lunes, enero 30, 2006

Estas cartas, como el amor, y la palabra, son para compartirse







Lety, yo entiendo tus soledades y tus inquietudes y tus ansiedades en lo que respecta a los temas literarios. Los entiendo porque también los sufro. Son características comunes a todo aquel que se ha educado, que ha vivido y que ha sufrido dentro de una cultura ancestral estructurada por y para los hombres.

Antes (en mi prehistoria matrimonial) cuando mi esposo sentenciaba socarronamente esta es una película para mujeres yo solía sentirme discriminada, menospreciada en mi inteligencia o algo así. Ahora lo asumo. Porque es así, porque él tiene razón.
No porque crea que exista una literatura femenina y otra masculina. Estimo que hay buena y mala literatura y que esa literatura puede ser escrita por hombres y por mujeres. Pero no debo ignorar que si existen temáticas representativas, temáticas que exigen diversos lenguajes, diferentes maneras de ver la vida, distintas formas de de bucear en el interior de nosotros mismos... Y ahí es donde surgen los relatos femeninos ... con características propias ... y con las cuales nos sentimos identificadas ...
Mi gran amigo Miguel Ángel Gavilán, en su último ensayo publicado (Los párpados y el asombro) dice que Hay obras literarias y escritores que ayudan y enseñan a vivir. Estas obras y estos nombres llegan a nuestras manos de las maneras más caprichosas... Voces como conjuros. Surgen ni bien nos distraemos y ya están en uno como una casualidad beneficiosa, como un beso de Dios. Piensa que la obra que estamos analizando es una de ellas. Porque, en definitiva, Entre caracoles puede ser una novela corta, un cuento largo, un viaje interior... tu deja que la gente que sabe (tan amiga de catalogar, de viviseccionar y de encuadrar) le entregue la categoría que quiera, permítele que provoque debates con su extensión.
Tú y yo sabemos que eso no tiene importancia. Que lo único verdaderamente valioso es que cualquier lector/a inocente de este texto (aun en estado puro, silvestre, intuitivo) pueda sentirse conjurado/a, identificado/a, conmovido/a... Que la obligación que tienes como autora es la de esta atención privativa que le estás brindando porque has asumido el compromiso de producir una producción textual arquitectónicamente diagramada para transportar el mensaje hacia sus potenciales receptores.
Y termino con las palabras de mi joven amigo Miguelo: Las obras literarias nunca llegan a destiempo...suelen hacerse presentes en el tiempo exacto, cuanto más las necesitamos... es en la edad de captar sus hechizos cuando el lector puede valorar lo que de ellas es valorable, rescatar esos silencios o esas preguntas o esos enunciados que hacen falta para la vida, que espantan los miedos o los explican.
Lee ahora las cartas de tus lectores y reflexiona acerca de los cuestionamientos que planteas al final de tu carta. Tú tienes las respuestas, mi querida. Y lo sabes.Besos, Norma

***

No creo que compartirles esta carta de Norma, gran poeta y amiga, sea torpedearles o aburrirlos con cartas, pienso que ustedes la disfrutarán como yo. De esta manera quiero agradecer su respuesta a mi petición y mostrarles cuanto valoro las que hasta ahora he recibido y cómo atesoraré las de ustedes mis amigos.

Y que conste que no se trata de una petición de aplausos, por el contrario tengo mi cabeza inclinada para recibir con amor lo que ustedes quieran enseñarme, porque hombres y mujeres compartimos el amor por la palabra.

Mi esposo que no escribe, me acompaña ahora en la aventura de ir en pos de la palabra. Este amoroso instante lo vivmos en este fin de semana cuando fuimos tras Raquel Olvera, mi amada maestra, a Chignahuapan, el lugar de El Noveno Rio

20 comentarios:

Lo-que-serA dijo...

¡Ajajá! Con razón nos abandonaste tan rápido! Qué bella foto, mi Lety. Lástima que no pudimos estar juntas más tiempo, pero los abrazos me supieron muy rico.
Te dejo un beso contento de mirar tus ojos.

Jean Georges dijo...

Madre Lety:
no se preocupe de escribir para mujeres, de escribir para monos o de lectura para el momento en que el sol se está por ir y una raya verde aparece en el horizonte. Sólo escupa hacia afuera, deje entrañas en la mesa de disección, la sangre goteando de felicidad y la llaga en la mano, porque el bolígrafo se hizo plástico consumido en medio del estado frenético, letras que quieren escapar corriendo, descolgándose de los renglones, mayúsculas suicidad y puntos ajenos.
Regale letras desde cavernas profundas, bucear sin snorkel hasta que falte el aire y ahí salir a la superficie a renovarse. Y volver, volver más de una vez hasta el fondo de corales, peces de colores haciendo cosquillas y el tiempo que se hace amigo y todo parece detenerse en una esfera perfecta, plástico transaprente para poder ver con claridad. Escriba, regale oraciones cargadas de años, para ir de a poco diseñando el camino de piedras suaves, desgastadas; sendero amable para salir tras suyo y deascubrir la taza de té humeante, pan recién horneado y otro cuento con cobijas. Qudarse quieto, que el mar arrulle mientras usted dibuja sensaciones en el papel.

Lety Ricardez dijo...

Mi querida Maria Luisa:

El amor me reclamaba por senderos distintos en el fin de semana, así que gocé de la presencia de nuestra Raquel y la tuya por breves instantes. Me di el gusto también de conocer a Silencio. Todo sin desatender a mi gordo que reclamaba toda mi atención y la obtuvo con creces. jeje (risita maliciosa al márgen)

Lety Ricardez dijo...

Mi querido y admirado Jean Georges:

¿Qué de bueno he hecho en esta vida para merecer su aparición en este momento tan importante?

Sus palabras, que manan de su pluma casi por si mismas, tanto como las mías manan a pesar de mí, son todo y más de lo que esperaba.

Vienen haciendo camino; yo lo seguiré al ritmo de mis pies a veces cansados y otras saltarines. Gozosos esta vez por encontrarle.

Laura dijo...

Lety querida:

En absoluto me aburren las cartas de estas personas que, con su sensibilidad, acompañan el relato que durante todo este tiempo nos compartiste.
Quiero compartirte algo, que se parece a lo que Norma dice, y que a mí me hizo ver la literatura de otro modo.
Cuando escribí mi tesis, una de las observaciones fue mi modo de escribir. Un profesor, un maestro mejor dicho, dijo: "esta tesis esta escrita con "genio femenino" y eso que aún los lugares comunes tengan otra mirada".
Fue un halago pero un descubrimiento tambien. La sensibilidad de la mujer no es la del hombre. Ni mejor ni peor, solo diversa.
Te dejo un beso gigante

fgiucich dijo...

Debo decirle, querida amiga, que estas cartas me emocionan y me gustaría poder seguir leyéndolas. Abrazos.

Lety Ricardez dijo...

Querida Palabras:
La felicidad, como el dinero no se esconden. Diría mi hijo que como el Periadham deben ponerse en alto para que iluminen, el me enseñó lo que era porque es experto en hallarlo, yo le entregué el libro de los secretos del Unicornio hace tiempo.
Yo la encuentro, la felicidad digo, en el amor en todas sus formas, en el tuyo por ejemplo, en tus palabras y tu compañía. Yo soy niña, tú, maestra. Te pago con sonrisas y alegría

Lety Ricardez dijo...

Querida Laura:
¡Si tu supieras lo que cada una de estas cartas hicieron por mí, no solamente por este texto!
Así sucederá con la tuya, es por eso que me atreví a pedirla, porque aqui, nosotros hacemos el amor no la guerra, hombres y mujeres somos como tú dices simplemente distintos no mejores ni peores. Cóncavos y convexos, nuestras diferencias ensamblan de manera perfecta. Y estas cartas son mi universidad, mi posibilidad de crecimiento, el antes y el después.
Me das una alegria enorme al invitarme a seguir compartiéndolas, así como el regalo de Nora en su fugaz y al mismo tiempo perenne aparición.

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Ay don Fernando, su espaldarazo me fortalece y anima, claro que yo desearía compartirlas, si usted supiera cómo creció el texto con ellas, cuanto le debo a esas cartas, como se lo debo a usted con su presencia. ¿Sabe usted que iniciamos en julio pasado? hemos sincopado nuestra respiración todos estos meses en una experiencia maravillosa y espero que siga así por mucho tiempo. El blog de alguno podría desaparecer, la amistad queda ahí, puente que une.

La Valentina dijo...

Lety:
Me ha gustado mucho tu definicion del blog " puente que une". Me encantaria que me agregaras a tus link, por mi parte asi lo hare y te invito a mi sitio. La primera sorpresa, es que generalmente se maneja que el bloguero es joven. Rompemos con eso, tengo 55 años.
Un saludo.

Lety Ricardez dijo...

Hola Peggy:
Ya estuve en tu casa para agradecer tu visita anterior y claro que te agregaré con gusto a mis links, función que ya tengo que hacer, porque estoy debiendo varios, es que me cuesta entrar al template, cada vez que lo hago me pongo nerviosa.

Me haces sentir acompañada, yo inicié el blog en julio a mis cincuenta y siete, así que estamos próximas en edad.

Será un placer seguir conociéndonos, volveré por tu casa

Blog de alma dijo...

...y tal vez el sólo hecho de estar predispuesto a 'atender' a una nueva historia, sin juicios ni suposiciones, ejerza de por sí esa magia que relatas.
Un abrazote, Lety

Lety Ricardez dijo...

La magia es el toma y daca que sorprende cuando se quiere dar y lejos de eso se recibe. Es tender la mano con una semilla y recibirla de regreso florecida.
Gracias por estar y ser Alma, bienvenida

Anónimo dijo...

Dejémonos de quejar de los hombres, del machismo, y pongámonos a hacer todo lo necesario para vivir como merecemos, a la altura, sin amargues, ni competencias, ni rancios rencores.

Lety Ricardez dijo...

Gracias mi querida Noemí por sumarte a la amistad y camaradería que aquí vivimos hombres y mujeres, eso le comentaba antes a Laura: aqui, hacemos el amor no la guerra, hombres y mujeres somos simplemente distintos no mejores ni peores. Cóncavos y convexos, nuestras diferencias ensamblan de manera perfecta

Te abrazo con afecto y admiración como siempre

princess olie dijo...

Hermosa foto:

Lety, te invito a jugar un meme. Para mí fue divertido, a pesar de hacerlo dos veces.

En mi bitácora están las reglas. Te espero (si quieres). Para mí será un honor.

Olie

Lety Ricardez dijo...

Querida Olie:

¿Me perdonaste? No creas que no tengo sentido del humor o algo así, lo que pasa es que la verdad no se me ocurre nada más revelador que lo que ya les he escrito. Soy mala en estas lides, pero eso si, he disfrutado muchísimo leyéndoles a ustedes ¿que mala verdad?

Anónimo dijo...

Que bonita energía se forma en esta foto, que magia se traduce de sus miradas....y que escritura la tuya, la generosidad que muestras Lety me conmueve ..Gracias por acogenrnos con tus comentarios a Daniel y a mi..eternamente agradecidos..caracoles
movedizos...

Lety Ricardez dijo...

Ay Michelle, se que tienes razón, porque yo misma sonrío con dulzura al mirar la fotografía. Se que me estoy convirtiendo en una viejecita, pero una viejecita que se sabe amada y también enamorada de su marido y eso es bello para mí.
A Daniel y a tí les queda mucho camino por recorrer, pero los deseo que puedan envejecer así, uno al lado del otro.
Con amor

Mary Carmen San Vicente dijo...

Lety, no se si acaso te lleguen notificaciones de comentarios en los posts archivados, el caso es que quise retomar la historia nueva y andaba yo buscando entre las fechas donde la habías comenzado y me topé con esta carta que me gustó mucho. Creo que coincido plenamente con lo que menciona de que "hay escritores que en sus palabras enseñan a vivir" y ese es tu caso Lety, que con la historia que vivimos todos post con post, cada capítulo fue una reflexión, una enseñanza, una similitud, "algo" que te hace pensar que no pasaste una hoja en blanco.

Sigo buscando ;)

Lety Ricardez dijo...

MariCarmen querida, tu presencia por acá en los rincones un poco empolvados de la casa, me llena de alegría.

Te había extrañado mucho, pero no quería violentar tu tiempo ni tus deseos.

Hoy que llegas, mi corazón se viste de fiesta

Te quiero

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog