No sé si es mi padre
el que hoy habla
en esta línea que sigo, borro y tacho
No sé si es su sombra
la negra caligrafía
que se quiebra debajo de mi mano
No sé quién murmura en esta página
ni esparce silencios en sus costados
Tal vez mi padre allí se encuentre
Envuelto en la vigilia de la letra
y yo
delante de la mesa
me abisme en el espejo
No sé aún
si es mi padre el que hoy escribe
mientras cruzo los espejismos del insomnio
(Mi padre, escrito por Rafael José Alfonzo, poeta venezolano)
el que hoy habla
en esta línea que sigo, borro y tacho
No sé si es su sombra
la negra caligrafía
que se quiebra debajo de mi mano
No sé quién murmura en esta página
ni esparce silencios en sus costados
Tal vez mi padre allí se encuentre
Envuelto en la vigilia de la letra
y yo
delante de la mesa
me abisme en el espejo
No sé aún
si es mi padre el que hoy escribe
mientras cruzo los espejismos del insomnio
(Mi padre, escrito por Rafael José Alfonzo, poeta venezolano)
Querida Lety:
Leí el anecdotario completo. Es sobre Nacho, quizás, pero hay mucho de ti en él, te escribes a la vez que lo escribes, es como una enredadera que trepa una pared junto a otra, de momento se juntan y se separan, pero están unidas irremediablemente.
Gracias por permitirnos asomarnos a una pequeña ventana de tu mundo en donde la familia, el pasado, los recuerdos y el presente se pasean ante nuestra mirada curiosa. Me ha encantado tu forma de contarnos grandes y pequeñas cosas, pero sobre todo he admirado esa capacidad que tienes para hilar con paciencia los pequeños detalles que componen una historia más grande, porque lo sabes y se nota que lo sabes, que toda historia se compone de pequeños fragmentos a los cuales solamente es preciso encontrar conexión (tarea nada sencilla).
También creo que lo importante acá es que mientras hilabas volcabas la mirada hacia tu propia alma, qué te iba diciendo esta historia mientras la recomponías, porque está escrita desde ti, desde tu mirada, desde lo que eres, y esa luminosidad que te compone se coló en cada línea y por eso me sentí atrapada.
¿Quién fue Nacho para Lety? Al responder esa pregunta sabemos un poco más de Lety. Y es que Nacho no es un simple personaje, está ligado a tu sangre y por eso te admiro, me parece difícil escribir sobre alguien tan cercano porque indudablemente la emoción se hace presente y a veces puede cegarnos, pero tuviste el cuidado de mantener la balanza en equilibrio, de desnudarte en segundo plano, sabiendo que era de Nacho de quien hablabas, pues el escritor debe aprender a tomar cierta distancia de aquello que cuenta aunque se trate de un referente muy cercano.
Claro que Nacho no es sólo un referente cercano, sino un ser lleno de complejidades que supiste irnos develando en cada fragmento de tu escrito, en algún momento llegué a sentir que lo conocía aun sabiendo que de haberlo conocido quizás hubiese tenido esa sensación de que jamás lo conocería del todo. Probablemente me hubiese sentido como Ariadna en medio del laberinto y es que creo que la cuestión con Nacho era amarlo tal cual era, sin juzgarlo, sin pretender llegar al fondo de su alma, pues se corría el riesgo de naufragar en el intento y sin embargo tú te convertiste en una hermosa exploradora de ese territorio contrastante que fue Nacho.
Te movió un objetivo loable al dar inicio a este anecdotario, un objetivo que siempre tuviste muy presente: desplegar ante Javier Ignacio quién fue Ignacio Javier, pienso en este juego de nombres y se me antoja el juego con el espejo donde el reflejo se nos da a la inversa y lo que es derecha termina siendo izquierda. ¡Cómo me hubiese gustado tener en mi vida a alguien como tú! Alguien que se hubiese dado a la labor de desplegar frente a mis ojos el mapamundi de mis padres. Creo que es un hermoso regalo, por demás valioso, este que le has hecho a Javier Ignacio, regalo que seguramente él valorará en su momento, estoy segura de que llegará un día en donde comprenderá del todo la magnitud de este gesto que has tenido, la magnitud para él, para su vida, para entender quién es y de dónde viene.
No sé qué más decirte, salvo que me agradó formar parte de este recorrido, de sus trechos de lluvia y de sol y de tu palabra sabia y armoniosa. Sé que se requiere de mucho valor para hacer lo que has hecho, por eso te has ganado mi respeto.
Abrazos
Gracias por permitirnos asomarnos a una pequeña ventana de tu mundo en donde la familia, el pasado, los recuerdos y el presente se pasean ante nuestra mirada curiosa. Me ha encantado tu forma de contarnos grandes y pequeñas cosas, pero sobre todo he admirado esa capacidad que tienes para hilar con paciencia los pequeños detalles que componen una historia más grande, porque lo sabes y se nota que lo sabes, que toda historia se compone de pequeños fragmentos a los cuales solamente es preciso encontrar conexión (tarea nada sencilla).
También creo que lo importante acá es que mientras hilabas volcabas la mirada hacia tu propia alma, qué te iba diciendo esta historia mientras la recomponías, porque está escrita desde ti, desde tu mirada, desde lo que eres, y esa luminosidad que te compone se coló en cada línea y por eso me sentí atrapada.
¿Quién fue Nacho para Lety? Al responder esa pregunta sabemos un poco más de Lety. Y es que Nacho no es un simple personaje, está ligado a tu sangre y por eso te admiro, me parece difícil escribir sobre alguien tan cercano porque indudablemente la emoción se hace presente y a veces puede cegarnos, pero tuviste el cuidado de mantener la balanza en equilibrio, de desnudarte en segundo plano, sabiendo que era de Nacho de quien hablabas, pues el escritor debe aprender a tomar cierta distancia de aquello que cuenta aunque se trate de un referente muy cercano.
Claro que Nacho no es sólo un referente cercano, sino un ser lleno de complejidades que supiste irnos develando en cada fragmento de tu escrito, en algún momento llegué a sentir que lo conocía aun sabiendo que de haberlo conocido quizás hubiese tenido esa sensación de que jamás lo conocería del todo. Probablemente me hubiese sentido como Ariadna en medio del laberinto y es que creo que la cuestión con Nacho era amarlo tal cual era, sin juzgarlo, sin pretender llegar al fondo de su alma, pues se corría el riesgo de naufragar en el intento y sin embargo tú te convertiste en una hermosa exploradora de ese territorio contrastante que fue Nacho.
Te movió un objetivo loable al dar inicio a este anecdotario, un objetivo que siempre tuviste muy presente: desplegar ante Javier Ignacio quién fue Ignacio Javier, pienso en este juego de nombres y se me antoja el juego con el espejo donde el reflejo se nos da a la inversa y lo que es derecha termina siendo izquierda. ¡Cómo me hubiese gustado tener en mi vida a alguien como tú! Alguien que se hubiese dado a la labor de desplegar frente a mis ojos el mapamundi de mis padres. Creo que es un hermoso regalo, por demás valioso, este que le has hecho a Javier Ignacio, regalo que seguramente él valorará en su momento, estoy segura de que llegará un día en donde comprenderá del todo la magnitud de este gesto que has tenido, la magnitud para él, para su vida, para entender quién es y de dónde viene.
No sé qué más decirte, salvo que me agradó formar parte de este recorrido, de sus trechos de lluvia y de sol y de tu palabra sabia y armoniosa. Sé que se requiere de mucho valor para hacer lo que has hecho, por eso te has ganado mi respeto.
Abrazos
****
¿Que puedo decir que exprese mi gratitud ante el regalo de Nika? Saber que Nacho, en su complejidad se hizo presente para ella, a través de mis palabras agua, me emociona hasta las lágrimas. Siembra la esperanza en la acogida que tendrán en Javier y nos hermana a ella, a ustedes y a nosotros. A través de la hermosa urdimbre de sus palabras, esta ocasión, en vez de destejer tejemos.
6 comentarios:
Que hermoso Lety todo el amor para tus letras es decir para tu alma manifestada en tantas historias. Lety te mando todo mi amor..y un gran abrazo que acoja tu dolor por lo que está pasando en tu ciudad..cada cosa que le pasa a todos nos pasa también a cada uno...te quiero siempre..
TE DEJO UN ABRAZO :=)
Nika te ha hecho varios regalos: supongo que su amistad, ese poema que bien pueden ser las palabras de Nacho y esa hermosa carta que tantas verdades encierra.
Es que te lo mereces mucho, mucho.
Cariños, como siempre
Hola Lety!!!
Aparecí, estuve algo ausente, éstas últimas dos semanas o más ya ni sé, pero regresé.. y acá estoy, tratando de ponerme al día con mis amigos, ya me puse al día con tu blog. Muy bonitas las cartas que te escribieron, sos una GRAN MUJER además muy QUERIBLE. Por eso te admiro.
Te dejo un beso y abrazo, desde estas tierras del sur.
Qué palabras más justas tiene Nika, Lety, ella expresa todo lo que a mí me hubiese gustado decirte, concuerdo en todo.
besitos
Lety, eres tú la hacedora de milagros. Si te escribismos estas cartas así es simplemente porque tú y tu escritura así nos inspiraron.
te abrazo
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