martes, abril 10, 2007

XII.- El Hematólogo debe haber pensado que soy una ignorante

















Todo comenzó con el error del laboratorio en los análisis de sangre y con el Hematólogo, quien debe haber pensado que soy una ignorante, o estoy loca de remate. Y no fue para menos.
Ante el resultado del análisis de sangre que le llevé, me dijo que su diagnóstico era Leucemia Crónica. Que la detección había sido un hallazgo, y que podía adelantarme, que acaso estaría en Fase II. Aunque necesitaba realizar, algunos estudios adicionales, para desechar la existencia de un tumor de otro tipo.
También me anticipó, que en caso de resultar negativos, esos análisis tan sólo confirmarían su diagnóstico. Fue entonces que me solté a reír de buena gana.

Ante su cara de sorpresa tuve que taparme la boca, para intentar parar mi risa. El se mostró bastante molesto.

—Discúlpeme Doctor, no soy una ignorante, pero lo que me dijo tiene gracia. Me está usted informando, que si no choco, de cualquier modo me atropellan y eso me hizo reír. Pero no crea que no le entiendo. Ya me callo, y por favor, hábleme del tratamiento y expectativas de vida, quiero escuchar todo lo que me pueda decir—.

El me preguntó entonces, si quería que le explicara las cosas a mi esposo que iba conmigo, o a mí. Yo le dije que podía hablarme directamente, que estaba en condiciones de asumir toda su información.

Con esto, pudo continuar la consulta con cierta normalidad. Me explicó los tipos de Leucemia. Los nombres eran tan complicados, que le pedí que con su letra los escribiera en mis análisis, para empezar a familiarizarme con ellos. No respondía a mi sonrisa. Creo que con mi hilaridad y la ausencia de espanto, no desperté su simpatía. Tal vez está acostumbrado a lágrimas, desesperación o enojo, de parte de sus pacientes. Yo entiendo que la entereza con la que asumí el diagnóstico, no es mía. Pero si estuvo en mí para fortalecerme en ese momento, y no me abandonó en los subsecuentes.

En esta tu casa, no existe siquiera un cajón con llave. Todos los muebles están abiertos. Así mi vida y sus circunstancias, por esa razón no pude ocultar ni un día, los resultados de mi visita médica. En cuanto se enteraron, los hijos se agruparon alrededor de nosotros y aunque todavía no se si mi actitud fue la mejor, se que fue honesta.

Hablé con ellos y mi marido de buen ánimo y les pedí que lo tomaran con tranquilidad. Que no era cosa de morirme en ese momento. Que la Leucemia no es dolorosa y que antes de ponerme verdaderamente mal, aún podría hacer muchas cosas. Incluso encontré otro motivo para hacerlos reír. El año anterior —el 26 de julio del 2005 si mal no recuerdo— me operé y en esa ocasión presentí que no saldría de la anestesia. Les recordé que entonces oré por un año más de vida, y si no era mucho pedir, por la oportunidad para devolver la dignidad a mi cuerpo y morir flaca.
Esta vez, los análisis de sangre que sirvieron de base para el diagnóstico de Leucemia, me los hicieron el 25 de julio. Por eso pude bromear con mis hijos, acerca de lo claro que Dios me había escuchado. Tuve un año de salud y además iba a morir no flaca, sino flaquísima.

Dejando fuera el humorismo y hablando en plata, el diagnóstico me movió. Abandoné la negatividad en la que me había hundido el conflicto en mi ciudad y reconocí en mis males, su consecuencia.
Mejoré mi actitud, que duda cabe. Quien no se hinca ante una llamada de atención de ese tamaño.
Aún así, el conflicto me había movido tanto de mi eje, que incluso hoy, aunque no lo quisiera, incurro en la ira y sentimientos de venganza, cuando me asalta la inquietud, de que la paz de que gozamos es aparente. Así que estoy luchando conmigo misma para recuperar terreno, porque en esta situación, no me quedé parada, ni mucho menos caminé.
Mi estatura como persona decreció y eso me duele. Lo único que me salva es la serenidad para asumir la enfermedad y esa, me fue prestada. Duele también confesártelo, pero es la única manera de volver al camino.
Tampoco hubo lugar para lágrimas con mis hijos, pero si con mi esposo y ese momento es motivo de otra historia, a la que ya le llegará su turno.
******
¿Te confieso algo?
He estado tentada por dejar el blog, o al menos este, por la pena que me causa confundirte con los vuelos de mi columpio.
Esos vuelos donde mi vista se posa a veces en el hoy, a veces en el mañana y otras en el ayer, sin orden ni concierto.
Es cierto que algo de esto, ya lo había subido antes, porque es precisamente la conversación contigo, la que provoca lo que actualmente escribo. Antes eran relatos sueltos y aquí los estoy incorporando a un texto único, el de EntreCaracoles, que es la misión que me fue impuesta, transformar en palabras, escritas especialmente para tí, lo cotidiano.
Ya sabes que no nací para grandes empresas. La simpleza de mi prosa, que a mi me gusta llamar transparencia, jeje mira que complaciente esto siendo conmigo, te dice que apenas soy alondra, aún así, vivo feliz de lo que soy.
Y tú vienes, y a veces eres quien me ha acompañado desde el principio, y entonces lo que cuento no te sorprende. Y otras, eres mi nuev@ amig@ y para tí, las cosas suceden en el momento en que te las narro, porque aquello de lo que no tenías conocimiento o consciencia, sólo existe cuando sabes de ello.
Pero otras veces, nos hemos soltado la mano en el camino, y dejamos de visitarnos, es entonces cuando viene el desconcierto.
Y hay razón para ello. Eel tiempo real no da para visitas y lecturas cada día. La vida nos reclama a tí y a mí con su bagaje de complicaciones. Entonces, perdona por favor a esta tu amiga, por repetirse o inquietarte. Decidí seguir con el blog, mientras no te canse.
Te dejo aquí mi abrazo agradecido

22 comentarios:

fgiucich dijo...

En aquellos días, cuando creímos que el mundo se nos venía bajo por el diagnóstico equivocado, tuviste el valor de enfrentar a la más dura de las noticias, con una sonrisa a flor de labio. Si no te conociera, diría que fué una reacción defensiva (quizás sí lo fue), pero teniendo el privilegio de haber visto tu mirada límpida y palpado tu alma transparente, puedo confesar que tienes el valor de cien guerreros. Y, por favor, que no se te cruce por la mente abandonar este blog. Estaba algo preocupado por tu silencio, pero luego colegí que por los días de semana santa, tu casa habrá estado con muchas visitas (así lo espero). Abrazos.

Francisca Westphal dijo...

Ya puedes jugar con los tiempos, presentes o futuros y pasados también, ya sabemos que estas bien y contenta, sabemos que estas recuperada y que el diagnóstico fue errado... que más? cerrar estas páginas... nein bitte!

Pablo dijo...

Hola Lety, es primera vez que visito este blog, he leído tu último post y me causó mucha impresión. Por una lado por tu diagnóstico, pero por otra por tu actitud. Qué difícil pero qué bien tomarse las cosas con humor, agradecer cada minuto y día de tu vida y compartirla cerquita con los tuyos. Te dejo un abrazo grande desde Chile, Pablo.

Marce Mercado dijo...

Lety, bellísima, llegué a tu Blog porque Pablo lo linkeó en el mío...
y eres tan linda, tan tenue...casi transparente...
Y tan sabia
y ando muy triste por estos días, así que me arrimo a este tremendo árbol virtual que eres tú...
Desde Chile, mucha Luz para ti...

Marce

J.S. Zolliker dijo...

Si nos abandonas, si me enojo... no, no me enojo, me encabrono... ;) Recibe un abrazo, espíritu bello.

princess olie dijo...

Quédate, Lety.
Yo no me emborracho
con las vueltas
que das en el tiempo
Mal que mal,
la vida
es un eterno ciclo.
No te vayas,
amiga,
amiga de luz.

Te abrazo con amor y respeto,
tirando de tus trenzas:

olie

Y, como me canta mi hijo:
"please, don't go!!"

abril 11

Anónimo dijo...

Querida Lety, sigue escribiendo, aunqeu no pasemos todos los días por tu casa, aunqeu algunas veces tardemos en dejar unas palabras, aunque a veces los silencios duelan o no se entiendan, aunque el tiempo retroceda y avance...sigue escribiendo querida amiga, todos aprendemos cada vez que el corazón se hace palabras!

Te dejo un abrazo grande y todo mi cariño...como siempre!

Laura dijo...

Recuerdo perfectamente cuando me enteré de tu diagnóstico, unido al de la bebita de mi amiga que no corrió tan buena suerte como el tuyo.
No dejes de mecer tu columpio, porque allí voy yo también, parada detrás tuyo, mirando y reviendo la vida.
Abrazos

Anónimo dijo...

Te he leído muchas veces, desde hace tiempo, siempre disfrutando lo que escribes, lo que compartes, lo que enseñas; eres una mujer muy valiente, creativa e inteligente, eso se siente y lo trasmites.
Gracias por regalarnos tus palabras.
Te mando un abrazo muy grande, con toda mi admiración.

Hernán Fco. dijo...

Hola Lety, vengo desde la Marcy, muchas veces te he visto por ahí comentando, pero nunca te habia visitado, bueno, vengo a dejarte mis mas sinceros saludos y mis mejores deseos de felicidad, confort, alegrías y una salud plena, nunca dejes de luchar ah y esto del blog, como seguro sabrás, es la mejor terapia, si que lo es...

Tuve la suerte de conocer tu País bellisimo, un par de veces, seguro que para la próxima estoy por ahí.


Sorry pero la palabrita no me quiere, tampoco me gusta buuu

Diana L. Caffaratti dijo...

¡Qué bella manera de decir las cosas y hacernos senttir que lo que dices es exactamente para mí y para nadie más.!
Celebro tu decisión de continuar, querida Lety.
El tiempo y las tareas a veces no nos reconcilian con nuestros deseos de andarnos "de parranda" con nuestros amigos virtuales, yendo de blog en blog y aliviarnos de ese deseo del encuentro.Sin embargho, no seguimos fieles, cada vez que encontramos un resquicio en la rutina.
Por mi parte, mis trasnochadas (que dedicaba a Internet) están corrigiéndose para estar más espavilada durante el día (Pues que ya se me notaba y la gente pensaba mal... Tal vez, no. Pero a mí me da que sí)
Como desde que entré por primera vez, te percibo entrañable.
Un abrazo

Lilian dijo...

Mi querida Lety, bien sabes que soy cristiana, y te digo que en mis momentos alegres, mis momentos tristes, mis incertidumbres, en mis cuestionamientos, siempre termino acurrucándome en los brazos de mi Señor. Saber que uno nunca está solo/a como en tu caso tenés una familia que te quiere, muuuuuuuuuuuchos amigos que te también te aman, y también tenés un Dios que te dice: "Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo" (Isaías 41:13)
No sé qué de todo te fortalece, y aunque más de una vez ya te dije, admiro tu fortaleza, por lo que te conozco a través de este tiempo que leo tu blog, sos una persona digna de imitar, así que por favor no cierres este blog si?.. quiero seguir aprendiendo.
Recibe un abrazo de oso
con cariño, desde Buenos Aires

Diana L. Caffaratti dijo...

¡Qué bella manera de decir las cosas y hacernos sentir que lo que dices es exactamente para mí y para nadie más!.
Celebro tu decisión de continuar, querida Lety.
El tiempo y las tareas a veces no nos reconcilian con nuestros deseos de andarnos "de parranda" con nuestros amigos virtuales, yendo de blog en blog y aliviarnos de ese deseo del encuentro.Sin embargo, nos seguimos fieles, cada vez que encontramos un resquicio en la rutina.
Por mi parte, mis trasnochadas (que dedicaba a Internet) están corrigiéndose para estar más espavilada durante el día (Pues que ya se me notaba y la gente pensaba mal... Tal vez, no. Pero a mí me da que sí)
Como desde que entré por primera vez, te percibo entrañable.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Lety, cómo vas a cansar... Leerte es estar cerquita de ti y aunque la distancia de todo tipo se empeñe por poner puentes y túneles, la cercanía de las letras produce amistad, conocimiento y correspondencia.

Un abrazo fuerte

ka! dijo...

Señora Na´Leticia.:

Pocas, son las veces donde leo algo y puedo palpar con mis sentidos..como en tu casa que siempre llego y la huelo a ese olor a nuestra tierra y a cacao..

Hoy quiero decirte que te leo y me desparramo en tus enaguas..y te escucho como tu sobrino desobediente que soy y te pongo atención como la gran dama que eres..

Hoy viene Na´Licha y ta´Luí...vienen con los nenes..sus nuevos hijos...quiero verles ya!...los tendré todo el fin de semana!..

Como siempre...lo mejor leerte y estar al tanto de tí.

Nidesca dijo...

mi Lety, mi bellísima, mi ángel oaxaqueño, yo vengo acá y te dejo un abrazo enorme, pero tan enorme es que de repente hasta te da calor y no te dejo respirar y tienes que decirme que está bien, que muy bonito el abrazo y todo, pero necesitas aire.

para mí tu blog es rayo de luz, desde el primer día que entré me sentí invadida por un sentimiento de calma, un algo cálido y luminoso, porfa no lo abandones, que para mí tus palabras -como ya te lo he dicho varias veces- son magia.

besos, linda, como eres un ángel los demás ángeles cuidarán de ti, eso es seguro.

te quiero

Indianguman dijo...

Nosotros queremos estar a tu lado y seguir el camino de la caracola! A veces sube, a veces baja, se enrolla sobre sí mismo o lleva al mar.

te queremos

Mónica Sabbatiello dijo...

Antes que nada, que nunca dejes este blog, no se puede quitar el aire a los respiradores porque se ahogan más acostumbrados a ciertos aromas nítidos, claros, rudos a veces, sinceros siempre, cálidos, con la genética de antepasadas poderosas. Sigue narrando, una y otra vez, tus experiencias, recordando, sanando siempre más y más, burlándote con humor negro, pero nunca te desmerezcas ni un poquito, que no, que no lo mereces.

Viv. dijo...

Valoro la autenticidad de tu prosa, esa audacia de plasmar ante nuestros ojos el ir y venir en ese columpio que es testimonio de tu propia existencia.
Besos, Lety!

Anónimo dijo...

Lety que días haz dejado pasar a tu casa, que luz a iluminado estos días, siempre tu corazón dispuesto a ser él, moviendose como un loco de pasíon por vivir..no sueltes nada apegate al susurro de la vida que se llena de alegría cuando tus letras cantan..BESOS DE 5

Umma1 dijo...

Recibo tu abrazo y te doy uno muy fuerte.
Me caés muy bien, pero muy bien.
En tu entereza hay una ternura tan grande que se derrama hacia el otro.
Me siento a salvo, protegida y muy cerca tuyo, mientras te leo.
y creo que vos tenés consciencia de eso. Que no sos una alondra, sino un ave resistente, que puede amparar a muchos bajo sus alas.

Un beso

Araceli Gallardo Peña dijo...

¡Ay mi querida Lety! por supuesto que no nos cansas... Me gusta encontrarte, aunque sea a destiempo, así que por favor no nos abandones.

Ahora corro y leo el siguiente post.

¡Muchos abrazos!

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog