Trabajó mucho Doña Chelo, en la cocina para peones o cosiendo; hoy pantalones para los hijos, inclinada sobre la máquina, y mañana con capotera y mecate, la boca de los sacos de café, cosechado grano a grano. Entre esta forma de vida y la tierna edad en que llegó a los brazos de su hombre, no hubo tiempo para aprender ni a leer ni a escribir, sin que esto le restara un ápice de aquel señorío que en mi recuerdo emana.
Tenía prestancia. Su cabeza de natural altiva, no se inclinó siquiera al peso del dolor, moral o físico, que de ambos supo. De tantos hijos que parió, varios murieron siendo niños y a ella con el último, el útero se le asomó de entre las piernas y vivió así hasta su último día; Sin confiárselo a nadie, al cabo que desde entonces quedó viuda.
Suena duro que lo escriba, pero basta con esto, para saber que la abuela era templada como el acero del machete, con el que moderó, alguna vez la sombra de cafetos.
Fue guapa en su juventud y siguió siendo bella y oscura, tanto como nuestra gente en la vejez suele serlo.
Cuando yo era muy niña, compartí banca de escuela con niños rubios hijos de extranjeros y debo aquí confesar algo, si para que reviente mi simiente escribo.
Tenía prestancia. Su cabeza de natural altiva, no se inclinó siquiera al peso del dolor, moral o físico, que de ambos supo. De tantos hijos que parió, varios murieron siendo niños y a ella con el último, el útero se le asomó de entre las piernas y vivió así hasta su último día; Sin confiárselo a nadie, al cabo que desde entonces quedó viuda.
Suena duro que lo escriba, pero basta con esto, para saber que la abuela era templada como el acero del machete, con el que moderó, alguna vez la sombra de cafetos.
Fue guapa en su juventud y siguió siendo bella y oscura, tanto como nuestra gente en la vejez suele serlo.
Cuando yo era muy niña, compartí banca de escuela con niños rubios hijos de extranjeros y debo aquí confesar algo, si para que reviente mi simiente escribo.
17 comentarios:
Para mi también es una responsabilidad enorme iniciar los comentarios de un texto tan cabal, provocador de consuelo, de vida, de replantéarsela desde esa mujer poderosa de la que heredas tanto más de lo que acaso sepas. La pintura, acompaña de manera total. Será tuya?
Istmeña la gente bella...yo soy istmeño.
Hijo de Na´Licha..mi fuerte madre, que hoy por hoy a cargado los pilares de mi gente y que a sus setenta la veo caminar de ida y vuelta para cuidar a sus "nuevos" hijos producto de esa enfermedad tan mala...
...recias pues las mujeres de nuestro estado Na´Leticia..
Sabes que se te quiere!
Leti, no me canso de decirte que haces unos retratos magníficos. Todo lo que dices es que se ve y se siente...
Besitos
Agrego al comentario anterior de tu visitante miguel: y genuinos... La realidad está en cada signo que dejas.
Querida Lety:
alguna vez has contado de la abuela Chelo, aunque en cada nuevo relato uno termina de dibujar su personalidad. Creo intuir lo que te sucedía con tus compañeritos rubios, tu pesar de hoy día por los pensamientos de aquellos enmarcados en el inmenso amor a esta mujer-caracol tan cercana.
Cuánto hay de la abuela Chelo en vos.
Abrazos
Cuánta bravura en aquella mujer que no supo el color de las letras ni el ruído de una pluma correr por el papel, pero sí la forma de caminar por la vida con la prestancia de una reina. Abrazos.
que ganas de conocer es amujer que lleva grabado en la piel el misterio de esta letra que dejas por ella aquí , un abrazo acaracolado
Michelle
me gustan las historias de la Abuela Chelo... porque me dicen que también, desde esa energía universal de la que todos somos parte, me puede llegar un poco de ella y fortalecerme también... un abrazo Lety
te hemos incorporado a nuestra mirada hacia el cielo.
besos.
Hermoso texto e imagen
recomenzar.blogspot.com
De tal palo tal astilla. Así serás tú, porque tienes mucho de ella. Y qué sincera eres querida Lety.
Besitos.
tjmydiMuy bonito. Estoy hipnotizada con tu familia, con tu pasado, con ese hoy que es ayer.
Grandes besos, Lety. Te quiero con todo el corazón:
olie
seguramente ese brillo del machete se traspasó en los genes a las mujeres de tu familia.
besos, bella.
Ay querida Lety
Y pensar que eso de los colores en la piel es tan solo cuestión de melanina.
Tengo una amiga polaca que dice que en ningún lado ha visto trenzas mas negras que aquí en México y que en su país se tiñen el pelo de negro, pues la mayoría quiere tenerlo así.
Cosa de risa. Soy fanática de Miss Clairol desde los 19 años.
Saludos
Debió ser altiva para asumir su realidad en un tiempo que otorgaba pocas opciones.
Te dejo un besote, Lety.
Ya había leído yo esto? Bella historia, por cierto.
si para qu ereviente mi simiente escribo" esta frase y la descripción tan dura que haces de tu abuela... es parte de ese orgullo que nece en ti y vive en mi a través tuyo lety...
gracias mil por tus palabras que erizan la piel
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