miércoles, agosto 30, 2006

Ignacio Javier, Javier-Ignacio XXXIII

Ahora tú ya conoces a don Conrado, ese hombre de cabeza blanca y sonrisa simpática, tan amable y cariñoso, así que no necesito introducirlo contigo, pero tal vez te agrade saber cuando se inició su amistad con tu papá:

Pues te decía que nuestro Doctor Toriz, el que lo salvó de la Salmonella y de aquella locura temporal, de la que hablaba tu primo Tristán en su blog, continuó frecuentándolo, y hace algunos años le dio una gran oportunidad de hacer negocios en su rancho; Se lo entregó en administración o renta, no se bien.

Nacho amaba el rancho del doctor, me decía: Parece el Paraíso Leticia, son kilómetros de playa y limonares, bajo un cielo y un mar igual de azules y brillantes.

Majahual se llama el rancho de limones y tu papá le dedicó unos meses de su vida, meses que pudieron ser en soledad, pero los compartió con Don Conrado, a quien tengo que buscar un día de estos, pues es mucho lo que Nacho y él deben haber conversado, sentados por la noche, sin nada mejor que hacer, que escuchar los nocturnos sonidos del campo, mientras aspiraban el perfume de los limoneros y les acariciaba el retumbo de las olas ¡Y que decir de esos cielos tachonados, sin más luz que la propia!

Don Conrado, orgullosamente, me dijo alguna vez, que el tema de conversación nunca era el mismo; que él y Nacho se entendían perfectamente, y que Nacho era un sabio. Deben haberse entendido. La soledad de dos en compañia, propicia la reflexión y el diálogo, y si, tu papá siempre tuvo fama por su inteligencia, además era un ser reflexivo, es por eso que el dolor de su pérdida no tiene medida.
Ya te dije que Don Conrado también estuvo a su servicio de manera total cuando Nacho estuvo allá encerrado. Y yo se bien que lo quería entrañablemente, creo que tú también debes buscarlo, porque debe tener muchas cosas que contarte.

15 comentarios:

Diana L. Caffaratti dijo...

El valor de la amistad es incalculable. Y se mensura en los momentos peores, pues para el festejo, todos estamos dispuestos.
Un abrazo enorme, Lety querida

Indianguman dijo...

Esa imagen me ha transportado, la playa y los limoneros, amarillo y azul, resplandeciente
ah....
Conrado es un ser que irradia bonhomía

fgiucich dijo...

Entre la playa, la noche y el mar, la conversación debe haber surgido fluída y sin prisas, ayudando a que las confidencias se deslicen plácidamente. Abrazos.

Nidesca dijo...

hasta acá me llegó el aroma de los limoneros...

oye, me estoy volviendo adicta a esta historia, de verdad, y veo en Nacho una profundidad tan de él, como asomarse a un paisaje enorme lleno de claridad y matices oscuros, no sé, se deja intuir esa sabiduría, acompañada de ese "algo" tan humano.

me estoy fascinando.

abrazos
.
.
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Anónimo dijo...

Querida hermanita: ya regresé, y mientras acabo de aterrizar, te dejo este abrazo muy entrañable.

Hannah

Lety Ricardez dijo...

Querida Dilaca, lo que me sucedió con Layla que así se llama mi amiga, fue una experiencia espiritual de compartir el dolor, inenarrable. Una gracia que atesoro en mi corazón de manera especial

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Ay IndianGuman y si eso añades el delicado aroma de los limoneros,bien fuera en flor, o del fruto maduro, y el retumbo de las olas, yo no querría salir nunca de ese paraiso

Lety Ricardez dijo...

Ay Don Fernando, yo no se por qué abandonó Nacho ese remanso, ese lugar paradisiaco y la buena compañia de Don Conrado, para volver siempre a lo mismo.

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Ay Nika, me encanta lo que me dices, y dices bien, si, en este ambiente natural aflora lo bello de Nacho, el era así como lo dices un paisaje de claridades y matices oscuros

Te agradezco con el corazón que te fascines con él y con su historia

Lety Ricardez dijo...

Ay Hannah querida, tus vacaciones, cuántas cosas me sucedieron durante tus vacaciones. Cuando pases por tu casa en quiero decir, si bajas tan sólo tres o cuatro post, lo sabrás, pero me alimenté con tu palabra, fui a visitarte en mis momentos tristes, ¡Cuanto quisiera leer cada uno de tus libros!

ka! dijo...

Na Leticia:

Y es que las noches de nuestro pacífico oaxaqueño suelen abrazarnos y contarnos al oido con el poder de sus olas que abrazan "juerte" y su espuma q emborracha..

Ando un tanto chipil..extraño a los míos..extraño la Casa de Niza´doo que mis papás tienen junto a la playa allá en salinas del marquéz...

Buen fin de semana.

Lilian dijo...

wow che lety!, quiero estar en ese lugar, entre playa, limoneros y el cielo.
Por como lo describís, imagino a Oaxaca como un paraíso.

Abrazos y besos, desde las tierras frías del sur (digo tierras frías pq aún estamos en invierno, y ya voy contando los días para que lleguen los días calentitos)

Cuídate y que tengas un lindo fin de semana!

Lety Ricardez dijo...

Y es que cada rincón de nuestro México esconde la belleza total, y es al mismo tiempo distinto cada paraje, tal vez algún día conozca esos rincones del Istmo que tanto extrañas y también a la abuela y a esas mujeres fuertes que deben ser como lo fue mi abuela, ella era de Chacalapa,

Te mando un abrazo grande

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Lo era, volverá a serlo querida Lilian,

Por ahora, Oaxaca gime por la acometida de los bárbaros, que se nombran profesores e integrantes de no se que delictuosa asamblea, de la que ni siquiera merece la pena repetir su nombre para no darle un sitio en mi memoria.

Ojalá un día la conozcas como ella es, me sentiré encantda de mostrarte mi ciudad que será la tuya

Gabriela Monroy Calva dijo...

Pero si lo cuentan como tú, seguro que hay que buscarlos
Un beso

Anónimo dijo...

vengo a devolver el abrazo que me dejastes Lety, que bueno sentir que estas vibrando como nunca, letriando con tanta luz que me elevas...te quiero ...Michelle

Lety Ricardez dijo...

Hola Gabriela, abro la puerta de par en par para agradecer tus palabras y tu visita.

Bienvenida, ¡¡bienvenida!! esta es tu casa y ya fui a corresponder a tu visita.

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Mi querida Michelle, pues estamos las dos sumergidas en las raíces, aunque yo sito empeñada en exhorcizar mis demonios, ah pero como luchan, ¡duele tanto aceptar la pérdida que juzgo pudo haberse evitado! pronto concluiremos nuestra historia, pero quedan muchas en el tintero

alejandra dijo...

yo también creo que tu hermano era un sabio...

sigo leyendo...

=D

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog