miércoles, noviembre 16, 2005

Imagínate el bello cuadro, la madre empeñada en aniquilar su bondad.

Desde la burda concepción que se tiene de lo que debe ser un niño, sus hermanos lo molestaban llamándole marica porque prefería pintar que jugar, o llorar antes que devolver los golpes.

Lo recuerdo tal vez de cinco años, con los flacos y largos brazos tendidos hacia adelante para mantener alejado de su cabeza a su hermano. Con las lágrimas escurriendo por su cara, mientras Carlo, tres años menor, exhibía entre las manos crispadas un mechón de pelos de Sebastián.

Yo que fui la mayor de cinco hermanos varones y madre también de cuatro varones, tal vez no te extrañe que le dijera: —Jálale el pelo tú también. Jálaselo—.
Y él, a pesar de sus lágrimas respondía — No puedo mamá, no puedo. Es que le va a doler, le va a doler—.
Imagínate el bello cuadro, yo empeñada en aniquilar su bondad, sólo para que entrara dentro de la concepción de lo que en mí influenciada cabeza, tenía que ser un varón: Vengativo, áspero, poco compasivo.
Y esa fue mi actitud permanente, creyendo prepararlo para la vida, lo instaba a defenderse; a devolver golpe por golpe, no importaba que fuera en contra de Carlo, su hermano menor, que dicho sea de paso, no respetaba edad ni tamaño.
Aún así no pude, torcer la tolerante y prudente bondad de Sebastián.
Pasaron los años, hasta que un día yendo de camino a la costa, después de horas en las que Carlo lo fastidió en el espacio cerrado de nuestro carro, sucede que por fin lo hartó. Si lo hartó — entonces se volvió hacia él tranquilamente— y en respuesta a la última provocación, le plantó un golpe en la cara, contundente, diestro y seco.

Un solo golpe, que dejó atónito, tanto al benjamín como a todos, a mí especialmente. El abusivo de todos los días, lanzó un alarido y cuando su papá iba a protestar, yo le apreté la pierna discretamente y entendió.
Mi pequeñito siguió llorando cada vez más quedito durante un buen rato, mientras Sebastián mi artista, miraba fijo por la ventana a un punto que sólo él conocía, sumido en sus ensoñaciones. Nada se dijo, pero como consecuencia de este episodio lo dejamos de molestar. Tanto sus hermanos, especialmente Carlo, como yo.

Ahora sé que con mi actitud hice su vida difícil, no se todavía si supo asimilarlo y comprendió mis razones, no se si lo ayudé o lo perjudiqué.
El caso es que hoy, que ya es un hombre nos llevamos muy bien. Trato de adivinarlo pero no lo presiono porque respeto profundamente su derecho a la privacidad.
Siempre fue retraído, encerrado en si mismo, hay mucho de si que nunca mostró a los demás, y yo lo entiendo a la perfección, porque fui forzada a vivir de puertas abiertas, sin respeto a mi intimidad y aún así logré mantener un espacio inaccesible al que yo misma tardaba en penetrar.
Todos lo quieren y tiene muchos amigos, pero a mí me duele su soledad. Presiento luchas y oscuridad dentro de sí y también a su alrededor, siempre tuve ese tipo de presentimientos acerca de él.
Ahora leo cuanto escribe y encuentro que su combate es real. Habla ahí de su miedo a comer, ante el niño que posa a puros huesos en Somalia; También del niño que tiene hambre por la noche, busca a su madre y la encuentra con otro hombre, regresa a su cama y cena uñas. Del tiro que cae al cuello del amigo, de la soga, del ahorcado.
La homosexualidad y el vicio, son temas comunes para él; deja que los huesos amarillos de la vejez le hablen en los rincones. Permite pues que la oscuridad del mundo salte dentro de él.
Cómo no ser entonces, ese solitario, si suicida sus ojos y moldea las almohadas para vestir su soledad.
Y al decir todo esto estoy parafraseando sus poemas.
Esta es pues su elección, hace y dice, lo que quiere hacer y decir. Gracias a Dios no conseguí cambiarlo, no le impuse fardos ni moldes.
El sigue siendo el mismo hombre que desde siempre fue

30 comentarios:

Mary Carmen San Vicente dijo...

Lety, vengo con algo de prisa pero le quise ganar a Enigma y saborear el: FUI LA PRIMERA!, FUI LA PRIMERA!, FUI LA PRIMERA!, FUI LA PRIMERA! jaja

Ya satisfecha mi malsana competencia (jeje) vengo más al ratito a leer con toda calma, porque me falta el post de abajo también pero es que tengo cita con el doctor para que me vea un achaque (sí ya estoy en la edad de los achaques snif snif)

Pero por aquí vuelvo en la tarde a tomarnos el café.

Un beso !

Anónimo dijo...

Hay gente que desde un inicio vé el mundo y reacciona a él de maneras distintas que la norma. Y es dificíl, muy difícil, se minoría, cualquier tipo de minoría. Los "otros" no entienden, no saben, apartan. No saben de las sensibilidades profundas, por ejemplo de los homosexuales, por cierto, los mejores amigos que se pueden tener en esta vida, los mas comprensivos, leales, con sentido del humor, casi siempre guapos....

Un abrazo!

Lety Ricardez dijo...

Mi queridísima MariCarmen, una vez pasada lista de presente, puede usted tomarse el tiempo que necesite. El cafecito estará aquí bien servido y también el hombro para los achaques, o uno de mis hermosos bastones si hace falta. jeje. Besitos para tí

Querida Noemí:
Ser un artista, llevar en el alma la esencia de la belleza es una marca de fuego. Es ser distinto. Así que entiendo lo que me dices, lo que sucede es que se puede asumir el sufrimiento propio, difícilmente el de un ser querido. Y si dices bien, yo tengo un amigo homosexual que es todo lo que tú dices. Generoso, honesto, leal y totalmente confiable. Aunque no tan guapo en verdad.
Gracias por venir ¡que increible espacio el que tienes! cada día estrena vestido y además tu contenido es siempre chispeante.

noname dijo...

Que lindo el relato, me recordó un momento preciso de mi infancia...mirando un punto fijo en silencio mientras el carro seguía su camino. Siempre con gente al rededor pero a la vez sola.
Concuerdo completamente contigo Lety en lo que lo que más duele es ver sufrir a quien quieres, no poder quitarle el dolor del alma o del cuerpo, cambiar de lugar para poder ser tú la que lleva el dolor.
Un abrazo.

Lo-que-serA dijo...

¡Híjole Lety! Le dejo un abrazo a Esther con tremendo nudo en la garganta. Y abrazo también a Sebastián.

fgiucich dijo...

Para defender las convicciones se necesita, la mayoría de las veces, imponerse por la fuerza. De ahí el chachetazo de Sebastían a su hermano. A partir de ese momento todos lo respetaron. Quizás hubiera sido mejor aceptarlo de entrada, así como se mostraba, pero nadie tiene la bola de cristal en la vida.
Lo importante es que hayan entendido, por fín, como es Sebastián dejándolo navegar en las aguas que el conoce, entiende y ama. Amiga mía, ha tenido Ud. él valor de mostrarnos estas fascetas de su vida que la valorizan aún mas. Abrazos.

Silencio dijo...

No, yo estoy en la mezcla, torturé a mi hermano mayor que es un bombón, generalmente siempre quedo mal. Ni pex, nunca peleo por el contrario, siempre he sido más de palabras, ok ok, tengo un suicidio como culpa, pero mi cuate debió entender que era broma (je je Eduardo se rie), como sea, en cada golpiza, rara vez metia mano, no me agradan los golpes cuando hay formas más sutiles de acabar... no se, no creo que sea tan malo, al menos alguna vez ha dejado claro que no es ningún marica es pacifista y con esa sensibilidad el podría hacer cosas más destructivas y que bueno que no...

Lety Ricardez dijo...

Hola Pepi mi querida amiga:
Algo presiento en tí, en tu carácter, en tu manera de decir, que nos acerca. Gracias por haberte conocido. Es un placer contar contigo.

Doña Maria Luisa: Gracias por el abrazo en nombre de Esther y de Sebastian, yo se cuán intenso es. Deja que el nudo se deshaga, yo voy lográndolo.

Lety Ricardez dijo...

Ah Don Fernando, sus palabras son polvo de oro para mis deslucidas alas.
Así que es en esta madre donde usted me encuentra y no en las otras. Me encanta tenerlo aquí y que me comparta aunque extraño sus cartas.
Le dejo mi abrazo cariñoso.

Así que te pareces a Sebastián Don Silencio. Tú si lo entiendes, era pacifista por naturaleza. Sus hermanos es hasta ahora que lo entienden y respetan, en aquella época no y yo pretendía hacerlo respetar, pero sólo conseguía lo contrario, porque los otros se defendían sólos unos de otros. Aunque además debo decirte que tampoco abusaba de su capacidad con las palabras. En cambio yo, siempre me defendí con ellas, además de tirar mandobles entre tanto hermano. Que horror, ya no soy así pero lo era.

Unknown dijo...

Lo conozco y lo amo. ¡Si hubiera sido mi hermano lo habría mimado tanto!

Lety Ricardez dijo...

Ambos lo sabemos. Y lo mejor de todo es que él se sabe amado, también por sus hermanos. Los golpes en la casa no eran sólo con él. Lo que pasa es que él era el único que no se vengaba. Ahora ya no hay pleitos, todo eso quedó atrás. Besos, muchos besos para tí

Laura dijo...

Lety, regreso a visitarte cada día y con más sorpresa!
Coincido con algunos otros en que las minorías, a veces no son escuchadas y necesitan de un buen "grito" o "golpe", para hacerse oir. En la mayoría de los casos ese grito o golpe duele más a la minoría que a los otros, ya que no está en su esencia manejarse de ese modo.
Creo que es el caso que cuentas.

Realmente, amiga, este relato es impecable.

Te mando un abrazo enorme y te invito a visitar mi nuevo fotoblog www.imagenesdigitales.blogspot.com

Lety Ricardez dijo...

Querida Laura:
Gracias por tu presencia, por tus palabras, por tu cariño y gracias también por este nuevo blog, con el que estoy segura me harás pasar momentos muy agradables. Copio la dirección y me voy a conocerlo. Que Dios te bendiga

Dra. Kleine dijo...

LAura! se parece al perito moreno esa foto!! ohhh Dioses!

Lety. A veces la vida nos da cada cambio o en si un No cambio. De todo un poco.

Ya te están haciendo desorden en la sala los traviesos, verdad? (MC y Mr. E)

Indianguman dijo...

Hola amiga, como siempre paso por aquí a leerte y disfrutar.

Estoy sumergida de lleno en la historia, creo que has ido entregándonosla con un buen ritmo, es muy sincera y eso la hace más hermosa.

un abrazo de hermana!

Lety Ricardez dijo...

Hola mi querida Doctora:
Pues que crée, que yo fui y no encontré las fotos, debo haber ido medio dormida. Regreso otra vez.

Y que sería de nosotros si no cambiáramos. Tanto como creer que hemos llegado a la cúspide, cuando estamos a la mitad del camino. Por eso benditos sean los cambios y afortunados somos cuando los aceptamos.

La abrazo.

Querida IndianGuman:
Puede imaginar lo triste que me sentiría el día que no pasaras? Gracias por venir siempre.
Un día de estos te mando una carta larga, para conversar acerca de estas mujeres. O tal vez sea bueno esperar al final.
No se, todavía estoy pensando. Necesito su opinión, tu opinión, la de quien desee ayudarme con esta historia.
Muchos besos para tí.

Eugenia Cristina dijo...

Sebastián me recuerda al menor de mis hijos: Gonzalo. Yo soy madre de tres varones y nadie más; al menos físicamente. En realidad, tengo una hija espiritual a quien ya quiero mucho aunque hace como un año y medio que la conozco. En parte, Sebastián también me recuerda a mí misma aunque mi historia fue más traumática. Cuando Gonzalo tenía trece años, su profesora jefe me comentó con mucha simpatía: "Gonzalo jamás toma la iniciativa para molestar a nadie. Cuando lo mortifican, aguanta bastante; pero cuando explota, ¡explota!" Después, en otro colegio, ya que ése no tenía más cursos después de ese año, y con otros profesores, la opinión de ellos fue fundamentalmente la misma. En un curso que era mayoritariamente de niños pacíficos, se pusieron reglas de acuerdo a la personalidad de cada uno de ellos, aunque advirtiendo que no iban a tolerar abusos. Fue un lapso de cuatro años, también muy rico, humanamente.
UN ABRAZO.

Lety Ricardez dijo...

Querida Eugenia Cristina:
No tengo palabras para expresarte la alegría que me produce esa confianza con la que me hablas desde esta primera vez.
Lo que me cuentas de Gonzalo me hizo recordar otra anécdota de Sebastián, que resulta larga para contarla ahora, pero es maravilloso ver como los seres humanos compartimos circunstancias y sentimientos que nos permiten hermanarnos aún sin conocernos. Gracias por tus comentarios y eres desde hoy y por siempre bienvenida.

Enigma dijo...

El agua asi como la naturaleza de cada uno, busca ser libre, tarde que temprano, de manera silente o escandalosa, abierta oprivada, sale a la luz...

No se busco imponerle una regla, pero entiendo lo que entendiste Lety, libertad, de niños guiada, de adolecentes informada, de adultos, responsable... pero a final de cuentas, libertad.

Saludos

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Lety Ricardez dijo...

Nunca como ahora me ha comprendido usted Enigma.
Libertad sin contener, libertad sin lastimar, libertad sin ofender.
Gracias por ser y por estar.
Lo saludo con respeto

Hannah dijo...

Gracias por asomarte tan amablemente a mi Blog, Lety.

Felicidades por tu Blog.

Un saludo matinal desde Madrid, España.

Hannah

Lety Ricardez dijo...

Bienvenida YoAnnah:
La puerta queda abierta entre nosotras. Gracias también por tu simpático comentario para mí en casa de Noemí. Abrazos

Pato.M. dijo...

Te agradezco por la historia, letty. Aquí aprendemos todos.

Lety Ricardez dijo...

Pato Meneses:
Ya tenía el gusto de conocerte, te he visto con IndianGuman y deseaba tu amistad, pero soy poco dada a provocarla desde los blogs de mis amigos. Pero creo que te "llamé desde la olla" es una expresión simpática de la gente de nuestro pueblo.
Ya estuve a visitarte y regresé encantada. Ojalá que vuelvas muchas veces. Eres muy agradable.

Gullveig dijo...

Mi lety,
Pase a saludar y a disfrutar de tus letras. Muy bello e intenso este capítulo.

Te dejo un fuerte abrazo

Lety Ricardez dijo...

Querida Gala:
Gracias por tu presencia y también por tus palabras. Yo también lo siento así, tambien doloroso el descubrirse de ESther.
Te extraño y te quiero.

Mary Carmen San Vicente dijo...

Lety, me da gracia porque precisamente ayer me vino a visitar mi mamá y me contó algo similar, de cuando mi hermana molestaba a mi otra hermana (la más pequeña) y ella cansada de tanta burla le soltó un bofetón en pleno super mercado que mi mamá fingió demencia y santo remedio, pintó su raya. Y mi hooligan es como Sebastián, no puede ver las noticias porque literalmente "sufre", se entera de secuestros, robos y el pobre se pone nervioso, hasta cuando llueve muy fuerte está ansioso y a veces la hermana lo critica como criticaban a Sebastián, y yo que lo comprendo tan bien le digo que no les haga caso. A veces no sé qué tan bueno o tan malo pueda ser eso pero bueno, estoy experimentando como lo hizo algún día Esther y espero que con el paso de los años algo bueno nos traiga.

Un besito Lety, con mucho cariño !

Lety Ricardez dijo...

Pues suma MariCarmen un alma sensible, de un ser excepcional y esas tontas provocaciones de los hermanos y entenderás la preocupación de Esther. Pobre en verdad, yo lo entiendo porque de niña tampoco fui comprendida y lo sufrí, así que mi remedio fue aprender a ser ruda con mis hermanos y en la escuela (con decirte que me llamaron Moby-Dick el terror de los chicos) y reservar mi sensibilidad hacia dentro. Ya que los otros no la entendían, sería para mí. Por eso pude conservar a mi niña, porque vivió apapachada.

Sebastián, por si mismo, resolvió después lo que él quería hacer, no lo que yo hice, ni lo que le hubiera gustado a Esther. De ahí el epígrafe de este capítulo:
Hijo mío, te comparto mi experiencia,
no fardos,
no moldes,
serás lo que tú eres,
no lo que sueño yo.

princess olie dijo...

Lety:
Tu saludo en mi blog me instó a conocerte.
Valiente tu hijo. ¿Qué más se puede decir?.
Y en relación con la oscuridad que adviertes, yo la denominaría profundidad. Él es capaz de ver lo que nadie mira...
Obviamente, pertenece al grupo de hijos elegidos para espiritualizar, a través del arte y de sus escritos, a este sombrío planeta.
Dios bendiga a tu familia y, en especial, a tus hijos:
Olie
P.D.: acá en Chile son las 2:57 hrs. a.m.

Lety Ricardez dijo...

Buenos días muy temprano Ollie, aquí en Oaxaca son las doce con cincuenta y cinco minutos.
Cuando escribí estos textos, con voces alternas de seis mujeres, aprendí de ellas, que surgieron de mi pluma, lo que hoy me dices y entiendo. La introspección me dio la llave. Ojalá hagas de esta tu verdadera casa. Te tiendo mi abrazo en señal de bienvenida.

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog