martes, noviembre 29, 2005

Por supuesto que no he dejado de amarlo

Por supuesto que no he dejado de amarlo.
Sigo estando orgullosa de él en muchos aspectos, pero aquella amistad que existió entre nosotros se ha perdido y quisiera aclarar el por qué de esto.
Por ser mujer a mí no se me concedió la oportunidad de estudiar, así que, aún cuando gozo de inteligencia natural, tengo mis limitaciones.
Hago lo mejor que puedo en las finanzas familiares y manejo nuestras empresas, pero he tenido desaciertos de graves consecuencias que durante un tiempo incluso disminuyeron el status económico familiar. Él se vio afectado mientras estudiaba en una universidad privada, que tuvo que abandonar y eso no lo asimiló bien.
Existe cierta dureza en él.
Falta de caridad para aceptar las limitaciones o defectos de las personas con quienes convive, sean amigos, hermanos, o los míos, que indiscutiblemente las tengo.
Asume en cambio una actitud permisiva respecto de los aspectos negativos de su propio carácter y esto me entristece.
Se olvida que antes que dominar a nadie debe ser su propio dueño.
Ningún defecto puede corregirse si antes no se reconoce ante uno mismo.
Admito que en su actitud general, tengo alguna responsabilidad por mi crianza. Pero se que él puede cambiar, superarse y superar obstáculos.
Dejo constancia de mi esperanza. Algún día volverá a ser, como lo añoro, mi mejor amigo.
Con esta esperanza, dejo la pluma.
Aunque la verdad, que difícil resultó pensar en cada decisión equivocada, reconocerlas, y medir sus consecuencias. Estoy triste. He tratado de ser honesta aunque no sé como voy a afrontar el trago de mostrarlo. Escribir esto me ha puesto ante los ojos una imagen de mi, distinta a la que hasta ahora tenía, lo que aquí digo, no me deja bien parada como madre, y ese era el papel que yo pensaba haber desempeñado mejor, pero cumplo al menos, con el que fue nuestro propósito al iniciar estas introspecciones, decirme a mí misma lo que nadie escribiría, y también escribir aquello que a nadie se diría.
Cada una lo ha hecho, ¿que nos dirán aún Carmen, Antonia y María?

47 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cómo podrías dejar de amar a tu hijo? ¡Eso es imposible y menos para una Madre cómo eres tú!
Tu hijo es muy joven aún, dale tiempo y sigue con ese amor incondicional que es el mejor maestro. La juventud debe tener la oportunidad de cometer errores y aprender de ellos, porque en cabeza ajena no se aprende, y sin duda él lo hará. No te reporches nada, lo has hecho todo lo mejor que has sabido, querido y podido, y eso es lo importante, porque perfecto no es nadie y él también habrá podido aprender de ti que lo importante no es ser perfecto sino errar y reconocer que se ha errado para levantarse por encima de los errores, corregirlos y seguir adelante, cómo sin duda tú haces.

Un abrazo muy tierno.

Hannah

Anónimo dijo...

Eso me recuerda que a todos nos pasa lo mismo: nos chiqueamos mucho a nosotros mismos y somos muy exigentes con los demás. Yo soy igual que el hijo de Esther.
Besos, Lety.

fgiucich dijo...

En algún momento, escribí que los hijos son como el viento y hay que dejarlos volar para que encuentren el equilibrio necesario. Es imprescindible andar mucho por la vida para darse cuenta de tantas cosas... El se tomará su tiempo, pero volverá a ser, no el de antes, pero con una nueva perspectiva sobre la relación con su madre. Un texto triste pero efectivo. Abrazos.

Anónimo dijo...

Desde que la humanidad existe, Lety, todos hemos crecido y funcionado A PESAR DE NUESTROS PADRES. Absolutamente todos tenemos en la historia personal relatos de desencuentro, cosas que a la postre se podrían considerar "errores" de nuestros padres, sinsabores y rechazos. Ahora, con el tiempo, pienso que es la vida misma así, y no como "debería" ser, segun quien sabe quien, que lo dice desde quien sabe donde.
Por muchísimos años estuve enojada con mis propios padres por una cantidad indecible de cosas. Ahora no sé que piensan mis hijos de mis conductas, que para nada podrían caber dentro del parámetro de "intachables", y así, querida, de generación en generación. Un día, preciosa, hay que soltar las culpas, que son un veneno terrible.

Besitos

(ya TAS en mis links también)

Lety Ricardez dijo...

Ay Hannah, me encanta tu expresión de susto, me hiciste sonreir, pero no te preocupes, lo que pasa es que en el post anterior mi Esther hablaba en tiempo pasado de su relación con Santiago y a eso se debe la reflexión inicial en este post, un poco melodramática tal vez.
No hablo desde mi voz en los textos, pero estoy totalmente de acuerdo contigo, esa es la esperanza que descubrió Esther en su interior, porque el amor de padres es incondicional, pero la camaradería esa si es algo que debe cultivarse y dársele el debido valor. Tu presencia en esta casa nos enriquece y me hace sentir feliz. Tu aparición es un regalo invaluable. Gracias en verdad.

Lety Ricardez dijo...

¿De verdad Gabriela? Estás jugando conmigo, no lo creo de tí. Mi mano escribe aquí, pero ninguna de estas mujeres se chiquea, tampoco se latiguean, se trata de una introspección positiva, una evaluación para continuar el camino o cambiar el rumbo a seguir. Y como estoy cerca de ella te diré que muchas cosas han cambiado, pero con Santiago todavía no,aunque se que las cosas volverán a su cauce, porque así debe ser. ¿Cuando? Eso si no lo se. Mira cambiaron con Raymundo el mayor y ahí la esperanza se le había diluido, así que todo puede suceder.
Muchos besos para tí.

Lety Ricardez dijo...

¿Verdad que si Don Fernando?
Yo se que percibe la intención. Este texto, tal vez él lo leerá también.

Y Esther, ¡se imagina que feliz se pondrá!

Besos para usted

Lety Ricardez dijo...

Querida Noemí:

Creo que por eso nos identificamos. Entiendo perfectamente eso que me dice, y no se preocupe usted Doctora, esos textos no son presente, sólo cumplieron su función.

No sabe cuánto siento que no leyera usted desde el principio esta historia. En lo personal, el primer capítulo me gusta mucho (mire que falta de modestia) ¡Que horror y sobre todo porque no me avergüenza decirlo! se llama fragmentos del caracol.
Fue un texto leído en un recital, donde se muestra la palabra como bisturí que hiere pero sana. De ahí la idea de escribir, de seis mujeres, deciden que si no sanan al menos se ahorrarán las sesiones de psiquiatra ¡imagínese nada más, quitándole clientela!
y van tres hablando, faltan otras tres y el desenlace con vuelta de tuerca, que usted dirá si es un verdadero final.
Si en algún momento le interesa leer lo anterior en orden y en un solo archivo, nada más dígame y se lo hago llegar por mail.

Lo mismo digo para todos nuestros amigos, será un placer y un honor si alguien me lo pide. O tal vez sea mejor tener todo al final, usted nada más ordéneme.

Besos para usted

Una Pepina dijo...

Acaso todas las mamás no nos cuestionamos algunos desaciertos que nos han sucedido y que repercutieron sobre nuestros hijos?
Muchas veces la vida nos obliga a hacer cosas que no queremos.
Muchas veces no podemos elegir lo mejor para nuestra familia, sino tan sólo el menor de los males.
Pero si lo hicimos con amor, si les pusimos límites con amor, si tuvimos que dejar de darles cosas para darles algo mejor, porqué pegarnos con eso.
Nadie nace madre perfecta.
Nacemos personas, y con el transcurrir de los años y las circunstancias devenimos en madres.
Y los hijos cuando vienen, no traen instrucciones.
Somos humanas Lety.
Y nos avala el amor que sentimos por nuestros hijos.

Carlos Escalante III dijo...

Bueno, es que nadie nace sabiendo como hacerlo.

Lety Ricardez dijo...

Querida Pepina:
Ese es en realidad el meollo del asunto, el que tú tocas. Si las reflexiones de Esther, nos hacen recordar las propias reflexiones acerca de aciertos y desaciertos, entonces lo que ella nos dice vale la pena. Porque justificarse a si mismo, es algo que hacemos con mayor frecuencia que revisarnos y evaluar. Y no se trata de confesar ante otros, sino de entrar en si para conocerse y compartir experiencias ¿verdad?
Te dejo un enorme abrazo.

Lety Ricardez dijo...

Buenas noches Azoe:
Bienvenido a tu casa, pero para ser amigos, debo sincerarme contigo. Siempre me ha sobrecogido la fotografía que acompaña tu nombre, y por esa razón no había entrado a tu blog Alucinalia, pero ahora que lo hice, me doy cuenta de lo que me había perdido.
He leido al menos diez de tus breves e impactantes post.
Si tú lo permites volveré muchas veces.
Te agradezco en verdad tu presencia y deseo que no sea la única vez. Dejo para tí mi mano tendida en amistad.

noname dijo...

Ay mi querida Lety, por estos días no ando muy acertada con los comentarios, debe ser que la confusión se está apoderando de a poco de mi.
Tuve una experiencia parecida a la de tu hijo, primero me sentí tan defraudada de mis padres, pero no por el sentido económico sino porque creía que me habían abandonado a mi suerte, lo que quería era apoyo que me dijeran lo vamos a solucionar todos juntos, en cambio me dejaron a mi suerte, según mi padre eso me serviría de lección y sabes Lety que hoy en día le estoy agradecida, en retrospectiva le doy gracias porque solo cuando nos caemos tenemos la posibilidad de aprender a pararnos.
Te dejo un beso y un abrazo grande.

Lety Ricardez dijo...

Ay mi querida Pepi, dime por favor si algo de lo que yo conteste te hace tener esa impresión de no acertar en los comentarios, porque si es así te pido perdón. No sabes como me frustan en ese sentido las limitaciones de la comunicación a través de Internet, porque falta el calor de la sonrisa, la luz en los ojos y también la mano que se tiende para tocar con afecto. Conmigo, por favor, debes sentirte siempre en la libertad de opinar lo que desees y nunca, estarás desacertada. Podemos tener una opinión o experiencia distinta, pero ambos puntos de vista son importantes. Lo que me dices es importante para Esther (jeje) porque ella piensa que a su hermoso Santiago le basta con que lo ame como hijo y no le importa tener también su simpatía y ese es precisamente el gran dolor, porque ella necesita simpatizar con él, que le guste como persona, además de amarlo como hijo. ¿Tu piensas que eso cambiará? Por favor dame tu predicción.
Muchos, muchos besos para tí.Te quiero. Ya te he dicho que hay una identificación especial entre nosotras, y ahora que hable Carmen lo vas a comprobar.

Laura dijo...

Lety querida:
yo no sé si la gente cambia, aunque sí estoy convencida de que puede pulir, mejorar y reencontrarse con aspectos mejores de su existencia.
No me cabe duda que así será con este joven. Recuerda que no era así pero las circunstancias lo endurecieron. Eso indica que su fondo es blando, como el cuerpo de un caracol que construye su casa como refugio (pero sigue siendo blando)
Su mami ha hecho todo con amor, aun cuando se haya equivacado, y los hijos siempre vemos esto aunque no lo demostremos.
Se necesita mucha valentía para hacer esta introspeccion con tanta objetividad.

Te quiero, ciber amiga

Lety Ricardez dijo...

Laura querida, no sabes de que manera quisiera abrir mi corazón y que pudieras ver en él, el gozo que tengo en compartir estos textos contigo, con ustedes,alguna vez escribí un poema que dice:

Si pudiera tocar mi alma
¿lo harían con reverencia?
¿casi con miedo de posar las yemas para palparla?
o ¿engarfiarían los dedos
en el afán por asirla?

Tu presencia en este blog y la de todos nuestros amigos, han dejado obsoletas esas preguntas.
Ahora ya se que se puede mostrar el alma y he sentido el respeto y el amor con que se toca.

Muchos besos para tí amiga más que cibernética.

noname dijo...

Qurida Lety para mi eres como mi estrella, dulce en tus palabras y en tu trato, imanas calor.
Primero quería aclararte que no ha sido nada de lo que tu has dicho o escrito lo que me ha dado la sensación de andar "desacertada" :) solo me quedó esa sensación después de haber escrito comentarios en otros blogs y hasta en el mio, es por eso que quise ponerme el parche ante la herida por si mi comentario no era muy atinado, es que últimamente ando con las neuronas medias desconectadas, ojalá sea pasajero :).
Pasando al tema de Esther, creo que como hijo uno perdona a los padres aunque tarde tiempo en entender, siempre se quiere el afecto incondicional, pero por el otro lado está la visión de padre...me tienes que querer porque soy tu madre...los afectos también se ganan con gestos, con reciprocidad, con el procurarle felicidad al otro sin importar la propia.
Un beso y un abrazo cariñoso.

Lety Ricardez dijo...

Mil gracias querida Pepi, lo mismo digo de ti, y pues nada de desaciertos, yo te he leído en todos lados. Y de Esther te prometo, que ella no piensa así, nada de que la tengan que querer porque es la madre, de verdad, y si yo creo como dices tú, que el afecto, el real, como el que se tiene a los amigos, se construye cada día. Muchos, muchos besos para tí.

fgiucich dijo...

Otro sí digo: a las fotos de Laura las ví personalmente cuando las presentó en una muestra. Abrazos.

NATU dijo...

Nosotros los hijos, lo que mas amamos, y lo tenemos inconcientemente siempre dentro de nosotros, es amarlos más que a todo, puede que sucedan cosas, mil cosas!!! pero nunca ni aunque sea así, sentimos que nuestra familia nos deja de querer, por eso... no valoramos o decimos muchas veces lo que sentimos y es ahi... donde esta la raiz del problema... cuando escondemos ... más... de lo que debemos... se forma... esa capa dura... me pasó...peo sí existe una madre tan buena como tu y muchas otras, eso puede sanar, no eres Dios mi querida Lety, no te pongas triste por nada, sale adelante siempre con una sonrisa y trata de que su amor se haga grande.

Indianguman dijo...

Ay Letita, si de eso se trata crecer, de ponerse honestamente frente a uno mismo. Y cuesta tanto, lo estoy viviendo en carne propia... pero la única manera es cambiar a veces, y lo primero es reconocer la propia responsabilidad y los propios desaciertos, para a partir de allí construir algo nuevo, un nuevo entendimiento al menos y un mayor amor y aceptación hacia uno mismo con todos sus errores e imperfecciones.

Cuesta cuesta, pero con tu ejemplo la inspiración me llega.

Te quiere tu amiga Indian

Anónimo dijo...

Lety:

Si me dice donde encontrar el archivo, está perfecto, y si me lo manda por mail, también.

Muchos abrazos :)

Anónimo dijo...

Qué cursi!!
Qué hueva!!
Espero no ofenderte. No te preocupes, no volveré a pararame por aquí. Sólo una sugerencia: escribe un diario, no hagas público esto. Nada peor que buscar la lástima pública.
Besos.
Buen día.

Lety Ricardez dijo...

Don Fernando, que afortunado, yo recién entré en ese espacio y me quedé encantada de esta faceta que no conocía de nuestra querida amiga Laura.
Besos para usted.

Hola Queeny, pocos tan jóvenes como tú en esta casa, así que tu opinión es tomada muy en cuenta, es como oir a la hija que no tuvo Esther y mira que deseaba una. Besos a tu mamá y también para tí.

Lety Ricardez dijo...

Querida IndianGuman, sigo tu proceso y leo la maravilla de poemas que surgen de ese reconocimiento y aceptación. El poema que tienes ahora mismo, ya te he dicho cuanto me gusta.
Acompañarte es crecer contigo. Gracias por todo querida amiga

Querida Verónica, vuelves a sorprenderte, te veo tan joven que jamás hubiera imaginado que tengas un hijo de 17 años. Debo contarte que he seguido los links de tu blog y descubrí, por mencionar sólo uno, el tesoro de Poesía y sentimientos de la Señora Catalina Zentner, bellísimos poemas, en verdad.
Pues nuestra Esther ha recibido mayor comprensión de la que esperaba, gracias por tus generosas palabras, ahora sólo falta que vaya a a encontrarse con sus amigas en el Café Morgan y terminamos con ella y sus hijitos. Después vendrá Carmen que es la mujer que más me duele. Besos para tí

Lety Ricardez dijo...

Querida Noemí, Salgo de aquí y voy a ponerle el correo con el archivo, hasta este último post, gracias por querer leerlo. Ya me dirá su honesta opinión.
Mientras tanto la saludo con enorme afecto.

Buenas noches Yomero: Bienvenida tu presencia y gracias por el amable consejo, lo atendería con gusto, pero me anticipé, mejor que escribir un diario escribí una novela corta, que por tu comentario al fragmento que leiste, se que no te agradó.
Y no te preocupes, de ninguna manera me ofendo, cada cabeza es un mundo y cada persona es libre de tener su propia opinión. Yo respeto la tuya y dejo la puerta abierta para tí. Si regresas o no, serás tú quien lo decida.
Cordialmente

Pato.M. dijo...

No tengo mucho que decir. A veces siento que no siento nada, y por mucho que no me guste, me cuesta cambiarlo.
Por ahora sólo puedo "aportar" con mi admiración hacia tí, Lety, por tu sinceridad. Me da gusto que nos hagas crecer a todos =)

MacVamp dijo...

Sólo una visita rápida :)

Un abrazo muy fuerte y sigo leyendo con atención.

Lety Ricardez dijo...

Hola Pato:
Tú aportas mucho con tu presencia, tu mirada de luz y tu sonrisa amable. Si a eso le sumo tus palabras tengo un regalo grandote a esta hora feliz de la mañana.
Que Dios te bendiga PatoMeneses

Querida joven amiga MacVamp:
Tu visita constante era impredecible para mí pero muy deseada, así que tu paso por esta casa, aunque sea rapidin, como de doctor, y la promesa de leer con atención son valiosos para mí.
Que tengas una buena tarde y bellos sueños para tu HappyDemon

Anónimo dijo...

Gracias a ti siempre, Lety.
He posteado un cuento perteneciente a mi libro "Cuentos para la libertad" -aún sin publicar- en tres partes, porque es un pelín larguito. Las tres partes están seguiditas una debajo de otra para facilitar la lectura o el que se pueda imprimir. Seguramente te gustará, Lety.

Un abrazo muy entrañable desde el frío de Madrid, que hoy es mucho.

Hannah

Lety Ricardez dijo...

Querida Hannah:
Ya puedo anticipar que si, que me gustará, pero voy allá para comprobarlo.
De cualquier forma iría, porque ya estás en mi diario caminar.
Incluso aqui que gozamos de un clima benigno se deja sentir el frío. Un cafecito acurrucada en el sofá no te vendría mal antes de ir a dormir.
Hoy les subo algo también en quiero decir...
Besos para tí

Lo-que-serA dijo...

¡Ay, mi Lety! Qué doloroso verse en el espejo de los hijos. Qué difícil cuando una asume como errores propios sus defectos, los de ellos. Le dejo un abrazo a Esther y pongo mi cabeza en su hombro, también.
Besitos.

Lety Ricardez dijo...

Hermosa amiga, la que ya es:
Gracias por tu cariño. Y tú lidiando también con tu adolescente (que nombre tan apropiado para esa edad)pero nada que no se cure entre mamás, con unas horas de plática en la terraza mágica, más si vienes con él y con Rodrigo. También se cura con el correr de los años, tu escoge.
Besos para tí amiga del alma.

AMY dijo...

Lety, me detuve en tu blog, y te lei. Irradias una sencillez, una humildad y al mismo tiempo una grandeza de corazòn en tus textos, en los que puedo ver tus vivencias. Respecto a tu hijo, permite que crezca, llegará un momento de cambio para él, en el que todo lo que antes hizo o dejó de hacer se convertirán en su pasado. Lo que si te recomiendo, como profesora de jóvenes que soy es que no lo cantaletees. Dale una que otra vez tus consejos, que así pareciera no escucharlos,ahí van quedando. Tú pasas por la misma situación de otros padres, cuando tienen que enfrentarse a un mundo que presiona a sus hijos y tira por la borda todo lo que se les ha inculcado. Con esa bondad que irradias en lo que dices, has de ser una excelente madre y persona. De nuevo Lety, felicitaciones por lo que escribes..

Lety Ricardez dijo...

Toda mi gratitud por tus generosas palabras. Pensar que pueda yo dar al menos la cuarta parte de la imagen que me dices, ya me hace feliz.
Mil gracias también por tus atinados consejos. Parafraseando uno de mis poemas te diré que cuando escribo:
"soy y no soy la que se vuelca
sin encontrar la puerta del encierro
por un resquicio se fugan las palabras
y se quedan a medias las ideas
¿cuándo podré expresarme?
¿cómo se aprende el lenguaje del alma?
Primero surgieron de mis manos, poemas como este y después el texto que leíste. Habla en en Esther, una de varias mujeres que son y no son ajenas a mi. Pude a través de ellas entramar el tejido de mi vida. Me encantaría que volvieras, entretanto, te dejo aquí mi abrazo cordial y sincero.

Anónimo dijo...

Querida Lety, gracias por tus bellas palabras y por la generosidad y grandeza de tu corazón, ese que ve lo esencial más allá de todos los ojos.

Espero que te decidas a comentar el cuento, pues me interesa muchísimo tu opinión.

Un abrazo muy cariñoso.

Hannah

Lety Ricardez dijo...

Querida Hannah, claro que lo haré con muchísimo gusto, pero no quería contaminar las opiniones de los demás acerca de tu cuento, con la mía y como no me siento a gusto opinando en ese lugar, casi siempre eludo ser la primera, algunas veces incluso, veo las cosas a través de los ojos de los demás y matizo mi opinión o me reafirmo en ella, no toda la vida, me caso con mi primera impresión. Eso sólo con mi gordo (mi marido).
Y mis palabras son poco para lo que merecen tus reflexiones acerca de temas vitales y tu sabes que soy totalmente sincera al decirlo.
Me siento feliz de ser amigas.

Anónimo dijo...

Querida Lety, ya con calma, he releído tus últimos textos, y me refrendo en mi admiración por tu capacidad para expresarte del modo como lo haces. Un beso y muchos cariños, de una que todavía anda sin terminar los dichosos exámenes...
Besos

Lety Ricardez dijo...

Pues ojalá Dios te oiga Gabriela, por "sigue la mata dando" así que estas mujeres seguirán diciendo sin que pueda taparles la boca. Ya sólo está la escena de entrega del escrito de Esther y viene Carmen a sacarme "canas verdes".
Miles de besos para tí

Jorge Gajardo Rojas dijo...

Lo que pasa señora es que los niños se hacen hombres y las hijas mujeres.Y es bueno que vuelen con sus propias alas y no con ajenas.Si no se corre el peligro que nunca aprendan a volar yse queden siempre en tierra.
Desde Concepcion Chile un saludo

Lety Ricardez dijo...

Estos días he sido muy afortunada señor Gajardo, sea usted bienvenido.
Y respecto a esta mujer ella entiende lo que me dice, no se preocupe.
Nada más que para volar las aves se aliñan el plumaje.
Y eso es lo que ella quiere, que se repasen las plumas para volar bien alto, que los vientos contrarios no los sacudan.
Queda la puerta abierta y mi mano tendida en amistad, también salgo y me voy a visitarlo.

princess olie dijo...

Lety:
Buscaré en Internet el texto en que Khalil Gibran habla de los hijos. Después lo comentamos. Creo que te ayudará a ver las cosas desde un punto de vista diferente.
Un abrazo:
Olie

Lety Ricardez dijo...

Querida Olie:
Me apena haberte preocupado, en realidad este texto necesitaba ser escrito, y cumplió su cometido, las circunstancias de Esther son diferentes ahora y están en sintonía con lo que tú quieres decirle.
Besos para tí y mi gratitud enorme. Por favor no nos abandones, sigue leyendo el post siguiente, esta madre ya casi concluye, vendrá ahora CArmen la hija.

Tristán dijo...

Qué lástima que el señor Yomero no tenga los cojones para dejar su link. Qué lástima, de verdad, dan ganas de estrellar su carita contra la pared, de prenderle fuego, jaja, o de romper una silla, como diría el buen Girondo, pero no, eso de romper la silla era por el coraje de la vida, por la capacidad de asombro ante la vida, el señor Yomero no asombra, apenas es como tantos otros. Y perdón por no haberlo ignorado como todos, pero no, no se puede. Los lectores asiduos a este blog lo sabrán. Chanfle, eso de llegar tarde da muina (jaja, "muina", esa palabra siempre me dio risa).

Lety Ricardez dijo...

Ay mi amor, las lágrimas no sólo asomaron, sino que resbalaron si pudor por mi cara, siguen haciéndolo aún mientras escribo.

Mira si las palabras de YoMero provocaron las tuyas, ahí está la verdadera razón de su presencia. Valió la pena dejarlas para la posteridad, porque la posteridad eres tú.

Así que misión cumplida, la de sus palabras la presencia y constancia de los tres, el tú yo. Sigo llorando dulcemente a las tres de la mañana en uno de esos insomnios que producen frutos dulces.
Benditas sean.
Benditas

Mary Carmen San Vicente dijo...

Lety, por fin ya regresé y ahora sí que como me quedé desde este lugarsito donde dejé mi separador de hojas retomo esta historia que me tiene el alma a punto de turrón. Aquí surge algo que podemos entender quienes compartimos el gusto por la escritura como medio
de expresión y es que cuando estás ante una hoja en blanco es como si estuvieras frente a un espejo y
no queda más que desnudarse entre puntos y comas. Al ir escribiendo de su familia, ella ha logrado
percibir sus desaciertos tal cual son y hacer de las palabras su confesionario.

Lety Ricardez dijo...

Es para mi, un gran regalo que retomes la lectura en este punto mi querida MariCarmen:
En verdad te doy las gracias por hacerlo y deseo de todo corazón que sientas que has empleado bien el tiempo que le destines.
Por mi parte, seguiré extrayendo de tu fuente, la alegría diaria que nos compartes.
Te quiero mucho día soleado. Ese eres tú mi querida amiga.

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog