miércoles, mayo 17, 2006

Ignacio Javier-Javier Ignacio


Sólo una breve, brevísima introducción respecto de estos apuntes dedicados a la memoria de Nacho, mi hermano menor. Los inicié hace once años, los mismos que él tiene de muerto. Mi sobrino Javier Ignacio tenía entonces 18 meses de edad. En aquél entonces balbuceaba sus primeras palabras. Debo decirles que todavía no los lee. Los compartiré ahora con ustedes en varias entregas parciales. Hoy, como siempre, les dejo todo mi cariño. (En la fotografía estamos Nacho y yo el día de su Graduación en la Preparatoria, tendría entonces 17 años, cuando murió, estaba a punto de cumplir 37)
*****
Anecdotario acerca de Nacho. (Para javier, que también es Nacho).

Quiero empezar estas líneas hoy, precisamente hoy y no cualquier otro día, aunque no sea mucho lo que avance en ellas.

¿Por qué hoy? Porque ayer lo enterramos.

Pero decir lo enterramos hablando de Nacho, es decir mucho, porque no se le puede enterrar.

Al menos yo, ayer mismo he empezado a hablar de esto que hoy te escribo, y así lo tenemos presente, como si él estuviera aquí, y no allá afuera, reposando bajo la sombra del nogal.

¿Que para qué escribo? pues tengo muchas razones para hacerlo.

Porque siempre quise escribir y nunca tuve nada importante que decir.

Porque en todos mis años, solo la muerte de Nacho me ha animado a hacerlo.

Porque quiero entregarte esto a ti. No para que lo admires; pues cuando llegues a leer estas líneas, ya tendrás tus propios conceptos acerca de tu padre.

Escribo para que lo conozcas, o más bien para que conozcas lo que yo pensaba y sentía por él. Digo esto porque aunque trate de ser imparcial, mis sentimientos van a reflejarse inevitablemente.

Se también lo que no quiero como producto de mi escritura. No quiero que lamentes su pérdida. Quiero que lo poseas, aunque tú ya lo posees. Él se ha quedado en ti.

La vida de Nacho estuvo plena de acontecimientos que poco a poco compartiremos. Siempre le dije que tenía un destino y debía encontrarlo.

Ahora sé que el motivo de la vida de Nacho, era dar lugar al principio de la tuya.

Tu eras lo especial que el tenía que realizar y no se fue sin cumplir su destino.

Cuándo empecé a escribir; muy valiente, me dije que podría hacer un libro, la vida de tu padre da para eso pero no se si yo alcanzo para eso. Quizá solo se quede en carta, o a lo menos en cuento, pero en fin, sigo escribiendo.

Eso sí, no me pidan que le de continuidad y menos fin, porque estoy segura que seré una vieja y todavía un día, alguien llegará para contarme otra anécdota y la agregaré a estos apuntes.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, esperamos a que nos lo cuentes todo, pero todo.

CEL dijo...

Los que fuerón, nuestros seres queridos,los enterramos. pero nunca se fuerón del todo, porqué viven en nosostros en nuestro recuerdo.

Seguire leyendote.

Jean Georges dijo...

Y es que se van, pero vibran en el aire como insectos sin luz; entonces nos pican en el cuello, nos aguijonean la nariz y nosotros a los manotones. Y ellos felices, rondándonos la vida para hacernos sacar hileras de dientes blancos y beberse las lágrimas. Porque no quieren llantos, no, el envase de carne puede transformarse en hueso pero el brillo de los ojos se guarda hondo entre los lóbulos del cerebro. Lo sé; allí vive Aramís, el abuelo; allí vive Gustavo-Werner, el padrino; allí vive Carmela, la niña/sobrina/prima. Apretados, jugando cartas y el abuelo que ahora se fuma unos cigarros gigantes porque igual sus pulmones ya son de colador. Y el padrino que cuenta chistes al aire, mientras el resto de mis hermosos muertos se ríen a carcajadas porque todo es fiesta por allá arriba.

Lilian dijo...

Lety, solo quiero darte un abrazo grande!!
Cariños, querida amiga!!

noname dijo...

Mi linda Lety, hacía mucho tiempo que no venía a visitarte, pero nunca te olvido.
Voy a ponerme al día con los posts atrasados :)
Me alegra que quieras compartir con nosotros tus recuerdos, en cierta manera cuando nos decidimos a contar los recuerdos de personas que ya no nos acompañan físicamente lo que hacemos es revivirlos y es que de verdad nunca se han ido del todo solo que ya no los podemos ver pero seguirán con nosotros mientras alberguemos esos lindos sentimientos.
Un beso grande

fgiucich dijo...

Cuando edité el poema "Estampas III", acerca de mi amigo Andrés, Ud. me escribió sobre su hermano Nacho lo siguiente "con su camisa de mascota roja, jugando a las canicas en el polvo de la calle". En cuanto leí el post me acordé, lo busqué y aquí lo tiene. Abrazos.

Diana L. Caffaratti dijo...

Querida Lety:
Sospecho que habrá tanta poesía en tus próximos post que la destempladura del otoño se llenara de calor.
Un beso abrigado

Indianguman dijo...

Algo conocemos tus lectores de esta historia, pero será un agrado leer los apuntes completos. Espero al participar de ellos contribuir al sentido que la vida de tu hermano tuvo y honrar su memoria. Además es interesante porque fue tu primera razón para escribir. Me gustaría aprender a ver la muerte de alguien cercano desde una perspectiva nueva. Con fe.

Un besito

Enigma dijo...

... entonces que sea una biografia no autorizada aunque si legitima.

Saludos

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

tyare dijo...

Cuentanos sobre tu hermanito, seguiré atenta! Muchos besos y sbrazos!!!!!!

Anónimo dijo...

Para mi sera un placer leer algo escrito desde el corazon.
Mil besos.

Anónimo dijo...

que hermoso Lety, poder escribir desde tu hermano..que honor..saludos

alejandra dijo...

Lety, me habia atrasado en mis bloglecturas pero ya me puse al corriente y encontrarte desnudando tu alama tan profundo, con este impactante texto (que leeré hasta el final) me llena de alegría y orgullo por ti amiga mia. En verdad felicidades! Me encanta tu narativa. Por cierto, tu hijo parece que anda bien ocupadisimo pues me pidió mi celular para llamarme y hace mucho que se lo envié por mail y nada =( Jajajaja, en fin soy fiel creyente de que no hay que forzar las cosa. Confío en que pronto podré al fin leerte. Te mando un fuerte abrazo con muchisimo cariño!
=)

Lety Ricardez dijo...

Querida Opphelia:

Ese malvado de Oscar no sabe de lo que se pierde, conocer a una joven tan encantadora, pero le concedo que como está iniciando en el trabajo, se está entregando de lleno. Claro que espero que siempre siga igual de cumplido, pero debe darse tiempo para tí, por supuesto, voy y le escribo.

Te quiero mucho

La-Roc dijo...

Hoy me suscribo como fiel lectora y con ansias leo las líneas y me has hecho pensar en lo afortunada que soy por tener mis hermanos...

Gracias por compartir algo tan íntimo y NACHO no se fue, vive en todos los seres que lo siguen amando y recordando como el primer día que dio sus primeros llantos.

Saludos desde Puerto Rico

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog