viernes, agosto 25, 2006

Ignacio Javier, Javier-Ignacio XXXII

A mi regreso de México, después del episodio del cognac, el primer día que Don Conrado volvió a verme, me abordó para decirme que Don Nachito estaba muy enojado por lo que yo había hecho y que deseaba que yo fuera para decírmelo.

Imagínate qué pantalones; Quería que yo fuera para que me dijera de mamá para arriba. Le hice saber que no volvería ir, y que no era por miedo a Don Nachito, sino porque la enojada era yo, y que le avisara que yo estaría en espera, que cuando se le bajara el pretendido enojo, no solamente que pidiera perdón, sino que además me diera las gracias.
Le dije también que estaba segura que no siendo ningún tonto, sabía que enviarle una botella, jamás lo podía esperar de mí, que nada más pensara que en medio de una borrachera, podía llegar a cometer un crimen y quedarse ahí para siempre.

Don Conrado sólo movió la cabeza, inclinó el rostro y me dijo: —pues se lo digo, pero se va a enojar más—.

Es el caso que a los pocos días llegó don Conrado con una hermosa bolsa de piel de ternera, teñida en rojo, con incrustaciones de piel de culebra.
Con una gran sonrisa en la cara, me la tendió diciéndome:
—Se la manda Don Nachito, son dos regalos, el segundo está en el cierre interior—.
Yo me sentí insultada y le respondí que no me vendía, que a mí no iba a conquistarme con monerías y mucho menos con un regalo, fuera del tamaño que fuera.

Don Conrado insistió:
—No piense mal Doña Lety, por favor mire dentro—.
Era tal su mirada de honestidad, que tendí la mano para tomar la bolsa y abrirla.
Dentro venía un cinturón que hacía juego con la bolsa. Estaba a punto de devolverla, desilusionada, cuando hurgando, sentí al fondo, un pequeño papel. Lo saqué y en este, con la hermosa letra de tu papá decía:
—Leticia, perdóname por favor, y sobre todo: GRACIAS—.

Sigo pensando todavía, cuánto bien le hubiera hecho a Nacho, si hubiera sido este el tratamiento que recibiera de todos, en lugar de cumplirle todos sus caprichos.
Siempre supo a que atenerse conmigo.
Se atrevía a hacer sus cosas, pero sabía que iba a rebotar contra una pared que no treparía.

Ah por cierto, se me olvidaba contarte que esa hermosa bolsa roja, hace muchos años se la regalé a tu mamá; Ella la tiene, con el cinturón que hace juego, y también conoce la historia. Tal vez tú la hayas visto usarla algún día.

17 comentarios:

J.S. Zolliker dijo...

Espiritu Bello, siempre un gusto enterarse de esas vivencias, y de tus afrentas y reconciliaciones con don Nacho, jejeje. Un abrazo!

Anónimo dijo...

que lindo Lety, me encanta leerte, y aunque no siempre he dejado mi huella, mi mente está pensando en ti..gracias por tu luz amiga..

Diana L. Caffaratti dijo...

Repito lo el comentario dejado en el anterior post.
Ni más ni menos.

Laura dijo...

Los límites, a veces, se piden a gritos y con improperios. Duele mucho ponerlos pero esa herida se sana con esos gestos que reconocen gratitud.
Besos

fgiucich dijo...

Las buenas lecciones se aprenden o se tiran. El hombre inteligente supo aceptarlas.
Espero que Ud. ande bien; estoy de viaje visitando a mi madre y a Clara; regreso el mièrcoles. Trataré de encontrarla para skypear. Muchos abrazos.

Diana L. Caffaratti dijo...

Por ahora, me encontrarás en mi nuevo blog. Espero que siempre en prueba no haya fallecido.

Anónimo dijo...

Qué torpe. No he dejado mi nueva dirección... que usaré hasta arreglar mi blog querido

Nidesca dijo...

esta historia está llena de detalles que cada vez me atan más.

sabiduría, lecciones de vida, amor y dolor...

abrazos

.
.
.

. dijo...

Es que escribiendo la historia se ve que lo vuelves a vivir.

Un abrazo.

bohemiamar.

Lety Ricardez dijo...

Querido José, acerca de Nacho es lo primero que escribí, antes que mis poemas y todo lo demás.
Y podría seguir y seguir, porque su vida y la mía están enlazadas, pero sobre todo porque su vida da para mucho, pero no lo haré, tengo el final preparado para muy pronto,
te dejo un abrazo apretado


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Hola Michelle, pues aquí me tienes, abrazada de Nacho,pero preparándome a dejarlo ir.

La luz es tuya amiga mía, te dejo un enorme beso de cinco

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Dilaca querida, tu presencia constante me alegra el corazón. Me preocupaba tanto como se leería esto de Nacho, gracias a ustedes me siento más tranquila, espero que a Javier le agrade conocer de esta manera a su padre.

Lety Ricardez dijo...

Laura querida, poner esos límites provócó siempre el disgusto de mi madre que se sentía juzgada por mí. Nunca fue mi intención, lo único que deseaba era ser yo y no una copia de ella.

Te mando miles de besos generosa

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Querido don Fernando, usted intuye mi enorme alegría ante ese pequeño recado GRACIAS era la palabra más hermosa que podía esperar de Nacho ¡le hubiera hecho tanto bien continuar ahí un poco más de tiempo! sin embargo lucharon porque saliera y volvió a lo mismo desgraciadamente.

Le dejo mi beso en la frente.

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Conozco siempre en prueba mi querida Dilaca, por ahí te encontraré, y ojalá logres arreglar tu blog, Ay tiemblo de pensar que me suceda lo mismo, por ahora no me siento capaz de salir adelante con más cosas,

Te dejo otro beso enorme

Lety Ricardez dijo...

Queridísima Nika, mil gracias por tu paciencia conmigo, no he logrado regularizarme en mis visitas, y como no visitas el otro blog, me perdonas por generosidad pura, no adivinas lo que me sucedía.

Te dejo mi abrazo cariñoso y agradecido


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Tienes razón querida BohemiaMar, son recuerdos dolorosos que están metidos hondo en el corazón, la muerte de mi hermano me pareció tan culpable, tan sin razón, no logro asimilarla en su totalidad, pero espero que él esté descansando.

Te abrazo con enorme cariño

Indianguman dijo...

Siempre he pensado eso, quien más nos quiere no es quien nos consiente más.

ay Lety, estoy tan contenta por la buena noticia, y además hoy, deaspués de esperar meses por fin he recibido una llamada por trabajo.

ha sido un día maravillosooooooooooo!!!

Lety Ricardez dijo...

Felicidades por esta llamada al trabajo.
Estoy segura que en cuanto te conozcan no te van a dejar escapar.
Aunque vas a extrañar los tiempos que le tendrás que escatimar a Cami, pero así es la vida, podrás darle otros gustos que de repente no se pueden costear.

Te quiero mucho hermosa amiga, gracias por seguir con esta historia que pronto deberé concluir.

Besos cariñosos para tu linda Cami, un día de estos empiezo su retrato

Anónimo dijo...

Siempre una delicia leerte, vaya que si sabes manejar las letras...
felicidades...
un beso cariñoso

ka! dijo...

Ay Na´Leticia!!! uds. las mujeres de mi tierra son duras! duras pero saben que hacen las cosas por el bien de la gente que quieren...

...me encanta venir a tu casa señora...saludos y un abrazo.

alejandra dijo...

claaarooo!!!

no esperaba menos de nacho, y a ti que te puedo decir que eres ejemplo de enterez y sabiduría... =)

te quiero aca en el DF

seguire leyendooooo

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog