miércoles, julio 19, 2006

Ignacio Javier, Javier-Ignacio XXII

Ya que te hablé de tu padrino, sería bueno mencionar la gran fiesta de tu bautizo, nunca había visto a Nacho tan entusiasmado, Dios mío, que fiestón el que armó, digno de una boda, más que de un bautizo.

Hizo instalar carpas en el patio frontal del Aranjuez, ese donde se encuentra la fuente sombreada por la bugambilia, que estaba cubierta de flores y se veía espectacular, pero Nacho hubiera querido quitarla para agregar otra mesa a las de sus invitados.

Contrató un grupo musical bastante caro, mandó hacer la comida por toneladas, era un derroche de alegría y de color, las mesas redondas para diez comensales estrenaron manteles, mandó apisonar la tierra para que pudiera bailarse al terminar la comida, estuvo pendiente de cada platillo, de los dulces oaxaqueños para el postre, nieve para los niños y cuanto pudieras imaginar.

La Misa fue en Tlalixtac de Cabrera, el Municipio al que pertenece la Hacienda y Nacho quería partirse en pedazos para quedarse a continuar con los preparativos y al mismo tiempo irse a la Misa, claro que no tenía opción, debía encargar a otro que vigilara a la gente que trabajaba en el montaje, mientras el asistía a la Celebración, donde recibirías tu filiación cristiana.

Así que me ofrecí a quedarme en la casa, al tanto de los empleados, mientras todos los demás se fueron y tratándose de Nacho, no podía faltar el detalle que se saliera del contexto habitual.

Estaban ya perfectamente plantadas las carpas, y se habían colocado algunas mesas. Nacho fue el último en irse rumbo a la Iglesia, porque tus abuelos y tu mamá, nerviosos por llegar tarde decidieron adelantarse.

Algunos invitados, los de mayor confianza, que decidieron escoger un mejor lugar, no asistieron a la Iglesia y se acomodaron en las primeras mesas que se arreglaron, entre ellos Carlos Morales, la Georgia, Pina Hamilton y no recuerdo quien más.
De la presencia de ellos si, porque llegaron antes de que se fuera y lo bromearon anticipando catástrofes en la Iglesia, porque él iba a entrar.
Nacho no se fue sin ver que se les sirviera algo, y aproximadamente veinte minutos después, se levantó un ventarrón de miedo, que arrancó tres de las carpas de su base y volteó aquella en que estaban sus mesas, quedando ellos bajo las lonas. Se escuchaban sus risas, pero aún así, corrimos a ver si no les había lastimado alguno de los soportes, a ellos casi no se les entendía porque hablaban entre carcajadas, hasta que Pina me pudo decir: Canijo Nacho, segurito que la carpa se voló cuando entró a la Iglesia, es que él y su Javier no necesitan bautismo sino exorcismo.

Así bromeaban todos acerca de tu papá y sus historias.
Debo decirte que cuando regresaron contigo ya bautizado, este suceso fue repetido de boca en boca y festejado el chiste de Pina Hamilton en todas y cada una de las mesas, menos mal que salidos de la Iglesia, el ventarrón no se repitió y la fiesta fue una de las más alegres que el Aranjuez cobijó entre sus muros.

12 comentarios:

Laura dijo...

Que lindas anécdotas. Pese a que el marco de este cuadro que pintas ya sabemos no es demasiado bello, sin embargo visto en detalle alberga delicadezas y preciosidades, como un niño el dia de su bautizo.

Cariños

ka! dijo...

Estimada Damota:

Es precisamente ese tu amor por nacho y tu gusto de conservar su esencia los que nos ha mantenido (como siempre) esperando las entregar para disfrutarlos poco a poco.

Sabes?..lo que haces al revivir su memoria es una prueba más del gran amor a la familia que heredamos de nuestros padres y de nuestros abuelos, que nos enseñaron a amar la tierra y a la familia..créeme...huelo y disfruto...y me encanta lo que veo.

Un saludo señora..

Anónimo dijo...

Es un legado familiar realmente exquisito.

BeSiToS.

Indianguman dijo...

qué dulce así para el que lee cuando introduces esta anécdota feliz de la vida de padre e hijo. Es importante rescatar todos aquellos hitos...

abrazos y un besito para mi Lety!

Viv. dijo...

Ellos eran la fiesta.
Un fuerte abrazo, Lety, en el día del amigo!

antoñita la fantástica dijo...

Pasaba a seguir con el relato y a dejarte mis cariños...

pensaste en publicar este regalo racionado?

un beso muy gigante

Lilian dijo...

En algunas películas vi como es que suelen hacer las fiestas allí en México, y por un momento imaginé como habría sido esa fiesta familiar. Y digo.. un acontecimiento digno de ser disfrutado.

Y como soy de Argentina, y para nosotros hoy 20 de Julio es el día del Amigo, te doy un abrazo grande, grande, en honor a la amistad.
Que Dios te bendiga!!
Cariños

fgiucich dijo...

Hasta mi lugar llegaron los sones de la orquesta y el aroma de los platos, mezclados con el viento. Abrazos, amiga.

Anónimo dijo...

Voy a ser un poco atrevida.
Porque no subes una foto de Nacho???
Me gustaria ponerle un rostro a este hombre que nos esta robando poco a poco el corazon.
Perdona mi atrevimiento.
Tu sobrino debe de sentirse enormemente querido desde el cielo.
Mil besos.

Anónimo dijo...

Jodoroswky dice que la única forma de crecer es hacer este recorrido que estas haciendo querida Lety en tus relatos...buscando en la historia familiar aquello que vuelve, y como de este modo tan creativo la transformas en una gran obra que te permite crecer..abrazos dulces

La-Roc dijo...

Hola Lety:

Gracias por tus buenos deseos... aun no estoy del todo recuperada pero si muchisimo mejor.


Aquí estoy para ponerme al día con las historia de tu hermano Nacho.


Besitos caribeños!

Araceli Gallardo Peña dijo...

Vaya tu hermano si que sabía de festejos y más un acontecimiento tan importante, que vida tan llena de aventuras, risas y amigos.

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog