jueves, septiembre 08, 2005

La mujer y la niña

CAPITULO DOS

EL RECITAL

Cóncava para recibirte, me repliego.
Te espero. Cuando apareces paralizas el tiempo.
Te derramas en mi hondura.
No alcanzo a contenerte.

I
Fragmentos discontinuos de lo que tú leíste, formaron parte del recital. Ese día, cuando concluye la lectura, hay seis mujeres que no abandonan de inmediato sus asientos. Parecen darse tiempo para asimilar lo escuchado.
En tanto dos de las poetas conversan; La tercera y última en leer, la de los pies desnudos, permanece sentada. Posa su carpeta sobre el regazo y parece perderse en su abstracción. En total recogimiento, reclina la frente sobre las manos y cierra los ojos…

II
Entre Caracoles fue el nombre del recital. Tuvo lugar en el patio. El escenario sencillo: cuadros de caracoles en las paredes, arena y caracoles sobre la mesa. Instrumentos: la poesía y la guitarra. Se adentraron, irrepetidas, una en sucesión de la otra. La palabra se propagó con sus olas.
Las poetas lucieron huipiles, una llevó los pies desnudos. En las manos sostuvieron sopladores de paja con los que ceremoniales, las que escuchaban cubrieron sus rostros y lo descubrió quien leía. Voz y liturgia pusieron de manifiesto su poder. La palabra, exigente como el mar, vital, inexorable, tachonó sus orillas, hizo audibles los ecos ocultos de nuestras mujeres, dejó salir el silencio.
…La poesía cristaliza el instante.

III
La misma tarde entramos al Café de Morgan. Ocupa una de esas viejas casonas con sabor a siglos que tanto abundan en la ciudad. Sus pisos de ladrillo brillan desgastados por el ir y venir de sus moradores. Desde siempre han sido humedecidos para refrescar la temperatura, también desprenden el suave aroma de la tierra mojada.
En el área posterior, en la que da al patio, nuestras seis mujeres conversan. Los movimientos y sonidos de los demás comensales no llegan a ellas. Están en un mundo propio. Han llegado a un acuerdo; Ellas escribirán. A partir de ahora, van a reunirse aquí para exponer lo que a solas escriban. Deben decirse a si mismas lo que nadie escribiría, y también escribir lo que a nadie dirían. El cómo y el cuándo, también lo han decidido ya.
Voces y fragancias, se mezclan hechiceras y se esconden en el estanque de piedra que se ubica en el medio del patio. O tal vez se refugian en el toronjal que lo sombrea y casi pierde sus ramas por el peso de los frutos que ostenta orgulloso. O viajan en la esencia frutada que invoca a la infancia, mientras flota en la noche estival.
A un lado de su mesa, dominando patio y entrada, está colocado un cuadro. En él aparecen una mujer y una niña. En su entorno flotan abecedarios y mariposas que también invaden sus vestidos. Los rostros de las dos se parecen tanto que pudiera decirse que son una y la misma. La mujer; Con el cuaderno sobre el regazo, escribe; La niña sonríe.

Las dos ocultan el fulgor de los ojos bajo los párpados. Es una pintura sencilla, casi un dibujo, pero es indiscutible que tiene algo; como si el pintor las hubiera captado en un instante fuera del tiempo.
La niña tiene la boca fruncida en un pequeño mohín indefinible. Su moño es una mariposa que cansada de volar se posa sobre su pelo. Su gesto inquiere. Pareciera que ella está a punto de volar y abandonar el cuadro. No hay más cuadros en el corredor; tal vez por eso llama la atención

... Tal vez.

*

Este es el Capítulo II de EntreCaracoles. Y estas serán las consecuencias del recital, del que juntos leímos fragmentos. ¿Me seguirás acompañando para conocer a mis mujeres? ¿Me ayudarás a crecer? Cruzo los dedos por tu sí. Perdón, perdón, perdón. No les había dicho dicho este cuadro es de Liz Durand, también los caracoles que adornan su casa. Ella, visionaria los hizo antes de que naciera EntreCaracoles.

24 comentarios:

Claudia Castora dijo...

Ni lo pidas por favor, seguiré atenta tu hermosa historia.
Me dan ganas de abrazarte Lety, eso me nace cuando te leo.
Sí, no me averguenza, eso me pasa a veces cuando penetro en las letras de algunos bloggers que me caen en caída libre al alma.
Me dan ganas de sentirlos físicamente, de abrazarlos, de besarlos, No sé, qué loco no?
He recibido hermosas palabras de tu parte: Escribir desde la serenidad. Nunca lo había pensado, te lo agardezco e intentaré ponerlo en práctica.
Intentaré también llevarte pasito a pasito por esta vida mía y humildemente agradezco que te interese.
Po último, un link en tu casa, es un honor para mí.
Un beso grande amiga.
Nos encontramos.

Lo-que-serA dijo...

¡Entre Caracoles!¡En un blog! Ay, Lety, cuánto tiempo ha pasado desde aquella noche, desde aquel viaje, desde aquella vida...
Te dejo un abrazo, amiga.

Lety Ricardez dijo...

Kiantei:
Me quitas un peso de encima ¿verdad que este espacio del coment resulta escaso para hermanarse? Me alegra que nuestros caminos se crucen y caminar contigo el tiempo que tu quieras. Yo también te beso y sigo contigo.

Mi querida Maria Luisa:
Es verdad, ¡ya cuanto hace que jugamos con el sol a la pelota! Necesito repetirlo para retroalimentarme. Mi piedra de las palabras, cuando la vuelvas a ver, la verás más lisa de tanto acariciarla. Dime, ¿te gustaría que te mande completa EntreCaracoles para que la reconozcas? Pero promete que no por eso dejarás de leerme aquí. Besos, muchos, muchos.

NATU dijo...

Lety!!!
a mi me parece que yo e encontrado al tesoro!!!
en esto de los bloggers es muy facil encontrar niños, jovenes y chicas de mi edad que escriben lindo, pues que una mujer como tu que sea a todo terreno, es una de esas cosas que no se quieren perder... muchos besitos.
me doy ganas para PODER ESCRIBIRTE ya que ni sikiera puedo suspirar y ver que me esta rodeando.
adios

Silencio dijo...

Es interesante que en ese momento en que se lee poesía, se comulga también, tal vez es en la poesía donde más sensible quedas, claro si te gusta, je je, bueno, el punto es que te metes en otro lado, notas los detalles de otra forma y ciertamente dan ganas de escribir...

Indianguman dijo...

Pues que se está armando el baile, maja!!
Has creado un lugar cálido y mágico donde deleitarnos con tus letras y nuestra companía. Escribes tan bien y eres tan sencilla...El cielo es el límite.

Te mando mi gran carino a esas tierras hermosas en donde vives

Lety Ricardez dijo...

Hola Queeni:
Déjame verás, que me ponga valiente otra vez, y te linkeo. Lo que pasa es que trato de reunir valor y subo varios a la vez. Haslo tu también para que nos multipliquemos geométricamente todos. Y sigue éscribiendo, no desmayes. Lo que tú nos ofreces es como una naranja jugosa. Ojalá hubiera empezado como tú y no como naranja exprimida. Besos

Silencio amigo, que bueno que te vaya enamorando la poesía. Conforme frecuentes a Tristán, que vive para ella, te gustará más, ¿por qué no entras al taller de Cardo? Ya todos te saben su amigo.

Que sí Indianguman:
Se está armando gracias a todos. Me da un gusto enorme estar con ustedes. No dejaré de leerte, ya formas parte de mis días. Y algún día ¿por qué no? iré a visitarte a esas lejanas tierras, o cuando planees unas vacaciones incluye Oaxaca y tu casa (aquella en que moro) dentro de tus planes. La puerta está abierta, al igual que mi corazón

fgiucich dijo...

En el fandango del relato me ví, de pronto, escondido en un rincón del café Morgan, observando a las poetisas con sus huipiles y pieces descalzos, caminando sobre caracoles multicolores. Intenté que la mujer y la niña no me vieran, pero me descubrieron al instante y tuve que, lamentablemente, regresar. Tiene Ud., querida Lety, el privilegio de la pluma; por favor, no la abandone nunca. Un abrazo.

Gabriela Zayas dijo...

Querida Lety aquí estamos leyéndote y sintiéndonos allá contigo, fgiucich ya nos pusimos en un rincón del café, escuchando vuestras voces.
Besitos y hasta mañana.

Lety Ricardez dijo...

Ya lo extaba extrañando f giucich. Mientras usted escribía yo estaba en su casa, como ve, estamos sincronizados. ¿Le gustó El Café Morgan? ¿verdad que es un lugar con sabor a ciudad provinciana? La mujer y la niña le sonríen se han convertido en sus cómplices.

Gabriela querida:
Todos estaremos desde una mesa cercana, ojalá que estas mujeres en verdad se atrevan a contar lo que nunca han dicho. ¿Te anticipo algo? Yo se que la primera que va a hablar se llama Graciela. Me extraña, porque según se es la tímida.

Sofía del Mar dijo...

Que agradable,
que especial es tu casa
y tus letras
" Entre caracoles"
me gusta como suena
y me gusta como lo describes

Un abrazo enorme

sofía

Gabriela Zayas dijo...

Buenos días Let, me apetecía darte un beso antes de irme a trabajar.

MacVamp dijo...

Deja que tus palabras fluyan como el mar, con ritmo cadencioso o en todo caso, con furia embellecida :)

Claro que seguiremos leyéndote y sintiendo esa comunicación tan especial, a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia y sumergidas en un medio, según esto, tan frío.

Un abrazo.

Lety Ricardez dijo...

Sofia del Mar: Los nombres pesan, al menos eso es lo que pienso ¿estarías predestinada a encontrarte EntreCaracoles? Ya debes saber que esta no es mi casa, sino la casa de ustedes. Gracias por tus palabras y gracias por venir.

Gabriela: Sentí el beso y me quedé soñando, por eso vine para agradecerlo a la compu ahora, son las cuatro con siete minutos de la madrugada en Oaxaca. No se por qué esta se ha convertido en la hora mágica. Antes era para escribir lo que pongo en el post, ahora ha sido para escribirles a ustedes y las dos cosas me producen alegría. Yo también te dejo un beso.

Querida Mac Vamp:
Lo mismo digo, cada día se aprende algo nuevo y yo he aprendido que la pantalla de nuestra computadora puede reflejar seres reales. Que no se necesita conocerse para quererse. Sólo fluir en las palabras sin disfraz para abrazarnos.

Indianguman dijo...

Mis puertas también están abiertas, las de mi casa en Chile y en Finlandia, y las de mi corazón.
este mundo es un panuelo lleno de caracolas!!

Lety Ricardez dijo...

Querida Indianguman, tu presencia se quedó por todos los rincones de la casa, pero como niña traviesa te escondiste de mí. No se si contesté en todo lugar donde estuviste, pero no dejaré sin atender una sola de tus amorosas palabras. Y por supuesto que el ofrecimiento de puertas abiertas surge de la verdad, así también siento el tuyo.

Cuervo:
Para usted también se han derribado los muros, y con su vuelo veloz se minimizan distancias. Tal vez por ello, usted llegue antes que nadie a estas tierras que le darán abrigo. Mil y mil gracias y mil gracias más por continuar volando hacia esta su casa.

Dra. Kleine dijo...

wuooo...que bonito

tyare dijo...

Lety: Gracias por tus palabras!! Por supuesto que quiero conocer a tus mujeres, es tan relajante leerte, es como ir de la mano tuya recorriendo esos lugares, que tan bien describes.

Laura dijo...

Lety:
me asombró saber que el cuadro de Liz Durand adornaba tu casa desde antes de "Entre Caracoles". Sin embargo, nuestro corazón muchas veces se anticipa a los hechos. Quizás sea esa la razón, y no una mera coincidencia, por la cual el cuadro tiene tanto que ver con tu relato.
Abrazos

Lety Ricardez dijo...

g.kleine: Una expresión así dice más que muchas palabras. Gracias, yo también estuve en tu casa.
Desde antes de que llegaras tu casa estaba abierta esperándote.

Tyare: Ojalá que cada una de ellas te guste, yo creo y espero que cada una es distinta. Gracias por recorrer conmigo el café Morgan, que si puedes creerme, describí primero y conocí después. Fue hermoso entrar a un lugar desconocido y encontrarme con el patio, el estanque y el toronjal de ramas dobladas por sus frutos.

Laura:me gusta contarles los entretelones. En realidad concebí el cuadro con la niña sola inicialmente, pero después al pasar por el pasillo de la casa vi el cuadro de Liz, me dí cuenta del como formaba parte de la esencia de mi relato y decidí que la niña debía abandonar su soledad. Algún día les diré el nombre de cuadro de Liz y todo será más claro.

Unknown dijo...

interminable caracol, caracolita de la eternidad.

Gullveig dijo...

Querida Lety,
El nombre de mi madre es Leticia, y con amor la llamamos Leti. Algún tiempo atrás mi hermana descubrió que escribe para ella misma, y me conmueve la idea de animarla a publicar sus humildes letras. Como ya te dije, encontrarte me ha llenado de mucha inspiración.
Te bendigo.
Gala.

fgiucich dijo...

Nunca vi a un caracol caminar tan velozmente, por las arenas de estas playas. Ha creado un abanico de lectores para una Lety que va creciendo todos los días.

Lety Ricardez dijo...

Querida Raquel: Recuerdo que un día me dijiste que tenía que dejar ir EntreCaracoles. Pues no se ha impreso, pero ya ves que estoy dejándola ir. Se que otro día me dirás que debo abandonar el tema y yo te obedeceré, para eso eres mi maestra y mamita.

Gala: Sigo leyéndote, hace unas horas, por allá de la madrugada me cegó los ojos ese sol del desierto. ¿Feliz coincidencia el nombre de tu mamá y el mio? o preparativo providencial de nuestro encuentro. ¿Nos compartes algun texto de tu mamá un día? También se lo pedí a Mac Vamp que me contó que la mamá de ella escribía y que tiene guardados como tesoros sus textos. Ya ves mis letras que tarde surgieron. Te dejo besos mientras lo decides.

Fgiucich: ¿Y usted se admira de este abanico, cuando usted fue constructor? Nunca acabaré de agradecer los links que me han regalado tantos amigos, Lo beso en la frente.

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog