viv. dijo...

Querida Lety: primero un fuerte abrazo! Cuánta determinación en el chiquillo; la experiencia y el tiempo que le toquen vivir modificarán o acentuarán esa característica. Pero, como se dice por acá "lo que se hereda no se roba". Besos.

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog