miércoles, diciembre 21, 2005

Es necesario cortar desde la raiz el mal

Sé que aún lo que he callado va a molestar a mi madre.
Ella leerá entrelíneas, tal vez se sentirá agredida, pero necesita enterarse. Saber que deseo amarla tal como es.

Ella con su vida, yo con la mía.

Es necesario cortar desde la raíz el mal. Bien sabe Dios que mi intención es buena, sólo deseo amar…

Las lágrimas resbalan humedeciendo sus mejillas sin que Carmen haga nada por detenerlas. Las deja llegar hasta su boca y recibe su salobre dulzura.
Todas quedan en silencio, respetando el estallido de dolor. Resulta impresionante para ellas ver al descubierto su vulnerabilidad. Presienten necesario que pase por este duelo para que agote su dolor.

Poco a poco se va calmando. Sus hombros se relajan y los suspiros se espacian. Entonces levanta la cara y vuelve a decir en voz tan baja que casi no le escuchan:

Gracias, amigas. Perdónenme, por favor, espero no haberlas afligido, creo que nunca me habían visto llorar, trato de ocultarlo pero la verdad, soy frágil.

En las noches, cuando en medio de mis preocupaciones no puedo dormir, me arrullo, y ni siquiera me sé la letra de las canciones; sólo las tarareo. Sigo la música que me parece recordar de dos o tres nanas que ella cantaba cuando me acunaba en aquel pequeño sillón

Ha vuelto a llorar calladamente y se limpia el rostro con apuro, porque ve pasar al mesero muy cerca y no quiere que nadie más la vea así. Permanecen un rato en silencio. Después Consuelo toma compasivamente la mano de Carmen y la acaricia. María se extiende para tocarla también.
Carmen las mira y sigue diciendo — No se como explicarles por qué resulta importante aquel sillón del que nunca pensé hablarles, viene a ser como una imagen de mi infancia. Aún ahora me parece verlo. Estaba en mi recámara, muy cerca de la puerta que cada noche cerraban cuidadosamente con llave. Esa puerta me separaba de mi madre, en las escasas ocasiones en que ella venía a vernos.
Siempre fue doloroso saberla del otro lado y no poder alcanzarla, por eso, cada noche, antes que la puerta se cerrara, le pedía con insistencia que me acunara en sus brazos y ella, paciente, los descansaba en el cómodo sillón. Ahí me cantaba, como me canto ahora. Estar ahí era tener la certeza de ser amada, como lo fue el yacer en sus brazos.
Ese sillón es lógico que se desmoronó en su día. Su deterioro me dolió, aunque no me asombrara. Lo que no entiendo es el amor entre nosotras...
¿cómo pudo, desaparecer con el tiempo?
La niña en el cuadro muestra ahora la mirada intensa y los ojos brillantes.
Esta vez no murmura, ni interfiere con el silencio. El eco de las últimas palabras, gemido o canto, se arropa en el aroma agridulce del toronjal.
Ninguna habla.
Todas salen calladamente.

36 comentarios:

Lety Ricardez dijo...

Queridos amigos, a todos los quiero y ustedes lo saben, pero en esta ocasión, quien más se aproximó al espíritu de mi texto, fue José, es por eso, que hago mías sus palabras y se las entrego.
Fueron un regalo de él para mí, yo lo comparto con ustedes:

"Todo aquel que escribe, se encuentra con una Carmen dentro. ¿Cómo plasmar en papel algo que no nos atrevemos ni a decir o pensar de manera consciente?. ¿Cómo tomar esa fuerza? ¿Cómo atreverse a la comunión?... Porque es algo que no tiene vuelta de hoja. Es abrirse, desgarrarse las entrañas, sentir escalofríos, dolerse, y nacer muriendo todos los días... que no importe el qué diran, hablar con uno mismo de la manera más sincera que existe, y con nadie más (para mí, ese es el valor de la escritura, no sé para los demás). Y lo mismo sucede al amar; uno se torna vulnerable, especialmente hacia uno mismo. Cierto, Carmen no dice todo lo que podría, y esa es su justa decisión. Pero lo que importa, es el proceso por el que pasó para escribir lo que escribió. Tiró el lastre por la borda... Decía Oscar Wilde que nada más hacen falta dos cosas para escribir: tener algo que decir, y (atreverse a) decirlo. En este caso, Carmen dijo mucho; mucho más que simples palabras, porque el silencio también grita..."

Compartí sus palabras porque esa es la razón de este espacio: Comulgar la vida

Dra. Kleine dijo...

Sabias palabras nena, y en cuanto a todo, sabemos que como humanos estamos ahi pero como amigos podremos apoyarnos siempre!


Un saludo!

fgiucich dijo...

Me pregunto cuáles serían las razones de esa madre para escapar al cariño de la hija y dejarla sedienta de una simple caricia,cada noche. Porque al cerrar la puerta con llave, también cerraba el corazón. La descripción es intensa y transmite todo el dolor de esa niña. Abrazos.

Una Pepina dijo...

Cuando termine de leer tu post, me levante y fui a abrazar a Pepina. Es increible la cantidad de cosas simples pero enormes de las que uno goza y no se da cuenta.
Doy gracias a Dios que puedo disfrutar de amar a mi madre y q ella me corresponda. Es terrible amar a alguien y no poder expresarlo en besos o caricias, ni siquiera en una mirada.

AbrazoZzz,
Pepinita

Laura dijo...

Lety:
qué relato!
Agradezco a Dios las caricias que recibí, incluso las veces que me molestaron y me agobiaron. Debe ser muy duro crecer sin ellas.

Reales y conmovedoras como siempres tus palabras.

Lety Ricardez dijo...

Querida Doctora Kleine:
La extrañaba en verdad.
Esta Carmen me sacó canas verdes con sus textos y desaparecí del mapa un ratito. Estaba sentada a la sombra leyéndoles a ustedes.
Pero ya estoy aquí, la abrazo con cariño

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No don Fernando, en esa época la madre no escapaba de las caricias, ni las regateaba, era la madrina quien cerraba la puerta.
La niña entonces todavía no sabía el mal que hace el consentimiento. Pero si necesitaba mucho esas caricias.
Yo le dejo a usted un beso en la frente.

Lety Ricardez dijo...

Por mis visitas a tu blog, yo se la hermosa relación entre Pepina y Pepinita. Es dulce leerlas a las dos.
Gracias por no enojarte con esta mujer que había perdido el amor y ahora intenta reencontrarlo.
Muchos besos para ustedes y mi deseo de bendiciones.

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Querida Laura:

Fue duro en verdad, porque la madrina era amorosa pero más parca en caricias y la madre nunca estaba, una o dos veces al año tal vez, y por supuesto las vacaciones eran con ella.
Pero la vida no es estática, lo sabes, y esta mujer no puede negar que ha sido amada, de muchas formas y maneras, por eso su realidad ya es otra.
Besos por tu cariñosa reacción y por el amor que me vas dando, que es bien correspondido.

Silencio dijo...

Nada como un buen y desestrezante llanto, no se me gusta que no haya pepinillos para no llorar. Me agrada, recuerdo la única vez que lloré con madre y tía incluidas, hermanos creo, todos se quedaron frios, nunca nadie me había visto llorar, y menos en público. Me grada esto que leo, me saca algunas cosas que bien creo que ya debería dejarse muy atras.

Un abrazo

Lety Ricardez dijo...

Hola Silencio:
Cuando dejas salir el silencio, las heridas sanan, déjalo que escape por las rendijas, por las puertas por las ventanas. No lo dejes dentro.
Mientras sale, quédate un momento aquí conmigo.

J.S. Zolliker dijo...

Espiritu Bello: Agradezco mucho tus hermosos textos y la cita de mis palabras... En esta ocasión, agradezco también esas sencaciones que vas recreando en todos nosotros, quienes nos hemos hecho tus habituales lectores, porque como bien dices: nos haces comulgar la vida, ajena, fantasiosa y propia. Recibe un caluroso abrazo y mi más amplio reconocimiento. Que disfruten mucho de estas fiestas!

Lety Ricardez dijo...

Querido José:
En verdad esperaba tu presencia, para agradecerte de todo corazón tus hermosas y sabias palabras.
Me había impuesto un pesado silencio que afortunadamente ya no es necesario.
Tienes un sitio real en mi afecto y mis mejores deseos por tu felicidad.
Cariñosamente

Kramer dijo...

Todo a su tiempo...

flakon dijo...

Hola, tanto tiempo...


Tu texto me conmovió, pues hoy mi madre está enferma... de muchas cosas que la agobian y envejecen...

Siempre ha sido cariñosa conmigo, y es cierto que a veces uno se enoja con tanto cariño, pero al verla ahora adolorida, apenada, no puedo evitar entristecer...

Escribiré algo sobre ella a su tiempo, y les contaré la historia completa de sus males... los que no merece en absoluto...

Un beso...

Lety Ricardez dijo...

Hola Kramer:
Todo a su tiempo dices,y mira, a esta Carmen le ha tocado en suerte que yo suba estos textos en esta temporada de alegría y unión familiar. Sin embargo, la casualidad no existe. Todo tiene su razón de ser.
Gracias por estar aquí, te abrazo cordialmente.

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Querido Flakon:

El tiempo es relativo y tú lo sabes, además nos regalamos muchas veces una presencia silenciosa y esa, también es importante.
Estaré pendiente de lo que escribas acerca de tu madre, y tienes razón, el sufrimiento no se merece. Además rinde frutos cuando se asume en fe y con amor.
Te dejo mi abrazo navideño para tu madre y mi gratitud por tu voz y por tu compañía.

Anónimo dijo...

feliz navidad!

Dra. Kleine dijo...

nenaaaaaaa, psttt, Lety...Hoy estamos al borde de la Navidad! a punto de caer! ay, ay,,, ven!

Deja que tus mujeres cuenten algo de ello, si? si? se puede??
Feliz, feliz, feliz, pero muy, feliz, rete feliz Navidad!

Eugenia Cristina dijo...

Te deseo una ¡Feliz Navidad!
Aunque he andado muy afligida con lo poco que me alcanza el tiempo, de modo que a veces he pensado prodigar cariño o consuelo y no lo he hecho por andar corriendo, al menos para mi modo; me he asombrado porque aunque yo no tengo esa habilidad para simbolizar con diferentes mujeres, varias de las circunstancias de las relaciones con la madre o con los hijos me recuerdan muchísimo mi propia vida y la de mis hijos. La verdad que mi relación con mi madre fue terrible aunque fui su única hija pero ella se comportaba bien con sus sobrinos y no conmigo, tengo muchos recuerdos felices entre los dos años y medio y las cuatro y medio y eso me sostuvo gran parte de mi vida; una muy querida amiga mía que vivió situaciones similares, me dijo que ella vivió una versión atenuada de lo que viví yo, lo que con la gracia de Dios ha ido sanando. Fue mi madre la que le cerró la puerta a mi papá y no lo dejó a entrar más a la casa y se dedicó a maltratarme y dejarse dominar por una amiga de ella que la dominaba mediante la superstición y que hizo mucho por destruirme a mí. Lo bueno es que se ha ido superando con la gracia de Dios, también ha ido transcurriendo la vida. En fin, que esta amiga me ha dicho que mis hijos han tenido algo que yo no tuve: una mamá que los quiere mucho. Cuando ya tenía a dos de mis tres hijos, un psicólogo me dijo que debía asimilar que mi mamá no me quería y que en eso no había culpa de parte de ella sino una incapacidad. Las sanaciones que he ido experimentando han hecho que ahora pueda contemplar la Navidad con una serenidad que antes no tenía ni remotamente ante esta fiesta.
Un gran abrazo.

Indianguman dijo...

Me hago parte de la comunión, y aventuro que el amor entre una madre y una hija nunca puede desaparecer, a lo más permanecer enterrado en los reinos de nuestro ninio interno.

Felices fiestas Lety, que las pases rodeada de todo el amor de tu familia y del que en la distancia te enviamos tus fieles lectores.

Un abrazo gigante!

Presentes Ausencias dijo...

Me he estremecido con este texto.
Te dejo mi abrazo y mi palabra amiga.
Y te digo que en la rueda de la amistad siempre hay disponible un espacio para la gente sensible como tú.

tyare dijo...

TTiene razón José, muchas veces los silencios dicen más que mil palabras. carmen sufre por el desapego de su madre, digoasí porque me resulta increíble que una madre deje de amar a su hija. Sólo pueden distanciarse, pero el amor persiste. Besos Lety y Feliz Año Nuevo!!!!

noname dijo...

Me es difícil escribirte un comentario esta vez Lety querida, será porque tu relato me es muy cercano?, no sé en realidad ni siquiera como consolarte porque aún yo busco el consuelo.
Sólo te digo que me ha encantado poder conocerte y te brindo mi amistad que puede ser infinita.
Te quiero mucho Lety, gracias pro tus palabras.

MacVamp dijo...

Suele ser difícil demostrar el cariño en términos físicos, si has carecido de él desde la infancia. Así le ocurría a mi madre, que demostraba todo mediante otras acciones, pero con pocoas, muy pocas demostraciones físicas.

Y ahora yo superé todos esos miedos con los que crecí y me como a besos y caricias a mi Happy Demon y a mi marido, nunca dejo pasar la oportunidad, jejeje.

El tiempo todo lo cura, todo te enseña. Sólo basta que tengamos el corazón y los óidos abiertos y dispuestos.

Un fuerte abrazo Lety y felices fiestas, que estés rodeada de amor y salud.

J.S. Zolliker dijo...

Espiritu Bello:
Por este medio, te hago llegar un abrazo y mis mejores deseos para el 2006. Sigue escribiéndonos de estas mujeres que se han ido metiendo muy dentro!
saludos!

Gullveig dijo...

Mi querida Lety

Feliz feliz 2006

un abrazo con todo mi carinho

Unknown dijo...

Mi Lety;
Te extraño tanto.

¡te acuerdas cuando pasamos la navidad contigo?

Yo me acuerdo. Roberto también.

Todavía me pongo el vestido de terciopelo negro que sufríó el embate del fuego del hogar. Y del vestido renacido que me regalaste, tan generosamente.

te ama:
Raquel

noname dijo...

Muy feliz año 2006 para ti Lety querida amiga.
Un beso y un abrazo para ti.

Dra. Kleine dijo...

Hey Lety! pssssttt!

abrazo y beso: feliz 2006!

Sigamos con buenos animos de leernos!

saluditos.com!

Lety Ricardez dijo...

Dear Ciclista:
My English is very bad, but I would like to tell you thank you for your visit. This is your home

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Mi querida Doctora Kleine:

Ya estuve por su casa para disculparme por este largo silencio. Aún no recupero mi habitación en esta casa, pero al menos, hoy pude entrar a Internet varias horas. Y vengo a corresponder a su cariño.
No dejaré caer al vacío su petición, pero al menos por ahora no puedo hacerlo, porque rompería con el sentido del texto, tal vez un día, si usted lo quiere, se lo envíe completo en un archivo.
Ya faltan pocas por hablar y hoy subí a la terrible Antonia.
Le dejo mi abrazo agradecido por su presencia en mi vida.

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Lety Ricardez dijo...

Querida Eugenia Cristina:
Cuando al leer mi texto, te remites a tu propia vida, se que me has permitido tocarte y ese contacto es el fruto más valioso que el parto doloroso de mis palabras pudo producir. Todos llevamos cicatrices y eso es válido, pero no lo sería si fueran heridas siempre abiertas.

Cada suceso, doloroso o feliz, nos deja una enseñanza. Has tenido una amiga y un psicólogo que te apoyen, pero la fuente de tu fuerza está dentro de tí, no dejes de buscarla.
Te abrazo con cariño entrañable y dejo un mensaje en tu blog.

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Hola Verónica, aun a riesgo de ser repetitiva, vuelvo a expresarte mi gratitud por permitirnos compartir contigo y la Sra. Catalina su amistad y la belleza de sus poemas.

Ya estuve por tu casa a deleitarme después de tantos días con hambre de leerlas.

Lety Ricardez dijo...

Querida IndianGuman:
He revisado y se que Carmen se adjudicó un papel de conciencia que para su madre debió ser demasiado molesto.
Cosas como esta pueden transformar la relación en una rivalidad o competencia.
Ella ahora se ha revisado a si misma, no a los demás, porque ahora sabe que podemos cambiarnos pero no cambiar a los demás.
Cada persona tiene esa libertad y esa obligación también y nadie puede imponerle el momento para hacerlo.
Estos textos fueron necesarios en su día, ahora fue necesario lanzarlos al vuelo, no se a donde llegarán.
Besos para tí amiga querida.

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Doña Catalina:

Sus palabras son un regalo para mis oidos y miel para las heridas.
Me doy cuenta de lo valioso de su amistad y me honraría en llegar a tenerla.
Que Dios la bendiga ahora y siempre

Lety Ricardez dijo...

Querida Tyare:
Sin ánimo de contradecir a José o a tí, te digo que las cosas fueron bastante difíciles para Carmen.

Decía su madrina que se es madre no sólo por engendrar, también por criar y Carmen creció lejos de la madre, ese vínculo indispensable no se dió en su totalidad entre ellas.

Fue sometida a dos tipos de educación totalmente distintos entre sí, pero todo esto ha dejado de ser importante.

Carmen puede ahora aceptar el amor y el desamor de los demás. Es el amor que ella es capaz de dar lo que realmente importa. Estos textos irán sembrándolo.

Besos para tí querida amiga y la fortaleza de Dios en tí, para estos días.

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¿Ahora ya ves que somos hermanas querida Pepi?
Mi cariño por tí, desde el primer día que te leí es entrañable.
Sabía que hablabas desde el corazón y te sentí desde el primer momento.
Haré todo lo que esté de mi parte por acrecentar nuestra amistad y llegar a conocerte en la realidad un día.
Te dejo hoy con mi abrazo cariñoso

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Lety Ricardez dijo...

Querida Mac Vamp:
Algunas veces me he acercado a tí a través de tu madre.
Yo también como tú soy demostrativa, enormemente, con mi marido, con mi hijos y también con todos mis amigos. Gozo en tocarlos y dejarme tocar, aspiro incluso a que toquen mi alma, aunque esto me de un poco de miedo, sin embargo me atrevo a dejarla al descubierto, porque no me gustan los miedos.

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Terragel:

Mil gracias por su amable presencia. Yo también como usted pienso que este es un mega universo en el que todos estamos llamdos a sembrar nuestras voces.
Y mire de que tierra tan pródiga se trata que ni siquiera las diferencias de idioma nos detienen.
El Portugues es un bello lenguaje, que se abraza con el mío y nos permite comulgar a través de lo escrito.
Reciba mi abrazo emocionado.

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Querido José:

Ya he estado en tu blog y también he subido un nuevo texto, pero no quiero dejarte sin respuesta aquí, ni dejar de expresarte mi gratitud, nuevo y al mismo tiempo viejo amigo. Se que me entiendes e incluso siento coincidencias en la intención de nuestros blogs, por eso me encanta el nombre del tuyo Realidad Novelada

Lety Ricardez dijo...

Gala, querida Gala:
Tu presencia me estaba haciendo falta.
¿Estás bien de salud? ¿Cómo está el ánimo?
Tu voz es fuerte y sincera, tus relatos honestos y bellos. Ojalá que en este año, encuentres el tiempo y el ánimo suficiente para regalarnos con ellos.
Te quiero mucho

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Raquel querida mamita por elección, mi cómplice en mis textos, mi maestra en la poesía.

¡Cómo voy a olvidar los tiempos que me has regalado ni la generosidad de Roberto (mi papito) que se priva de tu compañía por días enteros, para que me ayudes a caminar.

Ay Dios, todavía recuerdo lo bonita que te veías con ese hermoso vestido de terciopelo y el susto que nos dió el horno. Ningún vestido que yo te pudiera dar compensaría aquel, pero que bueno que todavía puedes usarlo.

Dios nos dará nuevas Navidades juntos, eso lo puedo adivinar, porque las dos trataremos de tenerlas.

Mientras tanto, te abrazo desde esta que es tu tierra y tu casa y les mando a los dos todo mi amor.

Lety Ricardez dijo...

Querida Pepi:

Ya volví. ¿leiste tu mensaje arriba? Ya estuve también por tu casa y te dejé todos mis buenos deseos, casi vacío mi saquito ahí.
Cariñosamente

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Mi Doctora Kleine, también estuve con usted.
¿Ya me leyó? Los extrañaba mucho, pero algún día que venga usted a Oaxaca entenderá este lío de Casa Cid de León, donde más que vivir, floto, de una a otra de las habitaciones.
Por eso estuve sin Internet, porque mi espíritu no tuvo cabida estos días por aquí,
La beso con mucho cariño

Mary Carmen San Vicente dijo...

¡Qué cosa! Hoy por fin me puedo dar el tiempo para leerte con calma Lety y recién llego y me encuentro algo que no quise leer bien pero me sonó a que llegó el final. Pero no leí nada, no quise porque por algo voy retomando la historia desde Diciembre que fue un mes lleno de quehaceres para mí. No se me hace justo leer un capítulo antes así que bueno, me voy tomando mis ratos para ponerme al tanto. Bien dijo Mr. Zolliker, él siempre sabe lo que dice me pregunto si así será en su casa jeje Uno como lector es Carmen, es María, es la hermana, la ahijada, la madrina, la madre porque así nos has llevado de la mano Lety, permitiendo que el reflejo de tus mujeres que ahora son nuestras mujeres también, nos vayan mostrando todo esa madeja de sentires que se van tejiendo a través de sus relatos.

Muchas noches y Domingos que te leía pensaba si no serías tú misma, pero qué digo, si todas hemos sido en su momento un tanto como estas mujeres. ¿Quién no ha llorado o no ha sentido la ingratitud de un hijo, o qué madre no ha sentido que no hizo lo correcto? No digo que tire la piedra la que no lo ha dicho porque nos llueve un pedrerío que Dios guarde la hora! jeje

Mi Lety, te agradezco esa capacidad que tienes de lograr plasmar en palabras todo esto, te admiro muchísimo y te quiero.

Un beso grande !

Lety Ricardez dijo...

Ay MariCarmen querida, llegas en un momento tan importante para mí. Si ha llegado el final, pero no te adelanto nada. Sólo te expreso esta felicidad enorme de tu venida. Ahora somos menos y pensar en que tu ausencia fuera por aburrimiento me entristecía sobremanera. No porque quiera palabras bonitas, tú me entiendes, sino porque necesito tus palabras sinceras, crecer contigo. Saber lo que los textos logran, para cambiarlos cuantas veces sea necesario para alcanzar a tocarte
Soy tu amiga en verdad y deseo con todo el corazón verte con estos ojos físicos y se que Dios lo permitirá un día porque vives en México. En abril, con el favor de Dios, estaré allá por unos días y entonces espero poder verte. Sigue leyendo por favor, que yo te espero con la alegría que me has devuelto y con todo mi cariño

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog