viernes, septiembre 02, 2005

Te lo digo ahora

No te lo había dicho.
Llegué a tener una casa que parecía de juguete. Ahí vivíamos nosotros, entre muebles labrados, cuadros antiguos, esculturas de coral, tallas en madera, colchas tejidas a mano, candiles, candelabros y qué se yo cuántas cosas más. De todo tenía mi casa.
Creí que poseía mucho y al fin vine a darme cuenta que todo aquello me poseía a mí.

La esencia de la casa me salvó. Por las noches abandonaba mi lugar en la cama para sentarme en un sillón en el recodo del pasillo, frente a la cruz de piedra. Ahí me daba por llorar. Los sentimientos se amalgamaban para hacer de mis lágrimas dulcedumbre.

Fue en esas noches que percibí que yo había sido sólo el medio para devolverle su belleza a la casa. Aunque daba pena verla cuando la conocí, era fácil adivinar lo que podía volver a ser con un poco de amor. Se lo di y resplandeció. También por amor, la casa pedía ser compartida. No eran sólo para nosotros sus resplandores. Nosotros, somos mi marido, mis cuatro hijos y yo.
Pero cómo no compartirla, si yo jugué en la casa que no era mía. Tenía que dejar que otros jugaran en mi casa de muñecas. Renunciar a lo acumulado.

Cuando la abrí para todos, no hubo ni siquiera un objeto que reservara para mí. La colección de caracoles la coloqué ahí nomás, al pasar de la reja de entrada. No me costó trabajo dejar todo. Era el momento para hacerlo.
Fue así de fácil. Igual que entregué las muñecas.
*
Solo otro post, después de este, me resta de los que preparé antes de mi intervención quirúrgica y es bueno que esto suceda. Estoy curada y mi mente ha estado dando vueltas acerca de lo que voy a compartirles. Visitar sus casas, me ha planteado inquietudes que están gestando algo, algo que todavía no visualizo. Si logro decir las cosas en mejor forma, a ustedes, mis nuevos amigos, se los deberé. Gracias por lo que cada día me muestran y gracias también por leerme aquí en su casa.

22 comentarios:

Indianguman dijo...

Realmente no sé expresar lo que tu escritura me produce... Me transporta a otro registro de sentimientos que los que estoy acostumbrada a sentir. Me da calma y perspectiva, no sé...

SWaludos!

Gabriela Zayas dijo...

Lety, tú eres tu casa y nosotros aquí estamos muy a gusto. Gracias.

Xavier Villarreal dijo...

Vivir como se escribe es dejar ahí las caracolas y las casa de muñecas y todo lo que no dijimos o quisimos decir o que dijimos mal junto a la memoria y todo eso que nos hizo ser tal como somos; vivir es dejar ahí, tal como son, las cosas que nos hicieron escribir. Sin embargo, para eso, hace falta valentía... un espíritu mayúsculo por dejar algo que muestre (¿será el camino?).
Besos a la claridad que eres.

Lety Ricardez dijo...

Indianguman: Hay ocasiones en que la palabra gracias resulta insuficiente y esta es una de ellas. Pero si puedo decirte que con tus palabras me motivas y pones alas en mis dedos, para que se atrevan a continuar su dulce tarea. Que Dios te bendiga.

Gabriela amiga mia:
Lo mismo digo para tí. Estoy que muero por subir alguna de tus pinturas, pero no soy ducha en esto, pude copiarlas, pero al subirlas no se ve la imagen. Yo estoy en Oaxaca y mi hijo en México, pero desde ahí me ayuda porque tiene mi clave, todo es cosa de que lo pesque desocupado. Gracias por el ánimo que me das, no tienes idea de cómo me ayuda (defectos de mi crecimiento, todavía dependo del estímulo) además siempre estoy hambrienta de amor.

Xavier, compañero Cardo: tu ya me conoces de labios de Raquel, sabes que no es mi imaginación la que se distingue, sino mi atrevimiento al narrar las verdades, sin técnica, no por falta de esfuerzos de mi maestra, sino por ea necedad que nació conmigo de llamar a las cosas por su nombre. Me atrevo a pensar que contarlas así, al menos para mí, es el camino, y a lo más que aspiro es que al leerlo, cada quien se ponga en busca de su propio camino. Un abrazo para tí, joven amigo. Gracias por venir, me haces feliz.

fgiucich dijo...

Lety:
Su narrativa me hace sentir una combinación de sensaciones, algunas alegres, otras tristes, pero en definitiva, rescatan esas vivencias de la casa grande, aquella por la cual transitamos cuando todavía éramos aprendices en este camino de la vida. Y cuando ud. la describe, yo puedo pasear , igualmente de puntillas, por aquellas salas donde, especialmente, el moblaje imponía respeto. Me congratulo de haberla descubierto y seguir disfrutando de sus letras. Abrazos.

Hamletmaschine dijo...

Qué belleza de post, me recuerda que no hay que olvidar lo esencial, pese a las máscaras de la tecnología, siempre se un placer visitarle, su hospitalidad es ejemplar.

Muchas gracias también por sus palabras.

Hasta pronto...

Lety Ricardez dijo...

Fgiucich, usted no necesita andar de puntillas por la casa, usted es dueño de ella mi amigo. Sólo puedo decirle que gracias al blog, mi corazón crece y crece. Peco otra vez con descaro y rescato algún verso de un poema pequeñísimo que dice: "Abrí mi corazón
y todos se quedaron a vivir en él". Ahora entiendo aquello de que el cielo tiene muchas moradas, cada uno de ustedes tiene un espacio único y al mismo tiempo los abrazo a todos.

Señor Hamlet:
Yo se que no hay envidias buenas, y yo la siento, cuando acabo de despertar, se que he soñado, pero no logro recordar el qué y usted además de todo, es maestro en eso. Anoche se que soñé a Andreas, a Silencio y lo que será, pero no sé lo que soñé. ¡Que pena! Con el mismo respeto y agradecimiento de siempre le pido que vuelva.

Lo-que-serA dijo...

Mi Lety: leo todas las cosas bellas que te ponen acá y te imagino perfectamente sonrojada y luchando con lo que tu llamas la soberbia. Haz hecho de tu blog lo mismo que hiciste con tu casa, lo que haces con tu mirada, generosa amiga mía.

Silencio dijo...

Los días en casa, donde existía un lugar donde llorar, donde reir y donde jugar. Me recuerda un de los pilares de rencor que sostienen un techo de amargura, claro lo digo sin fines drámaticos solo como una construcción que esta en mi interior y que ahora que leo esto visualizo, ya no es malo, solo está ahí, ejem, sigo este no es el tema, empiezo desde aquí:
por supuesto que somos parte de la casa, la hacemos crecer, si es cierto lo que dicen de que un muerto en la construcción la hace más resistente, entonces los gritos, susurros, lloriqueos, risas, espantos y todo eso se queda ahí también, esperando el momento de salir con una nueva forma. Que chido lo que pones y lo que sientes, tal vez ha llegado el momento de pasar más que unas horas en donde crecí, y paso horas viendo el atardecer...

Gullveig dijo...

Tus letras me han calado hondo, al llegar a los treinta, percibí que aún tenía mucho por conocer; por aprender, y también por vivir, y han pasado solo 7 desde aquel momento, me preparo no sin temor para explorar mis cuarenta. Y encontrarte con tus 57 es justo la referencia que buscaba.

Gracias Lety.

Lety Ricardez dijo...

Querida Maria Luisa, la soberbia aparece, cuando olvido los sonrojos y saco la lengua y me relamo el bigote que el gato de tu poema. A veces pasa, no creas, no en vano estoy ávida de afecto. Pero es verdad que esta casa ya no es mía. yo la gozo y la vivo a través de ustedes.

Silencio amigo mío:
En todas las casas, cuando te leo, quisiera dejarte saludos. Tu llegada a tu casa es fiesta y ¡por favor! usted puede escribir aquí como quiera,no faltaba más, si no pudieras decir lo que sientes, entoces para que vendrías? sólo que gozo la presencia de la luz en tus letras cada vez que la veo. Como tu pensamiento final, de que tal vez ha llegado la hora... también que disfrutes la quietud del atardecer, pero aquí estoy también para acompañarte y animarte en los días de sombra. De eso no tengas dudas. Aunque no vengas todos los días, siempre hay un abrazo para tí de tu amiga vieja.

Lety Ricardez dijo...

Querida Gala, ya estuve contigo y te leí de la A a la Z, lo disfruté mucho. Ya me gané que me respondas a dos preguntas ¿como diste conmigo? Me maravillo por el país en el que vives. Quiero entender un poquito la magia de este medio, y dos, a pesar de que te leí con verdadero interés se me escapó tu nacionalidad. No es simple curiosidad, quiero llegar a la persona que eres. ¿Me permites llamarte desde ahora amiga, en toda la extensión de la palabra?

Gullveig dijo...

Amiga Lety,
Gracias por visitarme y por todos tus comentarios, soy nueva en esto de la bloggesfera asi que no se ni como vine a parar a tu casa, pero lo celebro! y vendre con frecuencia a visitarte.
Mi tierra natal es Caracas, aunque me siento una ciudadana universal, pero despues de tanto girar y girar, siento que no soy de ningun lugar y eso a veces es duro.
Y sera un honor para mi formar parte de tu lista de links. Y gracias por llamarme amiga en toda la extension de la palabra.

Un sentido abrazo,

Gala, de Galatea luna de Neptuno

Lety Ricardez dijo...

Hola Gala:
Yo tampoco tengo mucha experiencia en esto, inicié en junio y en todo ese mes no hice nada más que abrirlo. Soy lenta para poner los links, pero cumplo mis promesas. Será un placer seguir leyéndonos. Visitar y leer, se ha convertido ahora en uno de mis buenos hábitos, ahora debo cuidar que no se me convierta en vicio. Un nuevo abrazo.

Laura dijo...

Lety:
es impresionante leer cada una de tus palabras y sentir como también somos parte de tu casa. Gracias por dejarnos habitar también en ella.

Tristán dijo...

Bueno, pus como todos queremos ver las pinturas de Gabriela pues échamelas por mail, jefa, y yo las subo.

Besos.

Mujer de agua dijo...

que hermosura.... muy beio!!
te felicito

visitame

Unknown dijo...

Por mi parte nunca más saldré de tu casa.
¿Verdad?
ni tú de la mía.

Jean Georges dijo...

Y la casa es la más cómoda, que me recibe con té de jazmines y enanos saltando en la puerta. Y camino por el pasillo y el sillón me tienta, pero voy rumbo al fondo, esperando los olores de la cocina.
Permiso, voy a servirme agua de la heladera. La arena se me está acumulando en los pulmones.

Lety Ricardez dijo...

Laura:
Pasé por tu casa, precisamente a darte las gracias por la generosidad de ayudarme a crecer con tus palabras.

Tristán, mi amor, ahora si te has jubilado y he extrañado tu visita. Espero que los vientos te estén siendo propicios. En cuanto te encuentre en el teléfono platico largo contigo y también te envío las pinturas para que ayudes. Yo se que no se te olvidará poner los créditos a Gabriela y visítala en su casa. ¿ya conociste a todos mis nuevos amigos? ¿Ya sabrás como relumbro en estos momentos. Muchos besos

Lady dragonfly:
Sus visitas son apreciadas, también yo pasé por su casa a dejar mi huella en la entrada. Reciba mi abrazo agradecido.

Raquel, mamita. ¿Cómo vas a salir de mi corazón, si soy tu hija más pequeñita?
Tú cumples todos los requisitos, me "apapachas", pero también me dejar correr.

Jean georges: POr favor sírvase, tenía preparada para su llegada una limonada de hojas tiernas del limonar ¡la has probado? es mucho más exquisita que el limón mismo y su aroma es delicado. Ojalá que la arena de sus pulmones sea de mar, porque es traviesa pero no daña, se empeña en venir con uno. Venga siempre que se le quiere.

Anónimo dijo...

Querida Doña Lety,

Disculpe que no le haya escrito antes, pero me detenían algunas obligaciones en lugares lejanos. Muchas gracias por sus palabras, se le siente muy profundo, sus letras son apapachos, deverda' así se sienten, jaja. Pus me sonrojo ante tanto apapacho y le agradesco infinitamente. Le dejo un ramillete de floridos abrazos y besos.

Lety Ricardez dijo...

Cuervo:
Mil gracias por sus palabras. Ojalá que esta se convierta en su casa. Estaré pendiente de sus comentarios.

Tio Nasty, no se preocupe, aunque tarde, yo se que el camino a casa no se olvida. Además estoy contenta, supere mis limitaciones ante la tecnología (la más simple por supuesto) y ya tengo sus poemas. Me apropio de su afecto y lo devuelvo duplicado. Besos

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog