domingo, octubre 02, 2005

Consuelo: Me fortalecí cuando creí esconderme

CAPITULO CUATRO
CONSUELO
Replegada hasta el último reducto de la espiral,
me fortalecí, cuándo creí esconderme
I
Consuelo está en su casa.
Dispuesta a escribir, se sienta en su escritorio y enciende la computadora. En el rincón de sus delicias no falta ninguna de las cosas que para ella son preciadas.
El Cristo negro clavado en la pared inclina de tal manera la cabeza, que sus ojos tristes la traspasan. Su mirada contrasta con la alegría que sus hijos le transmiten desde la fotografía que tiene amorosamente colocada sobre el escritorio. Ella, apoya la barbilla sobre la mano derecha y se queda quieta. Siempre le ha gustado escribir; lo hace con facilidad, pero esta vez, tal es su quietud, que parece que no tuviera nada que decir. El calor de su mano la conforta, la mueve ahora deslizándola suavemente hacia la frente, mientras abre un documento y empieza a escribir, siguiendo el hilo de sus pensamientos:
— ¿Por qué razón debo tocarme para ponerme en marcha? ¿Habré sido una niña poco amada?
Hasta donde recuerdo, mi madre fue complaciente conmigo. Era fácil obtener de ella cuanto quería. Bastaba un mohín de enfado para que otorgara algo que había negado un momento antes. Pobre, debe haber sido esa la forma que encontró para compensar su ausencia en nuestra niñez.
Pasé más tiempo con mi madrina que con ella. Mi padre venía con frecuencia y mi madrina le guardaba una lista de quejas. Al resolverlas, cómo se parecían los dos. No sé a quién o a qué le temía más.
Los golpes dolían en el momento; las palabras me seguían doliendo mucho tiempo después.
***
Para no dejar "hacer" y hablar sólo a mis mujeres, les ayudo a subir sus fotografías, con mayor gusto la de esos cuatro "retoños". Además hoy tengo algo que decirles. Ayer me enteré de que tengo lectores silenciosos, bueno no seré presumida, diré que al menos una: mi querida amiga MariaNela Tortós, excelente poeta de Costa Rica, a quien le dejo aquí besos y abrazos. Tengo otra invitación especial que hacerles. Descubrí un hermoso "garbanzo de a libra" paseando en la blogósfera ¿así se dice? y no puedo quedármelo para mi sola, ni esperar a que lo encuentren, así que les comparto su dirección, es el silencio de los peces sus palabras, sus poemas y sus imágenes son bellísimas y está estrenando un lugar para comentarios. Creo que les gustará su casa y también ella: Larvita.

16 comentarios:

fgiucich dijo...

Las sombras que esa madrina desplegaba sobre la niña, la dureza del padre y las ausencias de la madre, se compensan, bastamente, con las cuatro límpidas miradas de la foto que encabeza este capítulo. No hay tesoro más preciado que ver crecer a los hijos, bien crecidos. Es un relato que duele, pero como siempre, al final hay una luz de esperanza. Abrazos.

Lety Ricardez dijo...

¿Verdad que son lindos esos muchachos don Fer? Digo, se les nota en los ojos lo que son. Gracias por decirlo. ¿Cómo le "pinta" Consuelo? Así, a primera vista. Ella y yo le deseamos un buen viaje y pronto y feliz retorno. Vaya con Dios

fgiucich dijo...

Cómo me "pinta" Consuelo? Infancia terrible; creo que no ha peor cosa que tener padres pero no poder disfrutarlos. Creo que ella seguirá creciendo y dando ejemplos de como salir adelante. Abrazos y gracias por los buenos deseos.

Laura dijo...

Lety:
cuántos hijos sin padres para disfrutar! Pero gracias a Dios, cuántas almas bellas trasmutan ese dolor en felicidad, como la del rostro de esos muchachos.
Cariños.

Lety Ricardez dijo...

Pues si Don Fernando, pero recuerde que Consuelo nos ha dicho que aprendió a ser escapista y positiva, veremos si pudo superarla.

Querida Laura: La madrina de Consuelo, en realidad era una gran persona, recibió muchos hijos ajenos y les dio amor y educación, aunque esta fuera un mucho "espartana"
por eso mismo, depositó en ellos grandes valores.

Silencio dijo...

Creo que el pasado es la base del presente, algún día pienso escribir (claro primero aprenderé como), bueno sobre como la muerte de una abuela, desencadena una avalancha de cosas que culminan en ... algo, aun no se, pero esa es la idea como todo se acumula hasta llegar a algún lado... Y eso me recuerda Consuelo, ha creado algo más y tal vez el resultado no sería el mismo sin la madrina, tal vez serían algo más tal vez estarían en otra época y eso los haría totalmente distintos, yo no estaría aqui y tu tampoco pues uno es el nexo. Como en la película ( cual, no se), Consuelo y no nos conoceriamos pero tal vez un día yo en Santo Domingo o en la Catedral nos cruzariamos sin saber en que momento se cambió la historia...

Inclusive si la Valkiria no me habla yt me dice que todo se ha terminado, tal vez nunca hubiera llegado tan lejos....

Lety Ricardez dijo...

Se te extrañaba querido amigo Silencio:
Algún presentimiento me dijo que volverías por aquí esta mañana. O tal vez no fue un presentimiento, fue tu abuelo a que estás tan ligado. El caso es que en el otro blog, el de quiero decir... al que me gusta más llamar la otra casa, el último post, es tuyo. ¿Irás a verlo?

Tristán dijo...

Pero qué veo?

Qué lindos angelitos los suyos, señora.

Están de 10!!! (más el de la corbata de rombitos, juas juas, ahí sí que se lució)

:P

Lety Ricardez dijo...

¿Verdad que no tienen ningún pero? En eso no puedo ser modesta. No me sale. Sobre todo digo que tienen una mirada limpia y alegre, además me gusta como se tocan. Bueno el de rombitos es el único que no, pero ni falta que hace, tiene luz, la revela.

Indianguman dijo...

He mirado largamente la fotografía amorosamente ofrecida ente mis ojos. Es belleza pura, esas miradas son luminosas. Es que acaso no basta para sanar la propia infancia, al menos en parte. Generar, darse, continuar con la vida que fluye cuando se ha dado amor.

Felicito a la madre. Ya la extraniaba después de estar unos ´días lejos de la pantalla.

A Larvita la visité, me ha gustado y volveré.

Un abrazo fuerte fuerte!

Lety Ricardez dijo...

Tu lo has dicho Indianguman y los has dicho sabiamente. Sana "generar, darse, continuar con la vida que fluye cuando se ha dado amor" son vida ellos y también la palabra.
Hermosa tu foto hermana querida. Me gusta verte tan bella me hace pensar en que tú también sanas. Te extrañaba. ¿verdad que larvita es un alma bella? pensé que te gustaría.

Mary Carmen San Vicente dijo...

Mira nada más que nos trajo Consuelo, una imágen de hombres, de ojos del mañana que brillan con la luz de hoy. Ya la imagino en ese escritorio de llantos y alegrías escribiendo todo lo que viene del alma.

Seguiremos la recomendación para visitar y aquí seguimos Lety, al pie del cañón, a veces tarde pero lista para que cuando tomes lista diga: ¡Presente!

Anónimo dijo...

Querida Lety, he estado fuera, como has visto, pero ya volví y aqui estamos. No sé, yo no pienso que esas frases crueles sean tan inconscientes. Con el pretexto de que los niños no se enteran son maltratados. Esas palabras, como dice Consuelo, siguen hiriendo. La foto y lo que representa no sé si tiene que ver, realmente, con el texto. Solamente nos dice que ella pudo no herir. Pero sobre ella misma, la carga del dolor sigue existiendo y pesando. Una cosa no quita la otra. La niña herida sigue en su sitio, aunque los hijos estén ahí, en su mesa de trabajo. Todos sobrevivimos, porque el dolor no mata. Buscamos salidas, a veces huimos hacia adelante. Pero escribir sin paliativos, sin consuelo (con minúscula) es muy difícil ¿Sería suicida? No sé.
Iré a visitar a tu amiga, ya que estoy de gira...
Besos, muchos besos.

Lety Ricardez dijo...

Qerida MariCarmen: Gracias por ver esa luz que ilumina los días de Consuelo. Esos jóvenes son felices. En este momento todos, poco ha, no todos lo eran, pero ya lo leerás pasando el tiempo. Gracias por siempre por estar, la presencia de ustedes le da razón de ser a este blog.

Querida Gabriela:
Te extrañaba en verdad, pero ya estás aquí,¡¡Que bueno!! No te olvides que una de las tareas de la vida es crecer, en todos los sentidos. Consuelo tendrá que contarnos, lo que fue, lo que es, lo que cree que será. Tiene que contarnos no sólo lo mal que le hicieron, también el mal que ella no sabe o supo manejar, yo se que despierta simpatía ahora, ojalá también después...

Recibe mi cariño

lo-pez dijo...

¡qué sorpresa!

acabo de imprimr al fin "porque yo así lo quise" para leerlo esta tarde al sol y me encuentro con mi cara de "garbancita".

eres un cielo.

mua (eso es un beso).

Lety Ricardez dijo...

Es que en verdad eres un garbanzo, pero en miel querida Larvita. Me hace ilusión que imprimieras EntreCaracoles,ojalá te guste. Mira que yo también tendré que imprimirlo, porque para subirlo aquí a tu casa, he modificado algunas cosas, directamente en el escritorio y algunas deseo llevarlas al original. Esta mañana, tuve un desayuno con amigas, les hable de ti y de mis otros amigos lejanos, y por eso no te he visitado todavía. Tu ya estarás a punto de ir a dormir, o inclus tal vez estás leyéndome. Recibe un beso apretado y afectuoso.

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog