domingo, enero 22, 2006

El narrador

II

¿Y yo... en dónde quedo?
¿De dónde mi relación? ¿Cómo pude narrarlas?
Siento que también formo parte de ellas aunque no soy otra ella. Sé que han tenido la misma sospecha.
Cuando a una le pasó por la mente que dentro de sí pudieran ser “nosotros”, la impresión fue superlativa, soltó la pluma y no volvió a tomarla en varios meses. Todo por haber escuchado:
¿Nos distingues?/ No te sientas a salvo/ Ni distinta/ Eres una en nosotras/ ¿quieres jugar, te atreves?/ Ahí te va/ Debes decir nosotros.
Yo también quiero hablar y espero que tú desees escucharme.
Ellas creen haberlo dicho todo y no lo hicieron. Mucho hay por decir, y estoy dispuesto a hacerlo, porque decir libera y yo necesito liberarme para poder unirme a ellas.
Ellas necesitan la reciedumbre varonil que yo les he aportado. Sin mi fuerza, ninguna habría sobrevivido.
Aunque esto no lo hicieron mal, se los concedo, la forma que idearon para la empresa era imposible. Quise decirlo desde el principio pero no me escucharon. Por regla general puedo dominar a dos o tres. A todas juntas, no.
Estaban engolosinadas con la idea de escribir y describirse. Pero es tanto lo que se quedó en el tintero que yo también, como ellas, debo organizar mis pensamientos para poder narrarlas.
No me gusta desperdiciar palabras, ni mi tiempo ni el tuyo. Es preciso evaluar los resultados que alcanzaron para partir desde ahí:
Ahora ya se reconocen distintas, aunque no hayan podido dilucidar sus diferencias. Sólo al final hablaron de su rivalidad entre sí, del deseo de usurparse el lugar. Pero ninguna fue con la otra sarcástica o hiriente, y yo las he visto serlo. No establecieron el predominio “que en toda sociedad existe y, además, es necesario”.
Ser fuente de su fuerza me ha permitido asomarme a sus vidas. Nada ha quedado libre de mi acceso. No solo opino y decido, también leo su correspondencia. Y esto me hace recordar una carta que recientemente les envió una joven talentosa (cuyo nombre citaría si ella lo permitiera, para no plagiar su contenido) y parte de la cual transcribo, precisamente porque viene a cuento:
“...A veces mi respiración es la de un felino persiguiendo a su presa, a veces la de una paloma aprisionada, y otra más, la de una vaca serena. Jejeje, me causa risa esto de la vaca, me gustan las vacas, se les ve en su rostro tanta ecuanimidad.
En fin, lo que quiero decir es que mis respiraciones son distintas y a veces hay más de una en mí: una en mi sexo, otra en mi espíritu y otra en mi mente.
Esto me recuerda un cuento de José Saramago en su libro Casi un Objeto – ¿le conoces?–, en donde narra la historia de un centauro (cabeza y pecho de hombre con el cuerpo de un caballo) de edad milenaria, cuyo mayor conflicto es que no han podido convivir en plenitud el ritmo del hombre con el ritmo del animal, a no ser mediante un gran esfuerzo mental por parte del hombre.
La historia se ubica, me parece, a principios del siglo XX, el centauro tiene ya varios miles de años y es el último de su especie. Durante todo el tiempo de su existencia se le ha considerado de las formas más disímiles imaginables, desde un ser divino, hasta el producto de la unión de seres malignos.
Cuando el cuerpo del caballo se excita por el apareamiento o por el deseo de trotar por los campos, el pecho del hombre se sacude, tiene la necesidad de separar su respiración de la del caballo, de ser sólo él…
En fin, que lo que te había dicho anteriormente me recuerda este cuento, de los mejores que he leído en mi vida; el final, el final es realmente sorprendente, cuando lo leí fue inevitable llorar.
Otro cuento, este de Italo Calvino –El Vizconde demediado– habla de la división interna, del carácter incompleto del hombre y del afortunado padecerlo en uno mismo, pues así se ve la real dimensión de las cosas, aunque el riesgo es que deseemos que todo sea a nuestra imagen y semejanza, es decir, incompleto...”
Después de esta lectura se te facilitará entender que esto sucede. En el ser humano, están implícitos los conflictos que el ser nosotros plantea y comprenderás en nuestro caso, la necesidad que tenemos de continuar con este empeño de unificación, hasta que nos escuches exclamar que somos uno.
Así que es necesario seguir viviendo este proceso, porque a nosotros nos gusta correr riesgos y alcanzar lo imposible.
Si no fuera así, no nos hubiéramos metido en este afortunado lío.
¿Que cuándo escribiré?
Pues no se, porque la vida es constante movimiento y no podré retratarla, porque nunca se detiene.

19 comentarios:

noname dijo...

Hoy he mirado las fotos de flickr, lindas fotografías, linda Lety.
Sobre el post me he quedado media triste, será que los finales no me gustan?, espero con ansias tus relatos y ahora de cierta forma me he quedado "viuda".
Me dejas la interrogante sobre lo que depara el futuro.
Te dejo un abrazo inmenso.

Lety Ricardez dijo...

Querida Pepi, igual o peor que tú estoy yo, este final me desespera aun, con decirte que acabo de cambiar la linea final. Y aquí en secretito, ni siquiera se si elegí el mejor, tenía uno donde hablaba la niña pero... no se, no se, sigo indecisa.
Por eso quería saber su valiosa opinión,
Dime, a tí la posibilida de un nosotros dentro de tí, ¿no te inquieta?

noname dijo...

El nosotros no me inquieta del todo. Somos lo femenino y lo masculino, el día y la noche, son partes diametralmente opuestas que se complementan y forman un todo, es asi como veo el "nosotros", sin ellas él no existe y viceversa.
Albergamos dentro todas las mixturas, somos como un cuadro, que con distintos colores y matices vas creando figuras y al final obtienes una unidad, una creación, asi es como me tomo en realidad.
Aunque no deja de ser interesante el punto de vista.
Cariños.

fgiucich dijo...

En primer lugar debo decirle que me quedo con la frase " siento que tambien formo parte de ella aunque no soy otra ella". Un dije.
En este responso que implica todo final, Ud. ha proyectado personajes que hablan de nosotros aunque reconoce que todavía hay mucho que decir.
He leído una pintura muy profunda de la psiquis humana, reflejada en todas estas mujeres que pretenden ser una sola pero que son distintas. He presenciado en todo este transcurrir una excelente prosa, desde el llanto de la niña en sus noches de soledad, sus conflictos paternales, el camino del amor, la madrina, los conflictos filiales, las traiciones...
Ud. ha conseguido pintar un fresco de la realidad humana con clase y distinción. Así lo he sentido y dispenseme si me alejo de lo que Ud., querida amiga, ha querido transmitir. Estaré pendiente de lo que Ud. nos está preparando para seguir con el deleite. Abrazos.

J.S. Zolliker dijo...

Comunión. CO-MU-NION. C-O-M-U-N-I-O-N. Y lo lograste. De pies a cabeza. Felicidades!

Lety Ricardez dijo...

Queridísima Pepi:
Eso es lo que deseaba, y lo has descrito maravillosamente, reconocernos como un cuadro, como una obra maestra, que nadie más que uno mismo visualiza en toda su riqueza y decide lo que deja en claroscuros y lo que muestra y si la ternura y la reciedumbre de la mano, lo femenino y masculino, todo en una amalgama perfecta así ¿para que necesitamos la piedra filosofal?

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Don Fernando querido, queridísimo:
Ha sido toda una experiencia compartir juntos estos textos.
No quiero perderlo así que me motiva a cavar dentro de mi para seguir camino juntos.
Reciba mi abrazo cariñoso y sincero

Lety Ricardez dijo...

Querido José:
¿Realmente te pareció el final adecuado?
Ay Dios no sabes cuánta responsabilidad sentía de que cayera al piso.
Estoy feliz de tu presencia y tu amistad,te dejo mi cariño

Indianguman dijo...

Maravilloso Lety, escuchar tu respiración sabia y valiente en esta golosina de conclusión. La toma de perspectiva que estábamos esperando y fuimos contruyendo contigo a medida que se desarrollaba el texto. El punto de la multiplicidad en nosotros mismos, de la otredad y de la escisión está en el centro de cada vida. La integración es el logro de un trabajo arduo, que se logra sólo cuando persistimos en el camino hacia la madurez y la sabiduría. Me gusta pensar que el acto de escribir resume la experiencia humana, transciende al narrador y lo narrado y configura un camino que nunca acaba.

Hermana, como sabes estoy en Chile y mis momentos frente al computador son por ahora escasos. Pero te tengo en mí y volveré con la merecida calma a releer y comentar los capítulos que me faltan.

Un apapacho bien grande, y gracias por el gusto de leerte.

Lety Ricardez dijo...

Ay IndianGuman, he deseado de todo corazón que tu descanso en Chile sea total y lleve serenidad a tus días, sin embargo, cuánta falta me has hecho, pero esta aparición me alimenta y me colma. Gracias por todas y cada una de tus palabras hermana querida.

MacVamp dijo...

Paso a saludar y me encuentro con varias sorpresas: las fotos (todas tiernas, todas lindas, todas con varias historias detrás) y el final, aunque creo que nunca hay finales eternos, mucho menos en la literatura, en las reflexiones, en los desahogos.

Cada lector podrá ajustar el final basándose en lo que cada lectura les brindó.

Un abrazo.

Lety Ricardez dijo...

Hola MacVamp, joven amiga, bienvenida eres, hace mucho que no te veía por acá y es un gusto.

De ahora en adelante subiré poemas, al menos ese es el futuro inmediato, lo que suceda queda fuera de mi control, así pasó con esta historia que no me imaginaba compartiendo en Internet.
Abrazo con afecto a tu trinitaria familia

Lo-que-serA dijo...

¡No, no! Queremos más. Que hable la niña, que hable él (ándele ¿eh? sí era nosotros). Queremos tus cuentos... Queremos rock! :D
Besos, hermosa.

Lety Ricardez dijo...

Hola mi querida La que ya es:

Lo disfruté, de verdad que lo disfruté, pero los círculos se cierran, pero la niña va a estar contigo y con Raquel este fin de semana en Chigna ¿que te parece?

Besos para tí querida amiga

Laura dijo...

Mi queridisima Lety:
cada uno de nosotros es un poco cada una de esas mujeres. Es mas, tu eres un poco esas mujeres. En cada obra el artista muere un poco y deja plasmada parte de su alma, ese alma que vemos quienes contemplamos la obra y nos hace las veces de espejo.

Que depara el futuro? Es incierto, pero pronto dejara de ser un signo de pregunta.

Abrazos afectuosos

Lety Ricardez dijo...

Querida Laura:

Dices bien, he dejado en cada de ellas mi persona, pero lo que realmente me ilusiona es que tú te hayas descubierto un poco en cada una de ellas, que son la cara oculta del espejo,
Y el futuro ha dejado de serlo ahora misma, lo vivimos a pasos...
Sigue tu feliz viaje y llévanos contigo

Lo-que-serA dijo...

¡Ay, Lety! Si quedaba en mi ánimo alguna duda terrenal sobre el fin de semana, la caricia de tu promesa la acaba de aniquilar.
Ahí nos veremos, niña querida.

Lety Ricardez dijo...

Ay mi querida Maria Luisa:
Si pudiéramos ser adivinos, mira, no puedo todavía resignarme a no haber estado con ustedes más tiempo. Viajar tanto y quedarme con cinco minutos de agazajo de pupila. Pero se que entenderás que no podía hacer otra cosa.
Me quedé con hambre de abrazos

Mary Carmen San Vicente dijo...

Ahhhhhhhhhh Lety, he leído este capítulo 2 veces y me cuesta pensar que es el final. En realidad esta historia seguirá mientras el deseo del lector siga sediento de esa libertad que mencionaste alguna vez.

Siento como si hubiera cerrado la tapa del libro y tomándolo con las dos manos, viniera ese "Ahhhhhhh" de saborcito dulce de paz en el alma y ahora me doy cuenta de que si lo abriera en cualquier página, la que fuera, me sentaría en la terraza, o frente al cuadro, o a escribir y a mirarme a mi misma porque en cada uno encontré una frase clave, la palabra exacta de esas que son tan necesarias escuchar y tristemente ya nadie dice salvo tu.

Lety, de verdad que de entre este mar infinito de palabras que existen en este universo me siento afortunada de haber llegado a ti y de que tú llegaras a mi corazón.

Un beso mujer, mil felicidades y a tus/mis/nuestras mujeres mi agradecimiento por este viaje maravilloso.

Lety Ricardez dijo...

Querida MariCarmen:

Te dejé un mensaje largo y agradecido en el anterior.
Tú sabes lo que significas para mí y cuánto siento que este viaje maravilloso llegara a su fin. Por unos días tendremos algunos post, con cartas maravillosas, a las que espero sumar la tuya, porque mi sueño es llegar a publicar estos textos, con un capítulo final que las incluya, como el tesoro que son.
Ya te expliqué mi idea: destinar este espacio para este texto. Volver a subirla, esta vez con archivos de voz y cambios de fotografías y títulos que he realizado, también modificaciones en algunos post. A tí y a todos nuestros amigos los invitaré al otro blog, donde ya empecé a subir poemas que están ligados a estos textos, porque todo son ecos surgiendo de mi espiral.
Quiero escribirte de manera personal y estar en contacto contigo.
Te abrazo con amor fraterno

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog