jueves, junio 15, 2006

Ignacio Javier Javier-Ignacio XI

Recibí hoy una llamada telefónica. Se trataba del Dr. Ángel Armando Melgar Altamirano, amigo de tu papá, se enteró de lo sucedido y ofreció venir a verme. Cumplió y con sus palabras me dio un regalo.

Entre otras cosas, me platicó de tres panes llegados del pueblo de Tlalixtac de Cabrera, y este relato lo reproduzco para ti.

A estas alturas, si ya me estás leyendo, nada de la vida y andanzas de tu padre será para ti desconocido. Así que ya sabrás que estuvo encerrado. El por qué, no es el motivo de esta anécdota, aunque tarde o temprano hable de ello, pero merece un texto mucho más largo.

No pensaba ocultártelo, aunque no creí hablar de su encierro tan pronto, pero me motiva para hacerlo esta historia que su amigo me contó hoy. No puedo permitir que se pierda entre mis recuerdos el aporte del Dr. Melgar.
Le platiqué de tu anecdotario y estuvo muy interesado en compartir sus recuerdos. Se enteró de su muerte por el periódico y en ese mismo momento me llamó y como te decía, se dejó venir a la casa. Se veía muy afectado, es una persona vivaz e hiperactiva, se autodefine parecido a Nacho.

Le visitó varias veces en la cárcel. El no sabía que tu papá estaba ahí, llegó a enterarse, porque en un momento dado Nacho lo buscó, le dijo que con pena, pero deseaba hablar con él pues eran muy amigos.

Se expresa de Ignacio con calor y simpatía. No puede creer que Nacho ya no esté entre nosotros, dice que tu papá le pidió un consejo cuando le visitó y que cree haber contribuido a su boda y a tu existencia.

Que presumidos somos los que sentimos haber influido aunque sea por un momento, en la manera de pensar de Nacho, pero es agradable creer que nos hacía caso.

Pero vuelvo a la historia de los panes, que inicia con un joven convicto que no alcanzó libertad bajo fianza por un error.

Se trataba de un muchacho de escasos recursos al que atraparon con 30 gramos de marihuana, creo que esta cantidad se considera de uso personal y en el expediente por un error, la secretaria que mecanografió el acta, puso un cero de más, por este error y por falta de una buena defensa se quedó varios años en la cárcel, pues su delito se calificó como tráfico.
Cuando tu papá lo conoció, por el tiempo transcurrido, eljoven ya tenía derecho a libertad provisional, pero no la solicitaba porque no podía costear los trámites y la defensa legal necesaria. Nacho sabía que él no podía evadir la situación en la que había incurrido, pero vió la oportunidad de ayudar a otro a salir de ese infierno, así que llamó a Melgar para ayudarlo.

Tu papá nunca tuvo dinero propio, pero si buenas intenciones (también sabía gastar, a veces, con provecho) como en esta ocasión que nos ocupa, así que llamó al Doctor y entre él y otros dos amigos, se cotizaron y pagaron los gastos para lograr la libertad provisional del muchacho.

Este salió y pasados unos meses, la madre, una humilde lavandera, fue a buscar a tu papá que todavía seguía encerrado.

Le contó que su hijo se estaba portado bien y le llevó un regalo, fueron los tres panes de Tlalixtac de que te hablaba. Nacho le comentó al Dr. Melgar que eran los mejores panes caseros que él había comido en su vida.

El doctor dice que aunque Nacho nunca tuvo dinero, considera que fue muy rico, por su cultura, sus amistades y valores humanos. Tiene muchos buenos recuerdos de los momentos compartidos y me expreso que desea mantenerse en contacto conmigo. Quedamos de vernos en su próximo viaje porque quiere visitarlo allá en su panteón particular del Aranjuez.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Que entrañable y buena persona tuvo que ser Nacho.
Mil besos, preciosa.

Viv. dijo...

Esos panes tenían sabor a gratitud!
Queda la esperanza de que el noble accionar de tu hermano haya contribuido a un andar recto de ese muchacho. Hay una manera encantadora en cada relato; no se lo digas a nadie, entre tú y yo: creo que los escribió un hada.)

Muchos cariños.

Lety Ricardez dijo...

Hola hermosa Abril, buenos días, pues si, Nacho era una persona a quien amar, con sus pies, esos pies equivocados al andar no logro reconciliarme,todavía me duelen


-------------

Querida Blueberrie, tal vez los pies de ese muchacho si enderezaron su andar y a eso si contribuyó Nacho, tus palabras son un generoso consuelo, jejeje, me descubriste, mi lectura preferida fueron los cuentos infantiles, y poco he leido después (si revisaras los archivos de julio/05 conocerías las sinrazones)

Te dejo un abrazo enorme y agradecido

La-Roc dijo...

Ah!
La historia que hasta ahora has ido narrando me han cautivado !!

Sigo muy pendiente a las aventuras de un hermano que hoy has expuesto su lado humano y sensible... un gesto que deja demostrado la calidad de ser humano que fue !!

Ella los amasó con la gratitud de quien ofrece todo lo que puede dar y los horneó con el calor de su corazón...

Un fuerte abrazo!!
Y gracias nuevamente por contar de esta forma la vida de alguien tan especial para ti y tu familia.

Laura dijo...

Lety:
Pascal entendìa de razones del corazón que a veces estan ocultas a nuestra inteligencia. Duelen algunos pasos de Nacho pero creo que con el tiempo se iran mitigando las heridas.
Besos

Elena Lamas dijo...

Me gusta como relatas, de a poco voy avanzando, que bueno es contar la historia de los clanes y en especial de Nacho, los seres queridos que ya han partido viven en nuestra memoria y es lindo recordarlos, me ánima a un día ponerme a escribir sobre mi padre, lamentablemente muchas cosas de su vida no alcance a conocer y menos tener contacto con familiares cercanos a él, el era muy reservado y no contaba mucho de su niñez y adolecencia, pero de lo poco que se, será bueno para contarselo a su nieto que no lo conocio, he recolectado muchas fotos al menos para que lo empiece a conocer a través de imagenes.

fgiucich dijo...

Siguen apareciendo los recuerdos como las estrellas en el atardecer. Abrazos.

Diana L. Caffaratti dijo...

Por aquí, los panes caseros son deliciosos. Y mi perdición también.
Coincido con tu hermano acerca de la riqueza. Pero unos pesitos de más nunca estarían de sobra.
Me sorprende cómo se habla de la marihuana en forma natural.
No conozco personalmente a nadie que la consuma, pero a través de los blogs, veo que sí, y que es bastante común.
Tu hermano no le hizo juicio a la autora del error?

Indianguman dijo...

Aquí amiga, siguiendo la historia con atención. Me he leído cada entrega pero recién logro escribir un comentario sin interrupciones.

la vida de tu hermano da para una novela

abrazos!

Lety Ricardez dijo...

Hola Hada Morena: Me pinta una sonrisa tu entusiasmo con Nacho, a trece años de distancia aún mueve corazones. Alguna vez habrás comido algo preparado para tí con gratitud, si no ha sucedido,sucederá cuando vengas aOaxaca.


---------------


Mi queridísima Laura:
No hay mejor bálsamo para heridas que ver a Javier, cómo va desarrollándose, Nacho a esa edad ya nos había dado varios sustos.

A veces me tiemblan los calcetines cuando lo oigo hablar, se parece demasiado, pero hasta ahora, ahí va, caminando sin correr

Lety Ricardez dijo...

Querida Elena:

Los abuelos siempre son importantes, sus vivencias forman parte de lo que somos, estoy segura que tu hijo disfrutará de esos relatos cuando los inicies y si los pones en tu post, también nosotros.

Te dejo un abrazo mi nueva amiga


------------------

Siguen apareciendo don Fernando y mire que este de Oaxaca es un cielo bien estrellado.

Le dejo mi beso en la frente.

Lety Ricardez dijo...

Querida Dilaca:

El error afectó a ese joven, el delito de Nacho fue otro, tal vez lo escribiré tal vez no, y no sabes lo afortunada que eres al no conocer a alguien cercano que consuma marihuana, yo si los conocí, a varios y demasiado cercanos a mí, para dejarme impasible.
Con gusto me asiría a tu desconocimiento, pero no es posible cambiar la realidad,

Te abrazo amiga mía


-------------
Queridísima IndianGuman, te acordarás que lo dije al inicio, da para una novela y yo apenas si escribiré unas cuantas cuartillas, o quien sabe, conmigo nunca se puede saber ¿verdad?

Te quiero mucho amiga mía

Anónimo dijo...

Todo éste texto numerado tuyo habla de los que al morir, no mueren nunca.

Un besito!

Lety Ricardez dijo...

Ay Noemí pero la materia necesita materia, el rostro, el tono de la voz, la caricia de las manos,

Besos amiga

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog