lunes, junio 05, 2006

Ignacio Javier Javier-Ignacio VIII

Antes de iniciar otra anécdota, que entre paréntesis ya he elegido, terminaremos la anterior, diciendo que como sólo a él le podía suceder, de recuerdo de esa terrible noche, no le quedó ni siquiera un dedo encogido, solo una cicatriz más que lucir, no porque el fanfarronear acerca de algo tan grave estuviera bien, sino porque así lo hacía, puesto que había salvado la vida del enamorado, y perdonado al compadrito.

Dejo también constancia de la maestría de Sergio como médico, pues aún cuando tu tío Efrén al día siguiente llevó a Nacho al mejor hospital de México, ahí dijeron que faltarían a la ética profesional, si cambiaran las suturas que Sergio había realizado, porque hacer eso podría representar el corte de muchos nervios, y que les parecía un trabajo diestramente realizado, por lo tanto debían abstenerse de hacer nada al respecto.

Me gustaría hilar mis historias, de tal manera que una te conduzca a la otra suavemente y que la inicies sin sentir, que no te resulten cansadas.

Pero la que sigue a pesar de ser tremenda, como casi todas las suyas, también será interesante para tí ¿sabes por qué? porque voy a contarte como Nacho, enamoró a tu mamá mientras salvaba su vida.

Esto sucedió en otra ocasión, y el susto esa vez, no se lo llevó Jorge en primera instancia sino yo.

Me despertaron por ahí de las tres de la mañana, para decirme: Nacho se dio un balazo, ¡qué bonita manera de decirlo! lo único que me hicieron pensar, fue lo que no era.

Creí que el balazo se lo había dado él mismo, porque quiso, pero bendito sea Dios que no fue así. Si se asestó él el balazo, pero fue un accidente, no tan fortuito, pero accidente al fin.

Estaba celebrando a su manera, bebiendo con los de su oficina, por el triunfo de Ildefonso Zorrilla. Había dirigido su campaña, le ayudó a llegar a la Presidencia Municipal, pero no llegó a formar parte del equipo de Regidores.

Resulta que mientras celebraban se les terminó el licor, nadie tenía dinero para comprar más y Nacho decidió sacar una pistola para darla en prenda de otra botella.

La pistola estaba guardaba bajo el colchón de su cama. Parece ser que el gatillo se atoró al tratar de sacarla y se disparó. Nacho estaba en cuclillas y el balazo tuvo una trayectoria terrible, hizo pedazos su hígado, cercenó su vesícula y entró y salió de uno de sus pulmones como Pedro por su casa.

Así que después de todo el esfuerzo realizado en la campaña, no llegó a ver sus frutos. Pero no se los robó nadie sino él mismo, ya que a causa del balazo, estuvo fuera de combate en el momento de asignar las regidurías.

Aún así fue afortunado ¿Cuántas personas podrían haber sobrevivido a heridas tan graves? Y aún si sobrevivieran ¿cuánto tiempo les tomaría recuperar la salud?

Pues a tu papá le tomo veinticuatro días y en medio de ellos, además de curarse, se dio tiempo para decir cosas bonitas al oído de Sonia, pero eso te lo cuento después.

En ese momento lo subieron en volandas a una camioneta, para llevarlo al Seguro Social, donde llegó con un pulmón colapsado. Otra vez su extraño sino permitió que la sangre de dos de sus acompañantes fuera de su tipo. No se si la transfundieron así, lo dudo por su estado etílico, o si firmaron el compromiso de reponerla, el caso es que a Nacho pudieron hacerle la transfusión de inmediato.

El médico que lo atendió esta vez, fue nuestro primo Cotoño, y en cuánto pudo hacerlo, salió del quirófano al pasillo para explicarme su estado; el primer problema era insuflar aire al pulmón colapsado, sin que surgiera una terrible complicación, y aún si esto se lograba, me dijo que no contara con Nacho, porque su condición era muy grave.

18 comentarios:

Eleonaí dijo...

Hola Paisana:

Agradezco tus comentarios en Viajando.

Lo que ahora narras de tu hermano es verdaderamente asombroso. También eso que sucede, colateral a la política. Recuerdo que Ildefonso Zorrilla fue rector de la Universidad, donde estudiaron mi hermano que era médico.

Seguiré pendiente de tu narración.

fgiucich dijo...

Me resta solamente decir: increíble!!! Abrazos.

tyare dijo...

Atraía accidentes tu hermanito ah?, bueno a todos nos pasa, claro que no todos sobreviven para contarlo. Sigo el desenlace. Besos Lety!

Indianguman dijo...

Glup, ahora me quedo muda. Es bastante fuerte, pero imagino que al leer estos escritos tu sobrino habrá tenido tiempo de enterarse, de oídas al menos, de la vida al límite que vivió su padre. La muerte lo venía rozando, o era él el que inconscientemente la buscaba. y eso es fuerte. Pero al mirar hacia atrás y contarlo así, le das un sentido. AMOR

Apasionante relato, espero el próximo

besitos, E.B

Lety Ricardez dijo...

Daniel, gracias por tus palabras, ya me daré una vueltecita por tu blog.

Saludos


----------------


Eleonaí, paisano, dices bien este señor fue Rector de la UABJO y por cierto, murió hace unos pocos meses.
Y lo de Nacho, era terrible este muchacho de 37 años, por tantas cosas que pasaron antes, su muerte fue sorpresiva.

Gracias por ser una presencia en tu casa

Lety Ricardez dijo...

Hola Campuzano, será un placer leerte, pero ¿como te sigo? el link no me llevó a tu blog.

Y que conste que no será para una crítica porque no doy para eso, pero si una opinión sincera. Por favor dame la dirección.

Saludos

Lety Ricardez dijo...

¡Ay Don Fernando nuestro Nacho! si yo le dijera que los otros cuatro no le iban a la zaga. Ese clan en su juventud era un caos, ahora hay más calma, pero...

Suena increíble, lo sé

------------

Hola Tyare querida:

¿Nacho era el menor y podrás creer que mis hermanos le mandaron hacer un colgante con esa bala?
Así como no atraer accidentes,

Eres un amor Tyare y una mujer valiosa. Agradezco tanto tu presencia,

Besos

Lety Ricardez dijo...

Querida amiga mía. Gracias por hablarme así, porque puedo decirte, esa es la razón por la que no le he dado a Javier estas historias. No creo que sepa todavía, pero estoy segura que alguien le dirá y entonces, sólo entonces se las entregaré.
Más adelante hay otras que hablan de su nobleza, pero creo como tú, que todo a su tiempo.
Y no es verdad, también se las daría si viera que su camino empieza a desviarse, está ahora en la pre-adolescencia, así que me mantendré con "ojos de chícharo"

Viv. dijo...

Me impresionó bastante la historia; increíblemente logró salvar su vida de un accidente que surge de una celebración. Nunca podemos preveer cómo terminan las cosas.
Te envío un cariñoso saludo; hay una tarde estupenda en Montevideo.

Diana L. Caffaratti dijo...

Si el próximo post también viene el relato de otra calamidad similar de tu hermano, terminaré afirmando que era un gato.
Bromas aparte, me quedo a esperar con poca paciencia el relato de la aparición de ELLA en la vida del papá de Nacho.
Qué hábil eres para mantenernos en vilo!

Anónimo dijo...

Parece increible y asombroso que accidentes tan graves, solo dejaran cicatrizes en tu hermano,decirte que no le asustaba nada a este chico, pero que al sobrino quizas si, creo que deberiais contarle algo por encima antes de darle los escritos.
Espero ansiosamente los relatos de como enamoro a su mujer, a mi personalmente me habria dado miedo enamorarme de una persona tan accidentada o quizas en el amor era de otra forma???
Ay, mi niña, cuentamelo todo ya, que me has dejado en vilo.
Mil besos.

Lety Ricardez dijo...

Hola querida Blueberrie:

Qué diera por disfrutar de esa hermosa tarde en Montevideo.
En cambio aquí en nuestro querido Oaxaca, con los conflictos magisteriales, la ciudad está deslucida, ha perdido gran parte de sus encantos.
Espero que esta situación se resuelva pronto, no dejo de considerarla un ardid político en vísperas de elecciones.

Te mando un gran abrazo

--------------------

Querida Dilaca,
Pues vamos a concluir como dices con los inicios del romance, después creo que cambié un poco la temática, pero de que Nacho era un gato, lo era, una noche oscura y el tambaleante, por lo atender a la sabiduría de su caballo se despeñó por un precipicio terrible, pero esa es una historia, y creo que ni siquiera la he escrito, ya vendrá...

Te mando besos entretanto

Lety Ricardez dijo...

Querida Abril, si supieras cuánto agradezco este tipo de comentarios, entiendo que a veces uno no puede juzgarse viendo las cosas desde tan cerca, así que tu apreciación es importante para mí, pero no te preocupes, pretendo atender a lo que me dices, ya pasaron once años de estos escritos y todavía estarían en un cajón si no estuviera compartíendolos con ustedes.

No creo que Javier sepa aún nada de su padre en ese sentido, así que para él seguiran sin existir, sólo si veo que desvía los pasos o me hace preguntas al respecto saldrán a relucir.

Te mando un beso cariñoso y gracias por decirme lo que piensas, otro abrazo por eso

alejandra dijo...

Lety amiga, pue he andado de viajera por el viejo mundo y por lo mismo no he podido vistarte ni comentarte tan seguido como quisiera, pero ya en unos dias regresare a mi casa y a mi blog y desde ahi te seguire leyendo, recibe un abrazo con muchisimo cariño y respeto desde aca! Gracias por tu ultimo comentario!

=)=)

sonrisas solo para ti

Laura dijo...

Lety:
hay historias que nos sobrepasan. Esas que parecen de otros pero que son nuestras.
Si yo estoy atònita no quiero saber tu sobrino al saber la historia de su papá.
Aunque descrito por vos es un bàlsamo.
Te cuento que hoy está saliendo para México lo prometido.
Te mando un cariño gigante

Lety Ricardez dijo...

querida Opphelia:
Con que viajera en el Viejo Mundo, nada más eso amiga hermosa?
Qué ganas de hacer lo mismo, por una razón así, se entiende toda ausencia.
Es un placer tenerte como amiga y conocer gracias a tus palabras tus íntimos pensamientos, y saberte así de hermosa.

Un abrazo joven y grande amiga.

--------------

Ay Laura querida, cuando inicié estas historias fue fácil dejar correr la pluma sobre el papel. Su interlocutor principal, empezaba a balbucear sus primeras palabras: papá fue la primera que aprendió. Continuarlas ahora y pensar en que las lea ya es otra cosa, pero Dios dirá el momento y el necesidad de entregarlas.

Besos dulce y generosa amiga mía.

La-Roc dijo...

La historia de Nacho me tiene siempre en el borde de la silla del escritorio......

Madre mía!!

Lety Ricardez dijo...

Hola Hada Morena, me hiciste sonreir al pensar en aquéllos días, ¿te imaginas donde me tenía el malvado, creo que ni siquiera me asentaba sobre la silla, era terrible el niño, terrible hada,

Te mando un gran abrazo

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog